Sherlock Holmes, al descubierto más allá de la
lupa y la pipa
EFE - jueves, 16 de octubre de 2014
Un retrato inédito del escritor británico Arthur
Conan Doyle es una de las joyas de la exposición que el Museo de Londres dedica
desde mañana al famoso detective Sherlock Holmes, al que redescubre desde sus
orígenes en 1887.
"Sherlock Holmes: el hombre que nunca
vivió y jamás morirá", abierta al público hasta el 12 de abril, explora la
figura de este enigmático personaje de ficción en un momento de máxima
popularidad, con una serie de la BBC en pleno apogeo y una nueva novela, a
cargo de Anthony Horowitz, a punto de publicarse.
Al igual que en los libros de Conan Doyle, la
ciudad de Londres tiene un papel dominante en la muestra, pues, como explica a
Efe la comisaria Pat Hardy, "con su niebla y ambiente de misterio, es casi
otro personaje en las aventuras del sabueso".
El reto para Hardy, responsable de dibujos e
ilustraciones, fue "encontrar elementos que pudieran relacionarse con
Sherlock Holmes de inmediato, a pesar de que es una figura literaria y no una
persona real".
Atravesando una puerta camuflada en una
biblioteca ficticia, el visitante se adentra en la exposición, la mayor
dedicada a Holmes en 60 años, que empieza con un recorrido por las series y
películas que le han hecho mundialmente famoso y con imágenes del Londres
victoriano del siglo XIX.
"En esa época, Londres era una urbe
poderosa, dinámica, imperial, se construían grandes hoteles y edificios
gubernamentales. Era una ciudad donde alguien adinerado podía requerir los
servicios de un detective como Sherlock Holmes", explica Hardy.
Filmes y fotografías de los antiguos taxis
tirados por caballos -como los que él toma cuando debe salir corriendo de su
domicilio en el 221B de Baker Street- o vistas del Támesis envuelto en la
neblina provocada por la contaminación industrial componen el escenario evocado
en las novelas.
También se destacan las emblemáticas
ilustraciones que Sidney Paget hizo para la serialización de las aventuras de
Holmes en la revista "The Strand", que tanto han contribuido a formar
la imagen que hoy tenemos del detective, con su gorra, su lupa y su pipa.
Uno de los reclamos de la muestra es un óleo
prácticamente inédito para el gran público de Arthur Conan Doyle (1859-1930) a
los 38 años, que habitualmente se conserva en un museo de Lucens (Suiza)
fundado por Adrian, uno de sus hijos.
"Hemos tenido que restaurarlo, pues tenía
hasta un agujero, pero estamos contentos de poder mostrar a Conan Doyle en el
punto álgido de su capacidad literaria", afirma Hardy.
Junto al retrato, que revela el abundante
mostacho del autor -muy similar al del amigo de Holmes, el doctor Watson-,
puede apreciarse la única entrevista filmada con Conan Doyle, en la que relata
que creó al sabueso de mente analítica y habilidades forenses para
contrarrestar a los detectives de pacotilla que había hasta entonces.
Otra joya es el bloc de notas en el que, con
letra pequeña y redonda, el escritor escocés empezó a esbozar a su personaje
cuando era médico en Southsea, entre 1885 y 1889, así como el manuscrito de su
primera novela, "A Study in Scarlet".
Igualmente se expone el manuscrito de "The
Murders in the Rue Morgue" (1841), la obra del estadounidense Edgar Allan
Poe en la que supuestamente Conan Doyle, un gran fan suyo, se inspiró para
crear a su detective y a su inseparable compañero Watson.
La última sección de la exposición se dedica a
los objetos y artilugios que se asocian con el primer detective privado de la
literatura.
Así, pueden verse el abrigo y la bata de estar
por casa que luce el británico Benedict Cumberbatch en la serie
"Sherlock" de la BBC; accesorios para fumar, el maquillaje para
disfrazarse y elementos para administrar la cocaína y la morfina que consumía
Holmes.
En medio de una vorágine por Sherlock Holmes,
la muestra londinense coincide con la publicación en el Reino Unido el próximo
23 de octubre de la novela "Moriarty", la segunda sobre el detective
de Horowitz.
En declaraciones a Efe, el escritor, presente
en el Museo de Londres, opinó que la perpetua fascinación con el personaje se
debe a que "es el padre de la literatura detectivesca y forja con Watson
una de las amistades más profundas de la ficción".
"Además -añade el autor-, Conan Doyle
recrea a la perfección en sus novelas ese mundo victoriano que ya no existe,
pero que sigue vivo en cuanto se abre uno de sus libros".
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