Cómo innovar en una economía con capacidad
ociosa
Forbes - lunes, 27 de octubre de 2014
¿Qué cantidad de oportunidades de percibir
ingresos existen alrededor tuyo? Ésta es una de las preguntas que me he hecho
desde que estaba en la universidad. Para los que vivimos esa época de
estudiante, con “presupuesto de estudiante”, era importante identificar formas
de poder generar ingresos sin perder el foco en los estudios. Es decir, ya sea
por temas de visas o temas curriculares, nos era imposible acceder a un
trabajo, aunque éste fuera part time.
Lo primero que venía a la mente era, ¿qué
pueden necesitar las organizaciones, empresas o personas alrededor mío que no
implique mucho tiempo? Y ahí comenzaba una ola de nuevas interrogantes… ¿Qué sé
hacer, o que tengo que puede ser valorado por otros? ¿Cuánto me pueden pagar
por eso? Y por aquello? Y así uno comenzaba a pensar en dictar clases
particulares, alquilar una cama extra del apartamento por el fin de semana, o
vender parte de los apuntes conseguidos en clase. Una cantidad de actividades
que tenían como centro mis estudios, y que podía generar ingresos legítimos con
un relativo bajo esfuerzo.
Hoy ese modelo, que seguramente muchos de los
que están leyendo utilizaron en su época de universitarios, se ha
institucionalizado, y se conoce como sharing economy (SE). El SE es un sistema
socioeconómico que permite compartir los recursos humanos y físicos. Incluye la
creación, producción, distribución, comercio y consumo compartido de bienes y
servicios por parte de diferentes personas y organizaciones. Estos sistemas
toman una variedad de formas, a menudo aprovechando la potencialidad que les
brinda a las personas, corporaciones, organizaciones sin fines de lucro y al
gobierno, la tecnología de la información para acceder a información sobre la
distribución, el intercambio y la reutilización del exceso de capacidad en
bienes y servicios. Una premisa común es que cuando la información sobre los
bienes es compartida, el valor de esos bienes puede aumentar para el negocio,
para los individuos y para la comunidad.
En ese marco, en Estados Unidos existe un flujo
importante de emprendimientos que están haciendo tambalear a diferentes
sectores. Es así como innovadoras startups del estilo de TaskRabbit, Getaround,
Airbnb, Vayable, Loosecubes, están rompiendo el juego en los sectores de
rentadoras de autos, en los hostales, entre otros varios. En América Latina
existe un potencial importante para este tipo de emprendimientos. Lo
importante, a mi juicio, es tener presente un par de pasos para innovar en los
diferentes sectores a través de la sharing economy.
Cuáles son los activos que poseen la empresa,
la familia o la persona y su utilización óptima. Es crítico para comenzar a
pensar un emprendimiento con base en la sharing economy el comprender cuáles
son los activos (tangibles e intangibles) que se posee. Ya sea una bicicleta,
como un auto, una máquina, un equipo de trabajo, y así todo aquello que pueda
ser compartido. Y para esto es crítico determinar cuál es la utilización óptima
para el propietario. Lo que implica un análisis detallado de la utilización
histórica y futura de ese bien.
Cuáles son las necesidades que tienen las
personas con relación a los activos que tengo. Un activo no vale nada si no hay
nadie que lo necesite, y que además lo quiera utilizar. Por ende es importante
comprender quiénes necesitarían de nuestro activo, en qué momento y para hacer
qué tipo de actividad. Es importante comprender esto para los que no tienen el
activo (los que no tienen un auto, por ejemplo, si quiero compartir el mío)
como para los que sí lo tienen (quizás a la persona o empresa le conviene más
vender el auto y compartir el nuestro). Una vez que se comprende el
comportamiento en la utilización del bien por parte del propietario, se analiza
la forma en que sería utilizado por otros agentes económicos, se está en
condiciones de poder pensar cuál es la mejor forma de ofrecerlo.
Qué instrumentos necesito para poder
identificar esas oportunidades y cuál es la mejor forma para unir las partes.
Como hemos mencionado, las tecnologías de la información, específicamente la
utilización de redes sociales, así como la posibilidad de contar con
información desde diferentes dispositivos, ha permitido acceder a modelos
predictivos de comportamiento histórico y modelar el futuro, tanto de mis activos
como de las necesidades de los potenciales usuarios. Para ello es fundamental
apoyarse conceptualmente en el Analytics, para a través del Behavioral
Economics poder innovar en Sharing Economy.
Obviamente, la profesionalización en el mundo
del Sharing Economy depende si se trata de una empresa, de una startup, las
cuales quieran innovar disruptivamente en un sector consolidado, o si estamos
hablando de la vieja máquina de cortar el pasto que, según nuestra señora,
nunca usamos, y que para nosotros la utilizamos casi todos los días, aunque
hayamos cortado el pasto dos veces con ella y la factura de compra diga 2010.
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