5 riesgos para la salud de correr un maratón
BBC - octubre de 2014
Ser capaz de correr 42km puede ser sinónimo de
tener una salud perfecta. Pero no siempre es así, e incluso prepararse para
participar en cualquier prueba de larga distancia puede ser contraproducente.
Está claro que para la mayoría de las personas
es beneficioso correr y entrenarse, pero las exigencias de un maratón estresan
tanto al cuerpo que se requiere un tipo de preparación específica y una
precondición física acorde con el esfuerzo que se va a realizar.
En los últimos años, el maratón de Londres ha
tenido que dar asistencia médica a un promedio de 5.000 personas de las más de
35.000 que participan en la prueba. La mayoría por lesiones leves, pero también
algunas graves.
Desde que comenzó a realizarse en 1981 han
muerto 12 personas (11 hombres y una mujer). En los más de 3.000 maratones que
tuvieron lugar en Estados Unidos entre 2000 y 2009 hubo 28 fallecidos según un
informe del doctor especializado en medicina deportiva David Geier.
El doble campeón olímpico de 5.000 y 10.000
metros, el británico Mo Farah, tuvo que ser atendido tras correr la media
maratón de Nueva York.
Geier calculó que de cada 100.000 participantes
hay un promedio de fatalidad de 0,75.
Entonces, ¿cuáles son los riesgos que hay que
tener en cuenta antes de afrontar la exigencia de una prueba de larga
distancia?
Corazón
Las mayores causas de muertes están vinculadas
a trastornos en el corazón, como arteroesclerosis (estrechamiento de las
arterias) o problemas congénitos en el músculo cardíaco.
Correr afecta al corazón y aumenta su tamaño ya
que debe compensar el incremento de sangre que necesita distribuir alrededor
del cuerpo cuando hace ejercicio.
Los corazones grandes pueden producir arritmia,
o latidos irregulares, que pueden causar la muerte.
Deshidratación
Es el principal problema para los corredores,
tanto por la falta de líquido como por el exceso.
Los atletas deben cuidar mucho el consumo de
líquido durante la carrera.
Una de las muertes registradas en el maratón de
Londres ocurrió por el trastorno llamado hiponatremia, que es cuando la persona
ingiere una cantidad excesiva de agua que reduce la cantidad de sodio en el
cuerpo.
Si a esto se suma una pérdida constante de
sodio a través del sudor, los músculos pierden su capacidad de coordinar las
transmisiones que le envía el corazón, lo que puede causar un paro
cardiorrespiratorio repentino.
La falta de líquido puede causar mareos y ganas
de vomitar.
Músculos y articulaciones
Los corredores están permanentemente expuestos
a lesiones más leves, como torceduras o esguinces, pero también pueden sufrir
problemas musculares más graves o trastornos que requieren un proceso de
recuperación más largo.
Los músculos y articulaciones sufren
constantemente durante las pruebas de larga distancia.
Es común que se produzca un desgarro en un
músculo, la rotura de un menisco en la rodilla o un espolón calcáneo, que es la
calcificación del talón.
Sistema inmunológico
Una rutina de ejercicios diaria puede reforzar
el organismo, pero exigirle a un nivel extremo puede generar un efecto
contrario.
Una investigación en Reino Unido mostró que un
entrenamiento muy exigente, como el que se suele hacer para las pruebas de
larga distancia, deja debilitado al sistema inmunológico incluso semanas
después del esfuerzo físico, lo que deja al cuerpo expuesto a infecciones
respiratorias.
Irritación por fricción
Elegir la ropa es un elemento importante para
evitar problemas de irritación en la competencia.
El correr durante un período de tiempo largo
ocasiona un roce constante de la piel con el material de la ropa que se está
utilizando.
Esta fricción puede generar irritación en
diferentes partes del cuerpo, que pueden convertirse en heridas abiertas.
Hay cremas para tratar de evitar el efecto del
roce y ropas deportivas con materiales adecuados para las pruebas de largas
distancia, pero en algunos casos estas prevenciones no son suficientes.
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