¿Cuánto valen nuestros datos para las empresas?
La Nación - jueves, 16 de octubre de
2014
Qué artículos compra en el supermercado, a qué
publicaciones les pone "Me gusta" en Facebook o cómo utiliza el GPS
en su auto son datos cuya recolección y venta están dando pie a negocios
enteros.
El problema es que nadie sabe a ciencia cierta
cuánto vale esa información. Los datos no constituyen un activo, como una
fábrica o dinero en efectivo, y no hay reglas contables para calcular su valor.
"Es desconcertante que las empresas tengan
una mejor contabilidad para sus muebles de oficina que sus activos de
información", dice Douglas Laney, analista de la firma de investigación
tecnológica y consultoría Gartner Inc. "No puedes manejar lo que no
mides", sostiene.
Conforme más compañías comercializan
información y utilizan herramientas de análisis de "big data" para
encontrar maneras de generar ingresos, la falta de estándares para valorar los
datos deja una amplia brecha en nuestra comprensión del mundo empresarial
moderno.
Los datos y otros "activos
intangibles", como patentes, marcas registradas y derechos de autor, de
las compañías podrían valer más de US$8 billones, según las estimaciones de
Leonard Nakamura, economista del Banco de la Reserva Federal de Filadelfia. Eso
es casi equivalente al Producto Interno Bruto de Alemania, Francia e Italia
juntos.
Estos intangibles se vuelven partes cada vez
más importantes de la economía global. El valor de las patentes, por ejemplo,
ha pasado a ser un motivo importante detrás de fusiones y demandas entre
gigantes tecnológicos globales como Google Inc., Apple Inc. y Samsung
Electronics Co. No obstante, incluso esos activos no aparecen en los estados
financieros de las empresas.
"Queremos algún tipo de información
contable al respecto, para tener una mejor idea de cómo las empresas están
invirtiendo para crecer", señala Nakamura.
El asunto no se limita al sector tecnológico.
La cadena estadounidense de supermercados Kroger Co. registra lo que compran
los clientes en sus más de 2.600 locales y también rastrea el historial de
transacciones de sus casi 55 millones de miembros con tarjetas de lealtad.
Analiza los datos en busca de tendencias y luego, a través de una empresa
conjunta, vende la información a proveedores que abastecen sus estantes con
todo tipo de productos, desde cereales hasta gaseosas.
Fabricantes de productos de consumo como
Procter & Gamble Co. y Nestlé SA están dispuestos a pagar por esa
información para adaptar sus ofertas y marketing a los gustos de los
compradores.
Laney y otros estiman que Kroger recauda US$100
millones al año de la venta de datos, pero ejecutivos de la cadena prefieren no
hablar sobre el tema.
Kroger asegura que sigue principios de
contabilidad generalmente aceptados, que prohíben a las compañías tratar los
datos como activos o considerar el dinero que gastan en recabar y analizar la
información como inversiones en lugar de costos.
La Junta de Estándares de Contabilidad
Financiera de Estados Unidos (FASB) ha tenido dificultades para actualizar sus
reglas para una economía cada vez más dominada por la información y la
propiedad intelectual. El regulador ha debatido el tema de los activos
intangibles dos veces entre 2002 y 2007. En ambas ocasiones, complicaciones
llevaron a la agencia a retirarlo de su agenda. El mes pasado, sin embargo,
miembros del consejo consultivo sugirieron nuevamente que la junta estudiara el
tema, dice su vocera Christine Klimek. Entre los temas: ¿cómo se contabiliza el
tiempo que los empleados pasan reuniendo información, como un gasto o una
inversión de capital?
Las empresas también tendrían que estimar la
vida útil de los datos, determinar su valor a futuro, y monitorear y reportar
cualquier cambio en su valor. Analizar esos números sería relativamente fácil
para un activo como una fábrica, pero en el confuso mundo de los intangibles,
hay pocos precedentes de tales cálculos.
La falta de consenso sobre la forma de medir el
valor de los datos crea un punto ciego en particular para los inversionistas de
gigantes tecnológicos como Facebook Inc., eBay Inc. y Google, que dependen de
la información que recogen para generar la mayor parte de sus ingresos.
"Mucho de lo que sucede en las empresas no
se ve reflejado en informes públicos o la contabilidad", dice Glen
Kernick, director gerente de Duff & Phelps Corp., firma de asesoría en
banca de inversión y valoración.
Los activos combinados de Facebook, eBay y
Google menos sus deudas equivalen a US$125.000 millones. Sin embargo, el valor
total de sus acciones asciende a US$660.000 millones. Esto refleja el hecho de
que el mercado bursátil sabe que los activos más valiosos de las empresas, como
los algoritmos de búsqueda, las patentes y las enormes cantidades de
informa-ción de sus usuarios y clientes, no aparecen en sus balances. Eso lleva
a muchos inversionistas a valorar las compañías según otros parámetros más
volátiles, como su flujo de caja o perspectiva económica.
Muchos expertos sostienen que los
inversionistas no necesitan saber el valor exacto de activos intangibles como
los datos, ya que se ve reflejado en el precio de la acción de la empresa.
"Los datos no valen nada si no sabes cómo
usarlos para ganar dinero", dice Laura Martin, analista de Needham &
Co. La información sobre usuarios individuales pierde valor con el tiempo a
medida que estos cambian de paradero o de gustos, añade. Eso hace que los datos
sean materias primas perecederas y más difíciles de valorar.
De todos modos, depender de la sabiduría
colectiva del mercado puede ser peligroso. Muchos inversionistas perdieron
hasta sus camisas en el estallido de la burbuja puntocom en 2000, que tuvo
lugar después de frenéticas compras alimentadas por la amplia creencia de que
las mediciones tradicionales del valor y el riesgo no importaban en la
"nueva economía".
Una de las raras veces en que las empresas
fijan un precio para sus datos es durante las adquisiciones de compañías. De
hecho, el valor de los datos a ser adquiridos se vuelve cada vez más importante
en las fusiones, asevera Bruce Den Uyl, director gerente de la firma de
consultoría AlixPartners LLP.
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