¿Hacia dónde va el mundo?
Cinco Días - martes, 7 de
octubre de 2014
La pasada semana participamos en
el primer seminario Workshop in Global Leadership, celebrado en el Weatherhead
Center for International Relations de Harvard y organizado por la Fundación
Rafael del Pino. Allí tuvimos la oportunidad de compartir reflexiones sobre la
situación y los retos geopolíticos más urgentes, a los que nos enfrentamos hoy,
con algunos de los mejores profesores en Relaciones Internacionales de Harvard
y otras universidades .
Tras cuatros días de espléndidas
presentaciones e intensos debates, podemos apuntar que el mundo se enfrenta a
turbulencias, pero no mayores que en otras épocas. La crisis de deuda que
sufrimos está siendo una de las más intensas que se recuerdan, pero gracias al
conocimiento y mejor control de la economía se puede sortear mucho mejor que en
otros momentos. En Europa la inexistencia de unión fiscal dificulta una salida
más rápida.
Finalmente, el realismo político
ha vuelto a la escena internacional. El mundo actual vive bajo el sistema
económico de libre mercado, libertad privada y sujeto a dos sistemas políticos
básicos: uno de democracias liberales (libertades públicas) y otro de autoritarismos
(falta de libertades públicas). Estados Unidos y Europa en un lado y China y
Rusia en el otro. El referéndum escocés era motivo de comentarios y discusiones
permanentes. Todos coincidían, y nosotros con ellos, en el enorme alivio para
Europa y el resto del mundo del no escocés a la secesión. El mundo camina hacia
fronteras más grandes e integración, no al revés.
Joseph Nye, que fue deán de la
Harvard Kennedy School, asesor de varios presidentes estadounidenses y padre
del soft power, nos alertaba sobre la transición del poder del oeste al este,
pero principalmente del paso del poder de los estados hacia los actores no
estatales.
Francia e Italia necesitan
reformas económicas y financieras profundas que siguen sin ser realizadas
¿Cuál es el ciclo de vida de un
país? El de una persona lo sabemos, pero no en el caso de un país. Estados
Unidos seguirá jugando un papel relevante en el nuevo orden internacional, pero
cambiará el modo en que se relaciona con los otros actores. Así será muy importante
el papel que Europa debe jugar en el orden internacional y su relación de
partnership con Estados Unidos. A China, que parece el gran gigante que viene,
le faltan muchas décadas hasta alcanzar el grado de superpotencia general
(renta per cápita, universidades, distribución de la riqueza, tecnología,
atractivo inmigrador, diversidad cultural...). Rusia está claramente en
declive. Europa debe y puede jugar un papel estabilizador.
Monica Toft de la Blavatnik
School of Government de Oxford repasó el creciente peso de las guerras internas
en los países, su relación con el territorio y la variable crítica de las
religiones. El profesor Ignatieff, reciente candidato a las presidenciales
canadienses, aportó una comparación muy sugerente entre Rusia y China. Aunque
parezca contradictorio, la libertad de mercado estabiliza los autoritarismos, y
los sistemas ruso y chino “están aquí para quedarse” con una alianza de
conveniencia donde la rivalidad territorial se une para enfrentarse al liberal
leviatán americano juntos. Y alertó sobre el victimismo que puede justificar
agresiones, generado por el envolvimiento de la OTAN a Rusia o de EE UU y sus
aliados a China.
La actual crisis de deuda es muy
intensa, pero gracias al mejor control de la economía se puede sortear mejor
hoy
La posibilidad de una nueva
guerra fría en el entorno de una globalización necesaria por los autoritarismos
con un orden plural donde se enfrenten las democracias liberales con los
capitalismos autoritarios no parece clara, pero sí nuevas reglas en este nuevo
modelo.
El Director del Weatherhead
Center for International Relations de Harvard, Kaiser alabó el papel de España
en el entorno europeo y su buen hacer en la crisis. Señaló cómo, gracias a la
OTAN, Europa ha sido capaz de crear democracias liberales estables. La
creciente y necesaria interdependencia que tiene Rusia con Europa y el resto
del mundo es el mejor contrapeso a sus veleidades hegemónicas.
El almirante Stavridis, actual
decano de la Fletcher School de la Tuft University y antiguo comandante de la
OTAN, centró su preocupación prioritaria en Irán, Corea del Norte y Siria, pero
también señaló algunas oportunidades: la necesidad de construir puentes –frente
a la construcción de muros de otras épocas–, escuchar más a todos los actores y
creer en la diversidad cultural y formar alianzas. Alabó el excelente resultado
de España en la OTAN y las excelentes relaciones de nuestro país con los
Estados Unidos. Trató de manera muy especial la necesidad de combinar hard
power militar con soft power económico y político” para desarrollar lo que Nye
denomina smart power.
El economista Frieden se refirió
a la actual crisis financiera como la peor de la historia, que está necesitando
de 5 a 7 años (frente a las clásicas que solo requerían de 6 a 9 meses) en
conseguir que se vuelva a crear empleo, siempre y cuando se tomen las medidas
necesarias, Algunos países europeos (Francia, Italia) necesitan reformas
profundas que siguen sin ser realizadas. Criticó a los economistas americanos
que habían aconsejado, durante las crisis de los países en desarrollo, dedicar
la inversión extranjera a los sectores productivos y no al consumo, pero que
ahora ellos no lo aplican. Y alertó sobre las consecuencias políticas de una
mala distribución de la carga de la deuda tras la crisis y del sentimiento
social de que los que soportan las cargas no son los que se beneficiaron de los
momentos buenos que está generando peligrosos neopopulismos.
Si no resolvemos bien esta
crisis, auguró un fracaso de la integración europea y una próxima crisis aun
más grave que la actual.
Antonio Núñez es Presidente de la
Asociación Alumni de Harvard Kennedy School y Socio de Parangon Partners.
Álvaro Rengifo es Economista del Estado y Presidente de Bombardier España.
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