Los "buitres" del
fútbol, en apuros
AFP - octubre de 2014
Un niño habilidoso sueña ser como
Lionel Messi, un futbolista en ascenso ansía que lo fiche un poderoso equipo
europeo, un club en problemas hipoteca a sus jóvenes figuras: ese es el amplio
y redituable universo donde clavan sus garras los 'buitres' del fútbol.
Alrededor de este deporte que
genera miles de millones de dólares al año se mueven agentes y grupos
empresariales no registrados que se concentran sobre todo en América Latina,
cuna de grandes estrellas...y de grandes privaciones.
La FIFA decidió ponerle el
cascabel al gato: su presidente, Joseph Blatter, anunció que el organismo ha
tomado "la decisión firme" de prohibir la propiedad de los derechos
de los jugadores a terceras partes, tras insistentes reclamos de Michel
Platini, el titular de la UEFA, quien alertó que esa intermediación constituye
"un grave peligro" para el fútbol.
Las cifras globales son enormes:
sólo en 2013 se concretaron 11.938 traspasos internacionales que generaron
3.700 millones de dólares, según datos divulgados por la FIFA.
"El anuncio de la FIFA busca
erradicar a los buitres del fútbol", resumió el experto paraguayo Alberto
Candia a la AFP al elogiar la determinación, que no será de aplicación
inmediata.
Fábricas de talentos
Brasil, con 5.526 transferencias
de jugadores, y Argentina con 2.632, son los países con mayor número de
operaciones a nivel mundial entre 2011 y julio de 2014.
No es casualidad: ambos países
son canteras permanentes de futbolistas, pero con clubes apremiados por deudas
y desmanejos económicos.
En Brasil, cuya liga es la sexta
del mundo tras las cinco grandes europeas, casi el 90% de los jugadores de
primera división tienen sus derechos divididos entre varios propietarios, de
acuerdo un informe de la consultora KPMG.
En un río revuelto, la justicia
argentina investiga una presunta evasión de impuestos en los traspasos de 444
futbolistas, incluso de estrellas como los subcampeones mundiales Sergio 'Kun'
Agüero (hoy en Manchester City) y Javier Mascherano (FC Barcelona).
En cambio el presidente del club
Envigado de Colombia, Ramiro Ruiz, sostuvo a la AFP, en un raro ejemplo en la
región, que "cuando iniciamos relaciones con un jugador establecemos
convenios directamente con las escuelas, los padres de familia y el club",
a menos que sean agentes registrados en la FIFA.
Consagrados y promesas
El extendido menú de esos
intermediarios abarca desde millonarias operaciones con consagrados o jugadores
sin relieve para colocarlos en mercados emergentes, hasta los que recorren
pueblos en busca de niños habilidosos con el sueño de que alguna vez sean como
Messi o Neymar.
Pese a que "nunca hubo tanto
dinero en el fútbol brasileño como ahora, los clubes están muy endeudados. Este
año hay varios equipos de la serie A que están hasta el pescuezo. Es esa mala
situación económica la que hace que los clubes necesiten de los inversores para
contratar", señaló a la AFP en Sao Paulo Eduardo Carlezzo, abogado
especializado en Derecho Deportivo.
Según Carlezzo, "en un primer
momento el impacto (de la medida de la FIFA) va a ser bastante fuerte y
negativo en los clubes brasileños", aunque "en el medio y largo
plazo, va a ser positivo recuperar el 100% de los derechos de los
jugadores".
En Argentina, el otro gran
mercado sudamericano, la medida "va a limitar a los clubes que puedan
adquirir un jugador con la inversión de grupos que de otra forma le harían un
aporte, siempre y cuando los papeles estén bien hechos", dijo a la AFP
Roberto Tesone, representante de jugadores inscripto en FIFA y exdirigente del
club Argentinos Juniors.
Este club es uno de los ejemplos
de los descalabros financieros en instituciones deportivas. Debería ser uno de
los más ricos del mundo si se mide por el nivel de los futbolistas que
surgieron de su cantera como Diego Maradona, Fernando Redondo, Juan Román
Riquelme o Esteban Cambiasso, pero sigue siendo modesto y hoy milita en la
segunda división.
"Los jugadores ya no
responden a sus clubes sino a 'neopatrones' a quienes deben obedecer, varios de
ellos al frente de los clubes deportivos que manejan como su hacienda
particular", dijo Candia, dirigente de fútbol y de transferencias internacionales
de jugadores.
Muchos de esos empresarios
someten al jugador "a un verdadero régimen de esclavitud, porque aseguran
que por tener el derecho sobre el futbolista pueden decidir sobre su
futuro", coincidió Carlos Soto, presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales
de Chile, a la AFP.
Los jugadores, a los que les
prometen dinero como nunca han ganado y les aseguran la gloria, muchas veces
quedan atrapados en una madeja de imposiciones de agentes que los ponen y sacan
de clubes como mercancía, y en ocasiones son víctimas de abandono en lejanos
países.
El futbolista debe tener "la
libertad de negociar, de hablar directamente con los directivos o con un club.
Me parece bien (la decisión de la FIFA) siempre y cuando el jugador tenga
derecho a él mismo", dijo a la AFP Jackson Ibargüen, exjugador de la
selección colombiana Sub-20 en 2004 y víctima de la trata de personas.
Ibargüen, hoy de 29 años, sabe de
lo que habla: fue llevado por un empresario a jugar en Bosnia entre 2008 y
2013, período en los que pese a no recibir pago por su trabajo fue bloqueado
para poder jugar con otros clubes.
O el caso del jugador paraguayo
Diego Mendieta que murió de tifus, solo y abandonado en Indonesia, en diciembre
de 2012. El club Persis Solo le debía cuatro meses de sueldo (9.560 euros) y se
vio obligado a dormir en sitios insalubres e ingerir alimentos en malas
condiciones.
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