La raqueta de tenis se suma a la
revolución electrónica
AFP - marzo de 2014
Después de la madera, el aluminio
y el grafito, la raqueta de tenis da un nuevo paso en su evolución: una versión
"inteligente" a imagen de los 'smartphones', ya comercializada en
Estados Unidos, continúa con su expansión por el mundo.
Con la ayuda de unos sensores
situados en el interior del mango, el producto, idéntico a un modelo
tradicional, funciona como un robot que analiza la potencia del golpeo, la zona
de impacto de la bola, los tipos de golpes realizados, pero también los
efectos, el tiempo de juego, la regularidad, la resistencia...
"Hoy es como si Star Wars
llegara al tenis", celebra Eric Babolat, el máximo dirigente de la empresa
francesa que lleva su nombre y que ha concebido esta 'raqueta inteligente'.
Esta empresa, una de las más
antiguas especializadas en el tenis, está convencido de que "de aquí a
diez años, todos los modelos estarán conectados".
La Babolat Play es la versión
evolucionada de un modelo ya existente, el utilizado por la estrella china Li
Na.
La única diferencia visible con
el modelo tradicional es su color y un diodo azul situado en un extremo del
mango, que parpadea cuando la raqueta se enciende.
Nadal y Tsonga la probaron
Es recargable y compatible con
ordenadores, teléfonos móviles y otras tabletas a través de un cable USB o en
modo bluetooth. Funciona con una aplicación que dirá al tenista, por ejemplo,
cuántas bolas ha golpeado, cuántas eran liftadas o cuántas de otra forma.
La Babolat Play tiene también una
vocación "social", ya que los jugadores podrán comparar su nivel en
internet y lanzar retos a otros rivales.
"Puede ser útil para un
aficionado, pero también para una estrella como Rafael Nadal. Hoy, Rafa puede
tener informaciones gracias a las cámaras que están junto a la pista, pero lo
que ocurre cuando la bola golpea las cuerdas sigue siendo un misterio",
afirma Thomas Otton, director de comunicación de Babolat.
El número uno mundial español y
el francés Jo-Wilfried Tsonga fueron los probadores de un prototipo hace dos
años, durante una exhibición. Eric Babolat espera ahora que una estrella la
utiliza en una competición, ya que desde el 1 de enero esta raqueta está
homologada para los circuitos ATP y WTA.
Sony asociado con Yonex
Hay quien tiene más dudas sobre
su uso por profesionales. Jean-Christophe Piffaut, exconservador del museo
Roland Garros en París y autor de obras sobre tenis, lo ve más para un público
aficionado.
"Los jugadores de alto nivel
tienen un entrenador y disponen de muchas informaciones gracias al vídeo. Creo
que esto sólo vendría a confirmar lo que ya saben", estimó.
Eric Winogradsky, responsable de
alto nivel masculino en la Federación Francesa de Tenis (FFT), está convencido
de lo contrario.
"El cruce de datos es
interesante. Hay que tener las cosas claras: el futuro es ese. Otros deportes
se han adaptado ya. ¿Por qué no tendríamos que aplicar las evoluciones
tecnológicas al nuestro?", se preguntó el exentrenador de Tsonga y Gael Monfils.
Su precio es de 399 euros, el
doble que un modelo clásico, y se espera que pronto tenga competencia en el
mercado.
La empresa japonesa Sony ha
preparado un sensor que podría adaptarse a todos los tipos de raquetas. En mayo
se lanzarán unos primeros modelos, en colaboración con el fabricante Yonex.
Si la idea tiene éxito, la
batalla entre las empresas se desplazará al terreno de ver quién puede aportar
más innovaciones a sus raquetas inteligentes, como ocurre hoy con la telefonía
móvil.
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