Cuestionan en EEUU la venta de un
potente analgésico por la creciente adicción a opiáceos
AFP - miércoles, 12 de
marzo de 2014
La comercialización de un potente
nuevo analgésico en EEUU genera interrogantes entre médicos y grupos de defensa
del consumidor, que estiman que agravará la creciente dependencia a estos opiáceos
responsables de 125.000 muertes por sobredosis en los últimos diez años.
Este medicamento, el Zohydro del
laboratorio Zogdnix, fue aprobado por la FDA, la agencia estadounidense
reguladora de los medicamentos, en octubre de 2013.
En un hecho muy inusual, el
analgésico recibió luz verde a pesar de que un comité de expertos
independientes había recomendado -por 11 votos en contra de dos- no aprobarlo.
La agencia generalmente sigue el consejo de estos comités, aunque no está
obligada a hacerlo.
La decisión ha movilizado a
muchos médicos y organizaciones que luchan contra el abuso de esos analgésicos,
agrupados en la coalición Fed Up (Hartos) "para poner fin a la epidemia de
opiáceos". En una carta dirigida a la directora general de la FDA, la
doctora Margaret Hamburg, piden revisar esta autorización, una posición
compartida por los fiscales generales de 29 Estados y territorios
estadounidenses.
El permiso para comercializar el
Zohydro "tiene el potencial de empeorar nuestra epidemia nacional de abuso
de estos medicamentos -algunos de los cuales son ilegales- porque este
analgésico será el único que contenga hidrocodona pura, un narcótico opioide de
cinco a diez veces más potente que los analgésicos en el mercado que contienen
esta sustancia", señalaron desde Fed Up.
"Aprobar un medicamento que
va a agravar el problema de la adicción es muy chocante", dijo el doctor
Andrew Kolodny, presidente de la asociación de médicos por la prescripción de
opioides de manera responsable, que se sumó a la petición.
Círculo vicioso
La FDA "ha determinado que
el Zohydro ER respetaba nuestros requisitos reglamentarios y que sus beneficios
superan los riesgos cuando se usa como debe ser", aseguró un portavoz de
la agencia en un correo electrónico enviado a AFP.
Los analgésicos como Zohydro son
perfectos para el tratamiento del dolor pocos días después de una cirugía o en
pacientes con enfermedades terminales, con cáncer y que sufren, explicó a AFP
Kolodny.
Sin embargo, estos opioides
"son medicamentos muy malos" para las personas con dolores crónicos,
como dolor de espalda o migrañas, aclaró Kolodny, y señaló que 100 millones de
estadounidenses están en esta categoría, principal objetivo de los laboratorios
farmacéuticos. Este mercado se estima en 9.000 millones de dólares en EEUU.
Como estos analgésicos son
altamente adictivos, cuando se empiezan a tomar por períodos prolongados es
necesario aumentar la dosis para mantener el efecto, creando un círculo vicioso
peligroso, añadió el doctor.
Para este médico, la decisión de
la FDA de autorizar la Zohydro, así como los problemas de dependencia a los
opiáceos desde hace 15 años en EEUU, refleja la "influencia demasiado
grande de las empresas farmacéuticas en las decisiones de la FDA, en especial
en la división analgésicos".
En octubre, el Washington Post
publicó correos electrónicos que mostraban que las compañías farmacéuticas
habían pagado decenas de miles de dólares a algunos centros médicos
universitarios para asistir a reuniones internas de la FDA durante las cuales
se habían decidido los criterios de aprobación de nuevos analgésicos, recordó
Kolodny.
Dos senadores iniciaron una
investigación e instan a la FDA a explicar sus razones en una carta conjunta
enviada el 26 de febrero, en la que describen esta información como "muy
preocupante".
La FDA dijo en un comunicado
"tomar estas preocupaciones muy en serio", pero afirmó "no tener
conocimiento de ninguna irregularidad".
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