Como en película de acción,
policía simula maniobras de rescate en estadio del Mundial-2014
AFP - jueves, 20 de marzo
de 2014
En helicóptero, vestidos de negro
y fuertemente armados, la policía de Brasilia simuló este miércoles operaciones
de rescate en el estadio Mané Garrincha, una de las 12 sedes del Mundial-2014,
en maniobras que forman parte de un entrenamiento con Alemania.
Se recrearon dos
"situaciones de riesgo extremo". En una de ellas, como en las
películas de acción, un francotirador mata al agresor de una autoridad
internacional invitada al puntapié inicial de un partido. Enseguida entran 12
oficiales para proteger el perímetro hasta que la personalidad aborda un
helicóptero que desciende en el medio del campo, indicó la secretaría del
Distrito Federal en su sitio web.
También se simuló el rescate de
un periodista. Tres sujetos armados fueron simuladamente muertos a tiros y un
cuarto con un cuchillo que fue inmovilizado por los policías.
Los policías --miembros de
batallones de élite-- entrenaron también maniobras de descenso con cuerda desde
el helicóptero.
El entrenamiento forma parte de
un intercambio de experiencias entre policías de Brasil y Alemania, indicó la
Secopa.
"Alemania es pionero en
operaciones especiales (...) el país organizó la Copa en 2006 y desarrolló
acciones específicas en sus estadios", indicó el teniente del Batallón de
Operaciones Especiales (BOPE), Rogerio Nogueira, que comandó la demostración.
Las fuerzas del orden sólo
actuarán dentro de los estadios en situaciones de extremo peligro. Durante el
Mundial, la seguridad estará a cargo de vigilantes privados.
Brasil no es un blanco terrorista
pero la seguridad durante la Copa del Mundo está preparada para lo peor, dijo
el ministro de Defensa, Celso Amorim, en una entrevista publicada por la
revista Istoé hace 10 días.
Con todo, unos 170.000 policías y
militares serán desplegados en las 12 ciudades sedes para garantizar la
seguridad del torneo.
Más allá de amenazas terroristas,
las autoridades encuentran un alto potencial de amenaza contra la seguridad del
torneo en las manifestaciones callejeras --una constante en el país--, huelgas
y delincuencia urbana.
En junio de 2013, durante la Copa
Confederaciones, cerca de un millón de personas salieron a las calles a pedir
mejoras en salud, educación, transporte, y a reclamar por los excesivos gastos
para el Mundial.
Las manifestaciones han
continuado a menor ritmo e intensidad en las principales ciudades brasileñas,
aunque muchas veces terminan con actos de violencia protagonizados por el grupo
radical Black Bloc, y con choques con la policía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario