Estados Unidos: el imperio que
cae
Forbes - viernes, 28 de
marzo de 2014
En entrevista, el profesor Antal
Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, explica que no
puede existir un capitalismo auténtico en el que el llamado “Estado del
Bienestar”, es un descarado esquema “Ponzi” en el que se esclaviza a las
futuras generaciones que pagarán sus costos, y su deuda, en beneficio de
generaciones actuales.
Esta semana el profesor Antal
Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, nos concedió una
amplia y profunda entrevista. En ella se abordaron temas económicos diversos
como qué es el dinero, la función monetaria de los metales preciosos (oro y
plata), las consecuencias inevitables del abandono del patrón oro, entre otros.
Fekete explicó que el error de
Ludwig von Mises –uno de los miembros más prominentes de la “vieja escuela”, y
sus seguidores, fue alejarse de las enseñanzas del fundador original: Carl
Menger.
En este sentido, manifiesta
también una abierta oposición a las corrientes keynesiana y monetarista al
estilo Friedman. Las acusa de haber provocado una desestabilización de la
estructura de la tasa de interés que era estable antes del abandono del patrón
oro. En su opinión, estas corrientes económicas lograron convertirse en las
predominantes en el planeta gracias a su demagogia, pues “están diseñadas para
apelar a nuestro sentido de la justicia: el antídoto contra la miseria en medio
de la abundancia”. Se aprovechan así del “terriblemente bajo nivel de educación
basado, como lo es, en la envidia”.
Señala que así Keynes cautivó a
Roosevelt, y Friedman a Nixon. “Estos dos presidentes estuvieron felices de
pisotear la Constitución de los Estados Unidos”. Como resultado, el patrón oro
fue destruido y el dinero fíat, irredimible, fue impuesto a los ciudadanos
americanos en 1933, y más tarde en 1971, a todos los habitantes de la Tierra.
De este modo, Fekete explica que
no puede existir un capitalismo auténtico en el que además el llamado “Estado
del Bienestar”, es un descarado esquema “Ponzi” en el que se esclaviza a las
futuras generaciones que pagarán sus costos, y su deuda, en beneficio de
generaciones actuales.
Por eso es indispensable que
transitemos al uso de la moneda de oro y plata, sin tener que desafiar la
autoridad de los bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos
(Fed). La solución es que en cada país se abriera la Casa de Moneda a la gente
para la libre acuñación de monedas en estos metales preciosos.
Si se hiciera, propone el
profesor, las minas de todo el mundo acudirían a entregar su producción a
cambio de Letras Reales de Oro, pagaderas en la moneda estándar en 91 días (el
tiempo que toma refinar y acuñar las monedas). Las minas a su vez subastarían
sus Letras de Oro al mejor postor, es decir, el que ofreciera el descuento más
bajo respecto al valor facial de las mismas. “De esta manera se establecería
una tasa de descuento de oro creíble, que no está manipulada por los bancos
centrales y el sistema bancario”, señaló. Lo mismo podría hacerse con la plata
y se proporcionaría así un financiamiento alternativo para el comercio de otros
productos de primera necesidad. Esta nueva “monetización” recapitalizaría la
economía mundial.
Una vez que el monopolio de los
bancos centrales se haya roto, agrega Fekete, “se dejaría a la gente decidir si
quieren dinero de papel o si quieren monedas de oro a cambio de sus bienes y
servicios”.
Considera que estas letras
respaldas en oro contante y sonante comenzarán a circular de forma espontánea,
y que si no ha sucedido todavía, se debe a que los países inconformes con el
petrodólar, lo único que quieren es elevar su divisa a nivel de moneda de
reserva para reemplazarlo.
Por otra parte, advierte una
posible conspiración para desmonetizar la plata en el siglo XIX, 100 años más
tarde al oro en 1973, y así encumbrar al dinero fíat.
Sobre lo que es dinero, comentó
que Menger llamó así a la moneda estándar acuñada en metales preciosos
monetarios, oro y plata. Esto gracias a que ambos ocupan el primero y segundo
puestos como las mercancías más mercadeables de todas, gracias a que su
utilidad marginal desciende a la tasa más baja respecto de las demás. Cabe
añadir que todo este proceso lo detalló el propio Menger en su obra El Origen
del Dinero.
Fekete abundó también sobre la
diferencia entre dos conceptos que se confunden con frecuencia: precio y valor
del oro. Reprocha que los medios de comunicación hablen de variaciones en el
“valor” del oro. En lugar de decir que el oro “ha subido”, deberían reconocer
que en realidad es el valor del dólar y las demás divisas el que se ha
desplomado. A los ojos de las personas precio y valor del oro son lo mismo, y
eso “es exactamente lo que los manejadores del dólar irredimible quieren que la
gente crea.” Sin embargo son diferentes. “El valor del oro (al ser la mercancía
dinero, o sea la más mercadeable de todas) es constante mientras que su precio
cambia, lo que significa que el valor del dólar cambia”, algo que por supuesto
se quiere ocultar, pues tiende a cero. Estados Unidos es pues, una especie de
“nuevo Imperio Romano” que cae, asegura.
Las aportaciones del profesor
Fekete en esta entrevista son enormes y no se alcanzarían a cubrir por completo
en este artículo. Quedan pendientes muchos temas como los efectos de la masiva
impresión monetaria de dólares de la Fed, el peligro de deflación en el mundo,
la falsedad de la Teoría Cuantitativa del Dinero, qué es la Base y Cobase del
Oro, la “backwardation“ de éste y varios más.
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