Rompe 4 creencias que impiden tu
éxito financiero
Forbes - viernes, 14 de
marzo de 2014
Con el fin de generar conciencia
sobre lo que aprendemos culturalmente, hice este ejercicio de análisis para
ofrecerte las cuatro frases (creencias) más arraigadas en la cultura popular,
mismas que dificultan u obstaculizan a nivel mental la posibilidad de actuar en
favor del éxito económico.
Recuerda que, aún sin saberlo,
nuestras acciones son resultado de lo que pensamos y creemos.
1. “Pobres pero honrados”
Esta frase, resultado de todo un
esquema cultural, plantea la idea que hay que permanecer sin dinero para
conservar algún tipo de valía, rectitud e integridad. ¡Ja! Cómo si no existiera
ningún millonario con rectitud e integridad. Creencias, falsas creencias.
Detrás de esta idea apuntamos
también búsquedas de valor que señalan al rico como una persona “mala” o el
“ladrón de cuello blanco”, juicios que establecen algunas personas.
Recuerdo en la Universidad la
frase: “Su papá ha de ser narco” de un compañero, al ver bajarse a otro
compañero de un coche lujoso. Con este tipo de ideas, las personas coartan la
posibilidad de abrirse a un mundo distinto.
Pues sí algo es cierto, es que
las generalizaciones no son certeras en la realidad. Pareciera que más bien
somos la suma de un montón de excepciones, cada uno distinto y único. Las
generalizaciones sólo existen en la injusta boca del obtuso mental.
2. “El dinero no hace la
felicidad”
Si bien esta frase puede resultar
cierta para muchos, también imposibilita a otros, frenándolos inconscientemente
en la búsqueda del éxito financiero, pues contraponen dos cosas que quieren en
un mismo nivel, generando así un conflicto.
Para mí, la felicidad depende del
índice de disfrute personal. Pero hay una realidad que quiero plantearles:
Sencillamente pregúntate:
¿Prefieres ser feliz rico o ser feliz pobre? ¿Quizá estas ideas no están
peleadas? ¿Quizá el único lugar donde pelean es en tu mente?… No sea que estés
tomando la frase: “El dinero no hace la felicidad” como excusa para no hacer
dinero.
3. “El dinero no crece en los
árboles”
Una frase que me encanta
destrozar.
Sólo debo decirte que tú también
la destrozarías después de haber entrado a la planta de papel de Kimberly Clark
en los noventas.
Si bien es cierto que el dinero
es papel y el papel moneda es dinero, quizá lo que nos ayude, por fin, a
dejarnos de estupideces, sea el echar ojo de cómo el dinero sí crece en los
árboles, y abrir un poquito más nuestro campo de visión. Para verlo de
“cerquita”, sólo se requiere de dos lentes de aumento: trabajo y
transformación.
4. “Es más fácil que un camello
pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos”
Posiblemente la frase de más peso
relacionada al dinero en la historia de la humanidad.
Una frase que por
descontextualizarla ha tenido un peso y poder en contra de la acumulación de
riqueza a lo largo de la historia, y
que, sin saberlo, se encuentra permeada en el inconsciente colectivo. Esta
frase mencionada en La Biblia ha sido mal comprendida.
Contextualicemos: el ojo de la
aguja en la actualidad nos remite a ese objeto puntiagudo que nos ayuda a coser
un botón, cuando en realidad a lo que debería remitir es a las pequeñas puertas
que estaban en los portones de las ciudades amuralladas, portones que, después
de cierta hora, cerraban para sólo dejar el paso a las personas, por los “ojos
de las agujas”, esas puertecillas
pequeñas, donde las personas debían dejar los camellos y las alforjas
fuera de la ciudad, desprendiéndose de sus posesiones, para ingresar.
Es altamente probable que éste
sea el verdadero contexto de la frase, misma que remitía al desapego de lo
material para entrar al reino de los cielos. Pero nadie habló de no poseer
mientras estamos vivos: hablaba del desapegarse una vez que partamos. Si bien
es cierto que al final no nos llevaremos nada material, eso no necesariamente
tacha la posesión de riquezas.
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