La oportunidad del “no”
Forbes - jueves, 27 de
marzo de 2014
Hay personas que dicen “no” de
forma casi automática, como una forma de protegerse de los riesgos. Cambiar el
“no” por un “sí” es posible, te decimos cómo.
Hay un libro muy famoso que se
llama Obtenga el Sí/ Getting to Yes: El arte de negociar sin ceder. Se trata de
cómo negociar a través de principios, de separar las necesidades “fijas” de la
necesidades “flexibles” con el fin de cerrar una negociación exitosa y obtener
un “sí”. ¿Has oído del BATNA (Best Alternative To Negotiated Agreement/ la
mejor alternativa a un acuerdo negociado) o en separar la persona del problema?
Estas ideas se originaron en este impactante libro.
Obviamente, para obtener el “sí”
hay que cambiar el punto de vista del “no”. Seth Godin, escritor y experto en
marketing moderno, habla de que todo viene de “no” y la importancia de abordar
el “no” antes de bombardear nuestro socio, cliente o inversionista, con
información en favor del “sí” (link en inglés).
Hay personas que dicen “no”
porque no tienen tiempo, no están interesadas, están molestas o responden
naturalmente a un “riesgo” (algo nuevo) del exterior con una negativa casi
refleja. Lamentablemente, vivimos en un ambiente del “no”; desde pequeños
aprendemos el “no” de las autoridades: padres, profesores, familia etcétera.
Pero ¿cómo se puede cambiar el “no” e introducir un “sí” cuando algo vale la pena? Con fe, perseverancia y
humildad.
En mi artículo “¿Qué tienen en
común la pesca y los negocios?” comparo las cualidades que uno necesita para
ser exitoso en negocios internacionales con las que se encuentra en la pesca:
fe, perseverancia y humildad.
Si tomamos el “no” con humildad y
trabajamos con perseverancia para entender de dónde viene el “no” estaremos
frente a una oportunidad de aprendizaje, colaboración y mejora para todas las
partes involucradas. Es como una jugada dentro de cualquier deporte, la que demuestra visión y acción –y
no se queda en el impasse o el “no”– es la que gana. Wayne Gretsky, el atleta
de mejor puntaje en la historia de la Liga Nacional de Hockey canadiense,
decía: “un buen jugador de hockey va donde está el disco, un gran jugador de
hockey va donde estará el disco”.
Es difícil cambiar un “no” por un
“sí” con datos, presentaciones y descuentos. Tal vez, conversando del “no” se
puede dar cuenta que esta persona no es el cliente ideal o que necesita otro
servicio o producto o que tiene otras preocupaciones que no tienen nada que ver
con tu propuesta. Hay que hablar del “no” para entender las intenciones del
cliente y para poder contemplar –juntos– como sería un “sí”.
Un “no” es una oportunidad de
obtener el “si” junto con valiosa información y engagement del cliente hacia
una relación de negocios más sólida y fructífera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario