Cuenta historias y gana dinero
Forbes - jueves, 27 de
marzo de 2014
Muchas marcas desarrollan
rituales que permitan al consumidor
potencializar la experiencia de consumo y hacerla más deseable en el
futuro.
El ser humano recuerda más
historias quesegmentos aislados de información; el antes y el después, el
principio y conclusión de un momento específico hacen coherente un fragmento
intermedio. La memoria del ser humano archiva con mayor contundencia
historias, ya que éstas te permiten no sólo activar la memoria auditiva sino
visual, sobre todo porque las historias motivan la imaginación.
Cuando la historia contiene
emociones y adicionalmente es empática con un momento de tu vida, ésta provoca
emociones y se pega en la memoria con más fuerza; recuerda que las emociones
son el pegamento de la memoria, ya que activan la síntesis proteínica necesaria
para la memoria de largo plazo.
Para que un mensaje tuyo, de tu
producto o empresa sea atractivo y recordado para tu audiencia, es necesario
que construyas una historia alrededor de éste. En la primera página del menú de
muchos restaurantes encuentras la historia de éste o de sus dueños. Las marcas
de lujo te cuentan su historia, y lo primero que una mujer le pregunta al
hombre que conoce es: ¿quién eres? y ¿qué haces?, esperando que éste le cuente
la historia de su vida.
Por ello es muy fácil aprender
canciones que llevan una historia, en comparación con aquellas que se hacen de
fragmentos sin conexión. Por ello, también, cuando contamos algún momento de
nuestro pasado, nos resulta más fácil contar toda la historia que sólo un
fragmento; además de que si lo cantamos así, será más memorable para la persona
que la escucha.
¿Qué recuerdas más: cómo se come
una galleta Oreo o cualquier otra galleta? Claro, lo primero, ya que comer una
galleta Oreo vive en nuestra mente como una historia; tiene un antes
(introducción), un intermedio (clímax) y un después (conclusión): tomar la
galleta, ver sus tres partes —tapa superior, inferior y centro de crema—,
quitarle una tapa, saborear la crema, comerte una tapa y comerte el resto. La
historia de consumir un producto o vivir una experiencia de servicio también
suele llamarse el ritual de consumo.
Muchas marcas están innovando en
desarrollar rituales, en torno a historias, que le permitan al consumidor potencializar
la experiencia de consumo, hacerlo más memorable y deseable en el futuro.
Disney, aún cuando es un parque
lleno de personajes y juegos como muchos otros, vive en la mente de la gente
como una historia de fantasía llena de rituales mágicos, familiares y de
alegría. Todos podrían contar la historia de Jobs y la historia de Coco Chanel.
Algunos aspectos
fundamentales para identificar o crear
un ritual que será poderoso en la mente
de los consumidores son:
Secuencia. Todo ritual debe tener
una secuencia o etapas, cada etapa tiene que tener su elemento o momento
crucial.
Participación activa. El ritual
debe involucrar al cliente, él o ella tienen que ser parte de la historia.
Sentidos. Cada etapa del ritual
tiene que estar ligada a un sentido, ver, tocar, probar, oír u oler algo.
Involucrar los sentidos te permitirá activar la imaginación, generar emociones
y potencializar el recuerdo.
Algo físico para recordar. En la
mayoría de los rituales, el cliente se queda con algo físico que le extiende
la vida al ritual en su mente, algo tangible que detone en tu mente nuevamente
la historia.
Misterio o sorpresa. Cuando el
ritual o historia alrededor de tu producto tiene un momento o elemento
sorpresivo, que pocos conozcan o misterioso, provocará mayor atención y
viralización; la gente querrá platicarlo o contarlo.
Compañía. En la medida en que más
personas cercanas a ti participen del ritual, éste se vuelve más poderoso, ya
que la compañía provoca sentimientos afectivos y de pertenencia..
Una gran forma de innovar es
crear un ritual de consumo de tu producto o una historia detrás de éste. No es
caro, aunque sí requiere mucha creatividad de tu parte. Una vez que lo tengas,
tendrás que ser constante, congruente y contundente para lograr la credibilidad
del público. Tu reputación es tu historia, constrúyela y cuídala como lo más
valioso que tienes.
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