El mercado petrolero busca adaptarse al exceso
de oferta
El Cronista - octubre de 2014
Los buques petroleros vienen trazando rumbos
inusuales. Una flota en constante expansión está transportando petróleo shale
(no convencional) estadounidense desde el Golfo de México hacia las provincias
atlánticas de Canadá, sin pasar por las refinerías norteamericanas en el
camino. Mientras tanto, los buques petroleros cargados de crudo pesado del
oeste de Canadá se dirigen a Europa.
Y, en América del Sur, los cargamentos desde
Venezuela y Colombia, que alguna vez pudieron haber navegado hacia la costa del
Golfo, están en ruta hacia China.
Estas insólitas rutas demuestran que los
productores y las comercializadoras ahora tienen que esforzarse más para vender
sus barriles en un mercado inundado de crudo. El exceso de oferta, a pesar de
los temores sobre el impacto que podrían tener en los mercados de energía los
conflictos en Irak y Ucrania, está bajando los precios y alentando la búsqueda
de nuevos puertos de escala –decisiones que tienen eco en todo del sistema
mundial de petróleo.
Desde que alcanzó los u$s 115 el barril en
junio, el petróleo Brent, la referencia internacional de crudo, cayó casi 20%.
A fines de la semana pasada cotizaba a u$s 91,48 el barril, su nivel más bajo
desde 2012.
La fuerte caída de los precios refleja un
mercado que tiene dificultades para digerir la abundante oferta. El auge de la
producción de shale oil elevó la producción estadounidense a sus niveles más
altos en 28 años a expensas de las importaciones, que están cayendo
drásticamente. Nigeria no le vendió ni un sólo barril de petróleo a EE.UU. en
julio –un giro asombroso, teniendo en cuenta que el país africano hace sólo
cuatro años, era uno de los cinco principales proveedores de petróleo de
Norteamérica.
Y, si bien EE.UU. sigue siendo un importador
neto de crudo, el flujo de petróleo ligero de alta calidad procedente de sus
yacimientos de shale está produciendo un exceso que en parte sale del país. Por
ejemplo, las exportaciones de petróleo crudo de EE.UU. actualmente se
encuentran en sus mayores niveles desde la década de 1950, y prácticamente todo
se exporta a Canadá.
Al mismo tiempo, la OPEP elevó los volúmenes al
máximo en casi dos años porque Libia ha regresado al mercado. También Rusia
viene bombeando mucho petróleo.
La demanda está mostrando señales de
debilitamiento, tanto estacional como estructural. Ahora que ha concluido la
temporada estival en la que se hace usan más los automóviles en EE.UU., la sed
de las refinerías de crudo está disminuyendo y la desaceleración de la economía
de China sugiere que el crecimiento de la demanda caerá en el segundo mayor
consumidor de petróleo.
Los barriles de Rusia, América del Sur, África
Occidental, Medio Oriente y el Mar del Norte están compitiendo entre sí para
encontrar nuevos compradores sobre todo en Asia –que, según David Hufton de la
agencia de corretaje PVM, es el único mercado de crecimiento para el petróleo y
del cual "todo el mundo quiere una parte"
Por ejemplo, Nigeria ha aumentado las
exportaciones hacia los cuatro mayores importadores de petróleo de Asia –China,
Japón, India y Corea del Sur– en más del 40% en lo que va del año con respecto
al nivel del año 2013, según Platts.
Y Nigeria no es el único país. "Hay una
verdadera lucha por ganar mercado. Parte de este crudo procedente de la cuenca
del Atlántico y que no va hacia EE.UU. tiene que labrar su camino hacia Asia
mediante precios atractivos", dice Giovanni Serio, jefe global de
investigación de Noble Group, comercializadora de materias primas con sede en
Hong Kong. "Este cambio en los flujos de comercio presiona a los sauditas
en una región donde no pueden darse el lujo de perder participación de mercado
a largo plazo".
Por lo tanto, no sorprendió la semana pasada
que Arabia Saudita bajara los precios del petróleo para los clientes en Asia.
Estas tensiones son también evidentes en el
flujo del comercio y las rutas de los buques petroleros. En lo que va del año
hasta julio, las exportaciones de crudo colombiano hacia EE.UU. se contrajeron
un tercio hasta los 200.000 barriles diarios en comparación con el mismo período
de 2013, según la Administración de Información sobre Energía. Al mismo tiempo,
las cifras de Clipper Data muestran que las ventas de Colombia a China se han
más que duplicado hasta los 130.000 barriles diarios.
"Las exportaciones de América Latina hacia
China en las últimas seis a ocho semanas fueron excepcionales. Eso se debe a
que los cargamentos venezolanos y cargamentos colombianos no tuvieron cabida en
EE.UU.", contó Abudi Zayn, director de operaciones de Clipper Data. Si los
precios siguen cayendo, la pregunta es cómo reaccionarán los productores. Por
ahora, sin embargo, todos los ojos están puestos en la OPEP, que se reúne en
Viena en noviembre. Aunque su secretario general ha dicho que espera que el
grupo reduzca su meta de producción de petróleo, muchos comentaristas se
muestran escépticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario