Final de la Champions: el partido
que puede alterar el Mundial
Associated Press - jueves, 22
de mayo de 2014
La Liga de Campeones enciende las
alarmas en tres de las grandes selecciones europeas, que cruzan los dedos ante
la final de Lisboa.
España, Portugal y Francia
podrían ver seriamente alterados sus planes a escasos 20 días del arranque del
Mundial de Brasil. El castigo físico con el que Real Madrid y Atlético de
Madrid llegan al tramo decisivo de la temporada condiciona las horas previas al
partido del sábado. Sin que todavía esté claro quien está disponible y quien
no, porque los dos equipos esconden sus cartas.
Por nombre y peso, Portugal es la
que más se juega con las dudas de los madridistas Cristiano Ronaldo y Pepe. En
Francia, se trata de Karim Benzema. Mientras que España contiene la respiración
por el hispano-brasileño del Atlético, Diego Costa. Los cuatro futbolistas
arrastran problemas musculares que podrían apartarles del Mundial si arriesgan
más de la cuenta.
Cristiano, por ejemplo, dijo el
martes que estará disponible, pero el miércoles se le vio salir de una clínica
madrileña tras pasar una revisión en su maltrecha pierna izquierda, que ya le
privó de la final de Copa del Rey contra el Barcelona en abril. Pepe se dañó el
gemelo izquierdo hace dos semanas y también es duda. Al igual que Benzema,
lastimado en el abductor izquierdo.
Mención aparte merece el caso de
Costa, que viajó a Belgrado para tratar su lesión en el muslo derecho con un
revolucionario tratamiento de placenta de yegua.
"Diego Costa nos tiene en
ascuas", dijo el seleccionador español Vicente del Bosque, quien
facilitará la lista de 23 convocados un día después de la final. "La
medicina ha avanzado mucho, pero cada lesión tiene su tiempo mínimo. Veremos qué
pasa".
Tanto Carlo Ancelotti como Diego
Simeone son técnicos que han sido futbolistas y saben lo que está en juego.
Ambos reconocieron durante la semana que no alinearán jugadores en riesgo de
lesión. Otra cosa es que puedan pelear contra el deseo de sus principales estrellas.
"Estoy convencido de que no
es un partido para jugar al 80% y necesitamos jugar con gente que esté
bien", dijo Simeone sobre Costa, sin descartarlo de la titularidad.
"Para muchos de estos
jugadores no es el último partido de la temporada", reconoció Ancelotti
sobre la cercanía del Mundial. "Podemos entender que un jugador no esté al
100%, pero si hay riesgo de lesión es mejor dejarlo fuera".
Las dudas físicas están
condicionando esta final europea inédita entre dos clubes de una misma ciudad.
El único derbi madrileño en la Copa de Europa fue en las semifinales de 1959,
en las que se impuso el Madrid de Alfredo Di Stéfano. Se espera que decenas de
miles de madrileños visiten la cercana Lisboa para seguir el encuentro, que se
disputa en el estadio de la Luz del Benfica.
El Madrid regresa a la final de
la Copa de Europa después de 12 años de sequía continental con el objetivo
entre ceja y ceja de sumar su ansiado décimo título. Mientras que el Atlético
de Simeone, con un presupuesto cuatro veces inferior, aspira a su primera
corona europea tras proclamarse campeón de Liga y asombrar a medio mundo con su
fútbol de raza.
Madrid y Atlético se han
enfrentado cuatro veces esta temporada con dos victorias madridistas, ambas en
eliminatoria semifinal de Copa del Rey, un triunfo rojiblanco y un empate. En
la campaña europea, el Atlético es el único club invicto de la competición y
eliminó a Milan, Barcelona y Chelsea. Mientras que el Madrid, máximo realizador
del torneo con 37 dianas, se deshizo de sucesivamente de los alemanas Schalke
04, Borussia Dortmund y Bayern Munich.
"No hay secretos para este
partido", dijo Ancelotti. "Los dos equipos se conocen muy bien. Será
un partido igualado. Sabemos muy bien que jugamos contra un equipo muy sólido
que trabaja muy bien".
"Va a ser un partido muy
parejo", aseguró Simeone. "Ellos tienen mejores jugadores
individualmente, nosotros llegamos con una motivación importante y ellos con un
deseo importante".
Por si el azahar pudiera inclinar
la balanza, el Madrid, por ejemplo, pidió volar a Lisboa con la misma
tripulación de Iberia que llevó el equipo a Munich el día de la victoria por
4-0 en suelo alemán. La aerolínea española no dudó en conceder el deseo.
Al margen de incógnitas y
supersticiones, la única baja segura, por sanción, es la del mediocampista Xabi
Alonso, una de las piezas más importantes del Madrid. Ancelotti no ha desvelado
quien sustituirá al español. Pero la plaza se la disputan el joven Asier
Illarramendi y Sami Khedira, quien sale de una lesión de rodilla que lo marginó
durante largo tiempo y apenas ha disputado algunos minutos esta temporada.
La victoria del Madrid culminaría
el segundo proyecto de Florentino Pérez, iniciado en 2009, y en el que se
calcula ha invertido más de 600 millones de dólares en fichajes. Para el
Atlético sería un triunfo impredecible a principio de temporada e histórico,
cuando se cumplen 40 años de su única final de Copa de Europa, que perdió
contra el Bayern Munich.
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