Brasil en combate contra el
turismo sexual en la Copa del Mundo
AFP - viernes, 16 de mayo
de 2014
Adriana de Morais recorre
incansable las calles y discotecas de la ciudad brasileña de Natal a las
puertas de la Copa del Mundo. Funcionaria de los juzgados de menores, tiene
junto a su equipo la misión de rescatar a niños y adolescentes atraídos a la
prostitución.
Brasil busca atacar de frente la
explotación sexual y el tráfico de menores, que cuenta con un historial
lamentable en el país y que se teme podría empeorar durante el Mundial que
comienza el 12 de junio en Natal (noreste) y otras 11 ciudades brasileñas.
"Existe una preocupación en
relación a la Copa del Mundo porque hay mucha gente que viene de fuera" en
busca de turismo sexual, dice de Morais.
Tainá es la protagonista de uno
de esos casos: entró en la prostitución a los 10 años, en Natal.
"Mi compañera y yo íbamos a
Ponta Negra [un barrio turístico de Natal], esperábamos que los coches pararan,
nos subíamos. Muchos eran extranjeros, pocos brasileños", explica a la AFP
esta joven que hoy tiene 18 años.
Con orgullo, cuenta cómo ha
dejado la prostitución y estudia hotelería gracias al programa gubernamental
"Vira Vida" (Cambia de Vida).
Brasil carece de datos sobre la
explotación sexual infantil, pero apenas en 2013, el teléfono Disque 100 del
gobierno recibió 124.000 denuncias de violaciones de derechos de menores, de
los cuales un 26% de violencia sexual.
Una buena porción de las
denuncias se concentra en el pobre y turístico noreste del país, durante años
un puerto de turistas en busca de niñas y jovencitas atraídas a su vez por la
esperanza de escapar de la miseria.
- El riesgo de la Copa -
El gobierno de la presidenta
Dilma Rousseff -una exguerrillera en la dictadura- ha emprendido en los últimos
años una cruzada contra la violencia de género, la explotación sexual de
menores y el tráfico para la prostitución, que llegó a ser el tema de la
reciente telenovela de TV Globo "Salve Jorge".
Al acercarse la Copa del Mundo,
autoridades, ONGs y empresas han lanzado masivas campañas.
"Un gran evento atrae factores
que aumentan el riesgo para los menores: tenemos un aumento de turistas y del
consumo de alcohol, en un momento en que los niños no estarán en la escuela
porque serán vacaciones escolares", explica a la AFP Tatiana Akabane, de
la ONG Childhood, que intenta aplicar en Brasil las experiencias de los
Mundiales de Alemania-2006 y Suráfrica-2010.
Brasil espera la llegada de
600.000 turistas extranjeros y el desplazamiento interno de tres millones de
brasileños por las 12 ciudades sede del Mundial. Muchos son europeos, y la
Unión Europea apoya esos programas de prevención, dice la embajadora de la UE
en Brasil, Ana Paula Zacarias.
"Todo turista que llegue a
Brasil sabrá que la explotación sexual infanto-juvenil es un delito, lo verá en
propagandas en el avión, en el aeropuerto, estaciones, hoteles", explica a
la AFP el coordinador de protección a la Infancia del ministerio de Turismo,
Adelino Neto.
El gobierno también vigila
internet y publicidades que vinculen a Brasil con sexo. En febrero, el gobierno
ventiló su ira contra unas camisetas de Adidas que fueron finalmente retiradas
de la venta: en una de ellas, un corazón que leía "I Love Brazil"
sugería las nalgas de una mujer en tanga; en otra, una mujer en bikini y balón
en mano decía "Looking to score" (esperando marcar un gol).
"Brasil está feliz de
recibir turistas que llegarán a la Copa, pero también está listo para combatir
el turismo sexual", reaccionó Rousseff en su Twitter.
- A la caza del turista -
Prostitutas y prostitutos
reclaman en tanto su derecho a beneficiarse de la masiva afluencia de turistas
y se oponen a los términos de la presidenta al condenar el "turismo
sexual".
"Si va a haber más turistas,
y todos van a ganar con ello, los hoteles, las aerolíneas, los comercios, ¿por
qué no pueden ganar también las prostitutas?", lamentó Roberto
Chateaubriand, coordinador de la organización Davida (De la vida), que promueve
los derechos de las prostitutas.
"Nosotros también nos
oponemos a la explotación de menores. Pero el gobierno ha querido superponerlo
todo como si explotación sexual de menores, tráfico y prostitución adulta
fueran lo mismo", dijo.
En Belo Horizonte (sureste), otra
de las 12 sedes del Mundial, muchas prostitutas se preparan con un curso de
inglés para recibir a los turistas.
"El año pasado, la Copa
Confederaciones fue muy buena para nosotras, y esperamos que el Mundial sea
mejor", dijo a la AFP Cida Vieira, de 47 años, prostituta desde hace más
de 20 años y presidenta de una asociación gremial que defiende a las
prostitutas y lucha contra el trabajo de menores en esa área.
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