¿Las empresas realmente pueden
dejar de contaminar?
Forbes - jueves, 15 de mayo
de 2014
Para 2050 requeriremos los
recursos naturales equivalentes a 2.3 planetas. Esta tendencia es insostenible.
El sector empresarial debe ser el
movilizador de la sociedad civil y el sector público en la solución de desafíos
ambientales. Para esto, es fundamental que las organizaciones incorporen metas
ambientales dentro de sus estrategias de negocios que les permitan mejorar la
gestión de su impacto y reducirlo. Además, es necesario que influyan
directamente sobre sus colaboradores, cadena de suministros y distribución,
clientes, comunidad y el sector público para crear las capacidades necesarias
que les permitan aportar en la reducción de sus huellas ambientales.
Actualmente, según Global
Footprint Network, consumimos más recursos de los que la Tierra puede generar.
Para el 20 de agosto, habíamos agotado todos los recursos del 2013 y comenzamos
a consumir por encima del potencial disponible. Si continuamos haciendo
negocios de esta manera, para el 2050 requeriremos los recursos naturales
equivalentes a 2.3 planetas. Esta tendencia es insostenible.
A pesar del riesgo evidente, es
común que los empresarios desconozcan cuáles son los impactos que generan sus
organizaciones. Si las empresas no comprenden cómo reducir sus huellas
ambientales es improbable que puedan crear las capacidades para que otros
sectores lo hagan. Hoy, al menos, el interés por gestionar los impactos
ambientales desde las empresas es generalizado y las organizaciones buscan
alternativas para lograrlo. Pero, ¿cómo se hace?
En general, la gestión ambiental
de las empresas involucra los siguientes parámetros: agua, tratamientos de
aguas residuales, contaminantes atmosféricas, combustibles fósiles, gestión de
los residuos y energía. El manejo o administración de estos recursos se
convierten en una oportunidad de mejora que aporta en la gestión del riesgo, en
la eficiencia e, incluso, en la reducción de costos. Esta gestión debe estar
alineada con el contexto, global y nacional, en que se mueven las empresas.
Es fundamental que las empresas
visualicen la gestión ambiental como una necesidad y una oportunidad para
fortalecer sus estrategias de negocios y garantizar su sostenibilidad. Esta
gestión no debe desligarse de los retos y contextos regionales y globales en
materia de ambiente, ya que todos los sectores compartimos metas y objetivos
comunes: existir en el tiempo.
Para facilitar este proceso, la
Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED) creó en el 2011 Eco Eficiencia
Empresarial, una plataforma colaborativa con herramientas especializadas y
reconocidas a nivel internacional para que las empresas puedan gestionar sus
impactos ambientales de una manera práctica, sencilla y amigable. Esta
iniciativa se ha fortalecido como un espacio de colaboración entre el sector público
y privado con intercambio de iniciativas con capacidad de réplica,
escalabilidad y sostenibilidad para reducir la curva de aprendizaje y disminuir
los costos de implementación.
El proyecto se ha implementado
durante dos años en Costa Rica, periodo en el que han participado más de 75
empresas. En Panamá, a través de SumaRSE, en su primer año de implementación 25
organizaciones participaron y en El Salvador, a través de FundeMAS, se
implementó el proyecto con 20 instituciones. Para el 2014 se espera sea implementado
en Honduras por FundaHRSE y en Guatemala por CentraRSE.
A través del acompañamiento en
Eco Eficiencia Empresarial, las organizaciones participantes lograron reducir
263 184 metros cúbicos en consumo de agua, 30.9 toneladas de papel y en consumo
de combustibles fósiles y de energía el equivalente a 7 614 toneladas de CO2e.
Esta iniciativa prueba que el
sector empresarial tiene la capacidad de liderar, movilizar y transformar esta
urgencia para que todos los sectores se responsabilicen de sus impactos
ambientales, como estrategia de mejora en la competitividad y de promoción de
la sostenibilidad propia, local y global.
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