¿Existen los ‘hackers’ éticos?
vanguardia.com
A raíz del escándalo que se
desató durante las semanas previas a las elecciones, muchos se preguntan si
todos los ‘hackers’ son maliciosos, y si términos como ‘hacker’ ético son
fachadas tras las cuales se esconden delincuentes que cobran por espiar a otros,
o por robarles su información. Y aunque estos existen, la verdad sobre los
‘hackers’ éticos es muy diferente.
Hay tantas clases de ‘hackers’
que ni siquiera existe una definición definitiva para la palabra. Por supuesto
que algunos irruptores en sistemas ajenos son éticos, pero estos no hacen nada
parecido a lo que hizo el ‘hacker’ del escándalo desatado en las semanas
previas a las elecciones de hoy.
‘Hacker’ es, o debería ser, un
término sencillo que define a una persona con el conocimiento y la habilidad
necesarios para irrumpir en sistemas digitales. Y así como una persona que sabe
abrir cerraduras puede ser un cerrajero o un ladrón de apartamentos, un
‘hacker’ puede decidir si usará su habilidad con fines legales o ilegales.
¿Qué hace un ‘hacker’ ético?
Absolutamente nada ilegal. El
término no es una cortina de humo tras la cual pueden esconderse delincuentes
digitales.
Suponga que usted tiene una
empresa y una de sus políticas es darle prioridad a la tecnología. Usted
contrató desarrolladores de software y administradores de redes, que han
implementado soluciones específicamente para su negocio. Todos sus datos, desde
los cotidianos hasta los más críticos, se mueven a través de las redes y
programas que ellos crearon.
Estos desarrolladores y técnicos
son expertos en crear soluciones eficientes; lo han hecho durante años o
décadas. En lo que no son expertos es en irrumpir en sistemas aprovechando sus
fallas de seguridad más ocultas. No saben ‘hackear’, porque no son ‘hackers’.
Por más pruebas que lleven a cabo
sus desarrolladores, la seguridad de sus datos no habrá sido realmente puesta a
prueba hasta que contrate a una persona ética: un experto en irrumpir en
sistemas donde no tienen permiso de acceso.
Este ‘hacker’ atacará su sistema,
pero no robará sus datos si tiene éxito. Usted y los ingenieros de su empresa
saben que va a tratar de irrumpir en el sistema, y le indicarán en qué horario
puede hacerlo, para evitar traspiés que perjudiquen la operación de su empresa.
Al final de su trabajo, este
individuo pasará un reporte a usted y a los ingenieros, donde les dirá qué
fallas de seguridad encontró. Así su equipo de sistemas podrá trabajar en
corregir esas fallas, haciendo a su compañía realmente resistente a ataques, incluso
de ‘hackers’ profesionales.
Los que sí son delincuentes
En el momento en que alguien
intenta ganar acceso a un sistema sin autorización de sus dueños o creadores,
su trabajo deja de ser completamente legal. Los ‘hackers’ éticos se conocen
también como ‘hackers de sombrero blanco’ pero, cuando abandonan la legalidad,
no pasan directamente al proverbial lado oscuro de la fuerza.
Hay un área intermedia ocupada
por los ‘hackers de sombrero gris’. Y, tal y como lo supuso, estos son los que
irrumpen en sistemas ajenos sin autorización previa, pero no para robar
información, sino para alertar a los administradores sobre una falla de
seguridad, que los expone al peligro.
Actúan con la ilusión de ganar
una propina por su advertencia, pero a veces consiguen una demanda penal en
lugar de retribución monetaria.
Los ‘hackers de sombrero negro’
son, finalmente, aquellos que irrumpen en sistemas sin autorización con
propósitos ilegales; robo de información bancaria, robo de datos sensibles,
sabotaje o espionaje.
La mayoría de malentendidos
alrededor del término ‘hacker’ se debe a que no existe un término especial para
este último grupo, como por ejemplo ‘hackers’ maliciosos, así que cuando se
habla de ‘hacker’ a secas, se asume que se trata de uno de esta categoría; un
delincuente digital.
Lo que no es excusable es que la
gente confunda a los miembros de este gremio ético, que son profesionales
expertos en seguridad, con delincuentes que aspiran a hacerse pasar por
inocentes.
¿Hay otras clases?
Por supuesto. Existen incluso
otras definiciones de la palabra.
‘Hacker’ también es todo
desarrollador de software que, así nunca intente irrumpir en sistemas ajenos,
se rija por estándares de “excelencia, curiosidad, astucia y exploración en sus
actividades”.
‘Hackers’ además son aquellos que
alteran sus dispositivos, físicamente, para hacerles mejoras creativas o
cambios interesantes.
Incluso los que usted cree
conocer como ‘hackers’ de sombrero negro son muy diferentes a lo que las
películas y series de TV muestran a menudo.
Por un lado, los ‘hackers’ son en
esencia desarrolladores de software. En otras palabras: personas que no
disfrutan de los trabajos repetitivos y, por lo tanto, crean programas para que
se encarguen del trabajo pesado mientras ellos pasan a la siguiente tarea, o se
toman un descanso.
Así que no imagine a un individuo
frente a una pantalla de letras blancas sobre un fondo negro, presionando
teclas frenéticamente para ‘hackear’ un sistema ajeno.
Imagínelo más bien creando un
programa que haga este proceso automáticamente, a una gran velocidad, y a
cientos o miles de sistemas ajenos al mismo tiempo, buscando sistemáticamente
fallas de seguridad comunes, explotando las que encuentre y cubriendo su rastro.
Pero esto no quiere decir que los
‘hackers’ ataquen únicamente con programas de computador. De hecho, una de las
mejores estrategias de ataque es adquirir contacto directo con una persona
dentro de la empresa u organización objetivo.
Gracias a una llamada telefónica
a una secretaria, un ‘hacker’ hábil puede conseguir información vital para
encontrar fallas en el sistema digital de una empresa, usando técnicas que se
conocen como ‘ingeniería social’.
La próxima vez que oiga la
palabra ‘hacker’, a secas o acompañada, recuerde que estos términos cobijan a
muchas personas, algunas malas pero otras que trabajan totalmente dentro del
marco legal, y son expertos en su campo
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