La historia oculta del 'Happy
Birthday, Mr. President' de Marilyn Monroe
Infobae - martes, 20 de
mayo de 2014
Marilyn Monroe estaba maravillada
con el presidente Kennedy y era capaz de cualquier cosa por estar con él. Por
eso, cuando la invitaron a una celebración especial para el popular mandatario
por su cumpleaños, no dudó en estar ahí.
La cita fue el 19 de mayo de
1962, diez días antes de la verdadera fecha de nacimiento, en el Madison Square
Garden, de Nueva York. Unas 15.000 personas participaron del evento.
El verdadero objetivo de Marilyn
era estar a solas con quien era su amante. Al menos eso es lo que relató Marie
Irvine, que fue durante muchos años maquilladora y confidente del máximo ícono
sexual del siglo XX, y que tras 52 años de silencio decidió contar todo en una
entrevista con Daphne Barak. El diálogo completo será emitido por televisión en
algunas semanas.
Irvine evocó su emoción al
recibir el llamado de Marilyn para pedirle que la maquillara para la gran noche
del Presidente. Acordó ir a su casa la mañana del 19.
Entonces desconocía lo que había
tenido que hacer la estrella para viajar a Nueva York ese día. En ese tiempo,
estaba filmando Something's Got to Give para 20th Century Fox, que no la
autorizó a suspender el rodaje.
Sin embargo, ella decidió ir
igual, aún a riesgo de ser suspendida. Días después fue despedida, aunque la
productora tuvo que recontratarla por la presión del coprotagonista, Dean
Martin.
Irvine contó que nunca había
visto tan preocupada a la actriz, que tomó la performance de esa noche como la
más importante de su vida. Sentía que con una actuación conmovedora podía
terminar de conquistar a Kennedy. Un dato que refuerza esa hipótesis es que en
su agenda no había precisado la fecha de regreso. "¿El 20? ¿El 21?",
se preguntaba.
El romance había comenzado tres
meses antes, cuando coincidieron en una cena privada, organizada por la hermana
del presidente y su esposo, el actor británico Peter Lawford. Al día siguiente,
él la llamó y la invitó a un viaje al que iba a ir sin su esposa, Jacqueline.
Pero a pesar de los encuentros
amorosos que se sucedieron, el mandatario le aclaró que ella nunca podría ser
una verdadera primera dama. Marilyn sintió eso como un rechazo. Entonces se
presentó la posibilidad de terminar de conquistarlo en la gala en honor por su
cumpleaños.
"Estuvo todo el día
practicando en su pequeño piano y cantando con su coach, 'Feliz cumpleaños,
señor Presidente'. Se tomó un tiempo cuando Nicky la peinó y cuando yo la
maquillé, pero luego siguió practicando. Quería ser perfecta. Escuché tantas
veces la canción ese día", dijo Irvine.
Tan grande era su deseo de ver
personalmente a su enamorado y tan insegura era ella en su intimidad, que
compró cinco entradas de mil dólares cada una. Así se garantizaba entrar al
ágape íntimo posterior al show.
No fue una noche fácil. Varios
minutos después de que Marilyn saliera para el teatro, la maquilladora se dio
cuenta de que no tenía los aros que especialmente había elegido.
"Tomé un taxi y fui deprisa
hacia el Madison Square Garden. Sólo Dios sabe cómo hice para convencer a los
guardias de que me dejen entrar, pero lo logré. Cuando entré a su camerino ella
se dio vuelta, me vio, y me dijo: 'Sabía que vendrías'. Fue la última vez que
la vi. Murió algunas semanas después".
Marilyn Monroe fue hallada sin
vida en su apartamento de Los Ángeles el 5 de agosto de 1962. Había muerto de
una sobredosis de somníferos, lo que hizo pensar a muchos que se trató de un
suicidio.
"Es imposible",
respondió Irvine a esa hipótesis. "Pudo haber estado confundida, desorientada.
Quizá se olvidó de cuántas pastillas había tomado".
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