Lentitud, la clave para hacer
negocios en China
BBC Mundo - miércoles, 21 de
mayo de 2014
Los empresarios que buscan el
éxito global deberían tomar buena nota de la célebre fábula de la liebre y la
tortuga.
En el viejo relato de Esopo el
paso lento de este reptil logra ganar una carrera a la apresurada liebre, cuya
prisa le lleva quedarse por el camino.
De forma paralela, en la carrera
por el crecimiento mundial de una compañía también ganan los corredores de
fondo, por encima de quienes pisan el acelerador en el proceso de negociación.
Directivos de varias grandes
firmas internacionales contaron a la BBC cómo aprendieron la lección con su
experiencia, principalmente en China, pero también en otros mercados.
Cuando Stefano Pessina,
presidente ejecutivo de la farmacéutica multinacional Alliance Boots, trató de
llegar a su primer acuerdo en China supo que no sería tan sencillo como pactar
las condiciones y firmar los documentos pertinentes.
Se dio cuenta de que tendría que
negociar "por mucho más tiempo del que estaba acostumbrado en
Occidente".
Sólo tras años de análisis y
discusiones Pessina logró estar en la posición de negociar las condiciones.
Finalmente en 2005 Alliance Boots logró un acuerdo para tomar un 50% de las
participaciones en Guangzhou Pharmaceuticals, una de las mayores vendedoras de
fármacos del país.
Pero la tratativa aún no había
terminado. Tomó otros dos años y medio llegar a un acuerdo final que fuera
respaldado por todas las autoridades competentes.
En 2012 logró un segundo pacto
con una empresa china, la compra de una participación minoritaria de Nanjing
Pharmaceutical.
En este caso, la conformidad de
las autoridades está aún pendiente.
Esta es la realidad de los
negocios en China.
"Has de abordar la
negociación con una mentalidad distinta. Hay que estar preparado para vivir en
un mundo diferente y ser aún más flexible que en Occidente", asegura
Pessina.
El directivo de Alliance Boots
dice que los hombres de negocios chinos reflexionan mucho más tiempo,
comparados con los occidentales. Además, cambian de opinión frecuentemente.
Pessina pretende que Alliance
Boots cobre un rol importante en el negocio farmacéutico chino, para así lograr
beneficiarse de su rápida tasa de crecimiento.
Ahora sabe que tomará por lo
menos cinco años alcanzar su ambición.
El hecho de que Alliance Boots
sea una compañía privada allana el terreno para llegar a este tipo de acuerdos
a largo plazo.
Pero para las empresas que
cotizan en bolsa y tienen que dar resultados a sus inversores cada tres meses,
puede ser un negocio difícil de hacer.
Adaptar cada producto a su
mercado
El experto en gestión Steve
Tappin asegura que las compañías a menudo caen en la tentación de tomar
soluciones rápidas.
Por ejemplo, tratan de vender el
mismo producto o servicio en todo el mundo, en vez de adaptar sus productos a
cada mercado.
"Los mejores líderes evitan
esta práctica. Entienden que toma tiempo construir relaciones duraderas,
particularmente entre culturas distintas", comenta.
El sitio de subastas por internet
eBay tuvo que aprender a base de errores. En 2006 cerró su principal sitio web
en China, sólo dos años después de su lanzamiento, tras haber fracasado en el
intento de abrirse camino entre sus rivales locales.
En su lugar, decidió formar una
joint venture (o empresa conjunta) con un socio local que le ayudó a operar un
negocio de apuestas adaptado al país.
Sus críticos afirman que fracasó
al dar por hecho que tener una marca potente en Estados Unidos iba a comportar
automáticamente el éxito en China.
El actual director ejecutivo de
la compañía, John Donahoe, que no estaba al mando en aquella primera irrupción
en el país, asegura que la experiencia enseñó a eBay a seguir las tendencias de
los consumidores, en vez de intentar crearlas.
Desde entonces, eBay se ha
centrado en ayudar a sus clientes a vender online, pues descubrieron que era
ahí donde residía el interés de su público en el país.
En Rusia la demanda para comprar
bienes a través de eBay es alta y la firma se ha concentrado en hacer el
proceso de compra más fácil.
"Tratamos cada mercado de
manera un poco diferente. Todos están conectados con una plataforma tecnológica
común pero a la vez han de adaptarse a las necesidades locales", dice
Donahoe.
A pesar de los obstáculos, la
expansión global tiene grandes beneficios.
Cuando Jeff Immlet, director
ejecutivo del gigante estadounidense General Electric (GE) tomó el mando de la
compañía hace diez años, alrededor del 70% de sus operaciones se hacían en
Estados Unidos.
Ahora opera en más de 160 países
y más de la mitad de sus beneficios provienen del extranjero.
Para él elaborar nuevas
posibilidades de negocio en países en vías de desarrollo es prioritario porque
su tasa de crecimiento supera con creces las de Estados Unidos. "General
Electric nunca volverá a estar tan centrado en el mercado estadounidense",
reflexiona.
"Cada día al llegar a mi
oficina me digo que necesitamos lograr una cuota de mercado más alta en China
que la que tenemos en EE.UU.", dice. "También tenemos que conquistar
Brasil y África. No hay elección".
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