Facebook o… ¿deberíamos llamarlo
Fakebook?
Forbes - lunes, 26 de mayo
de 2014
Ya desde el 2012 los rumores y
hechos reales sobre el posible fraude o engaño de Facebook y sus likes están
presentes en el frente. Y no sólo en sus campañas de publicidad, sino también
desde fans orgánicos. Las dudas existen y, desgraciadamente, cuando el río
suena es que agua lleva.
Ante los constantes cambios de
Facebook y la caída del alcance orgánico de las publicaciones en las páginas de
las marcas, todo parece indicar que se dependerá casi exclusivamente de
campañas de publicidad (por lo menos por ahora) para lograr el alcance deseado,
cosa que las empresas medianas y chiquitas no podrán permitírselo.
Este problema inicial tiene su
punto de partida en la idea de Facebook de empezar a tratar a todos sus
usuarios como anunciantes, como podemos ver en el video The Problem With
Facebook.
No estamos en contra, por
supuesto, de que una compañía, para subsistir, tenga que ser rentable y ganar
dinero, pero hay formas y formas. Recuerden, hombres de Facebook, que el
contenido de sus usuarios es lo que le da valor a su red social. ¡No lo
olviden!
No nos queremos ni podemos meter
en la manera que Facebook quiera llevar su plataforma, pero deberían fijarse en
otras redes sociales como Twitter, YouTube e Instagram, en que todo su
contenido es compartido por sus usuarios. Ésa es la idea y fundamento de las
redes sociales, ¿no?
Por otro lado, los hechos ante
este fraude no son simples suposiciones, aunque Facebook lo haya negado. Como
podemos ver en el siguiente video, Facebook Fraud, están probados y tienen su
lógica, vistos los resultados en las marcas.
Los ejemplos de estos likes
fraudulentos, como podemos ver, no son pocos:
Veritasium, la marca autora del
video, aunque segmentó el alcance de su publicidad obtuvo fans de países que no
tenían nada que ver con lo segmentado, lo que hizo descender su alcance y
niveles de engagement hasta mínimos muy perjudiciales para la marca.
Los hechos, como podemos ver,
están ahí desgraciadamente, aunque siempre debemos darle el beneficio de la
duda a posibles coincidencias o circunstancias.
Lo que sí es totalmente cierto y
demostrable es que aunque aumentemos nuestra comunidad en número, el engagement
no va ligado a ello, y debería ir, ya que si son usuarios que hemos segmentado
correctamente… estarán interesados en nuestra marca. Aun sabiendo que el
alcance orgánico se ha disminuido debería poder impactar positivamente… Sea lo que
sea, no parece muy confiable.
Lo que está claro, y la mayoría
de las marcas ya son conscientes de ello –como habíamos comentado en nuestro
post referenciado al principio de éste–, es que el número de fans ya no
importa; queremos fans de calidad, aunque, obviamente, las comunidades no se
compartan de la misma manera guiada por una regla matemática que sigue la misma
proporción de engagement medio, a medida que aumentan los fans (esto quizá no
lo tuvo en cuenta del todo el estudio de Veritasium, también hay que decirlo).
Además, como hemos podido
observar en algunas de nuestras propias campañas de publicidad en Facebook
(posts patrocinados) para nuestros clientes, es cierto que el engagement y los
fans (de calidad, se supone) aumentan de manera notable en las mismas, con
precios de media de 0.70€ (12.27 pesos) por fan (algo por debajo de los precios
medios de Facebook Ads convencionales cercanos a 0,75€ (13.15 pesos)) y con
aumento del engagement hasta niveles cercanos al 8-10% o incluso superiores
para algunos clientes de sectores muy nicho, como la pesca, por ejemplo. Si
bien una vez concluidas las campañas, esperando un aumento del alcance y del
engagement ante el incremento de fans de calidad, éste no se produce y vuelve a
niveles anteriores a estas acciones publicitarias, por debajo del porcentaje
mínimo esperado de media para comunidades con este número de fans, como
podremos ver en el siguiente gráfico. (Fuente.)
Por lo tanto, si bien el alcance
se mantiene en los mismos números, cosa que debería aumentar, a largo plazo
estas acciones no terminan de ser todo lo efectivas que esperábamos, salvo
algunas excepciones. Datos poco alentadores, pues confirman el gasto necesario
en publicidad, que no todas las marcas pueden afrontar, como comentábamos antes.
La solución es clara, y consiste
en conseguir estos fans de calidad para nuestra marca. En beneficio de Facebook
(no todo es culpa suya), decir que normalmente no segmentamos de la manera más
correcta nuestras campañas de publicidad, cosa que debemos evitar a toda costa
para poder paliar de alguna manera estos datos ‘extraños’ antes comentados, por
lo menos.
Además debemos aprovecharnos de
los nuevos formatos de publicidad que nos ofrece, con mucha mejor segmentación
a priori, y aunque esto no sea ‘el no va más del éxito asegurado’, puede
ayudarnos a ir mejorando poco a poco:
Pero aunque podamos mejorar
nuestro impacto, esto sigue siendo el perro que se muerde la cola, ya que
debemos, sí o sí, seguir invirtiendo en campañas publicitarias, para, por lo menos,
intentarlo… aun sin resultados garantizados. Volvemos al principio del
problema, sin aparente solución a corto plazo.
Y a ustedes, ¿les pasa algo
parecido? ¿Lo han sufrido? ¿Están en desacuerdo? Cuéntennos, esperamos sus
comentarios
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