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domingo, 25 de mayo de 2014

filósofo más joven

El 'listo' alemán que dice que el mundo no existe


elmundo.es
Se llama Markus Gabriel y es el 'Marc Márquez' del pensamiento

Es el filósofo más joven y brillante de la Alemania de Merkel

Habla nueve lenguas. Su libro 'El mundo no existe' está entre los más vendidos

Puso nombre a su filosofía, Nuevo Realismo, en un café de Nápoles

Es un lanzado, y aún practica 'skateboarding'

Cuando tenía 16 años, Markus Gabriel tuvo una profunda revelación. Todo empezó cuando se rompió el tobillo haciendo skateboarding. Estuvo en cama muchos días y un amigo teólogo le llevó un libro de filosofía. «No comprendí nada», dice Gabriel. Luego leyó otro libro titulado El mundo como voluntad y representación, de Arthur Schopenhauer. «A este sí lo entendí». Pero aquello fue como tragarse una bomba porque decía que el mundo era mentira: una ilusión.

Gabriel tuvo un shock emocional: «Muchas de mis creencias cotidianas eran falsas o no estaban bien justificadas». A partir de ahí se lanzó a buscar lo verdadero estudiando filosofía, lenguaje, germanística... Y lo hizo con tanto ahínco que a los 28 años consiguió algo que muy pocos logran en Alemania: su Habilitation. Es un título mucho más difícil que el doctorado porque el estudiante no puede ser guiado por ningún profesor y debe prepararse a solas ante un duro tribunal de inquisidores. Gabriel presentó un trabajo tan profundo que gracias a ello, a los 29 años, se convirtió en el profesor universitario de Filosofía más joven de Alemania. Pero lo mejor llegó después: a los 33 años sacó un libro titulado El mundo no existe que en 2013 se convirtió en uno de los más vendidos en Alemania según la lista de la revista Der Spiegel.

'La entrevista en español'

«Ha sido una sorpresa para mí y para la editorial Ulstein», dice Markus Gabriel. Hoy tiene 34 años y todas las semanas aparece en radio, televisión, prensa o da charlas en salas abarrotadas de gente porque explica filosofía usando películas como Matrix. Es el Marc Márquez del pensamiento, sólo que rubio y con gafas. Según Wikipedia, habla inglés, francés, español, italiano, portugués, chino y alemán, por supuesto. Domina también el latín y el griego. ¿En serio habla usted todas esas lenguas?, le pregunto desconfiado en inglés. «Bueno, si quiere podemos hacer la entrevista en español», responde Gabriel en perfecto castellano por teléfono desde su despacho en la Universidad de Bonn.

Ajá, eso es que tiene un método secreto. ¿Me lo puede confesar? Y Gabriel dice en español: «El único método secreto es que me encantan los idiomas. Para entender a los demás, tengo que aprender sus idiomas. Bueno, el griego y el latín me ayudaron mucho a entender español, italiano y francés. Fueron más fáciles que el chino». Y eso de que «el mundo no existe», ¿me lo podría explicar como si yo fuera un niño?

«Claro. Le diría a ese niño: mira, a veces sueñas con que estás en un sitio. Entonces te despiertas y estás en otro sitio. Por la mañana vas a la escuela y estás en un sitio. Luego vas a casa de tus abuelos que están en un sitio. Tú siempre estás en un sitio, pero nunca en todos los sitios». Lo que quiere decir Gabriel es que no existe algo que englobe todos los sitios porque sería una contradicción. Sería más grande que todos los sitios. «Hace poco, una chica de 11 años me preguntó: "¿Quiere decir que no hay nada más grande que todas las cosas?". ¡Eso es!, le dije», afirma Gabriel. «Si [el universo] está dentro de una cosa más grande que el universo, entonces el universo ya no es el todo. Y esa es la paradoja: el todo no puede ser parte de sí mismo».

Entonces, ¿qué es la realidad? ¿Qué es el mundo? Gabriel afirma que la realidad se nos aparece a cada uno mediante campos de sentido, como esos sitios que se le aparecían al niño a lo largo del día.

¿Por qué se ha revolucionado el pensamiento filosófico? Porque un día, un pensador alemán llamado Kant nos deprimió al decirnos que jamás podríamos conocer el mundo ya que los sentidos nos mienten. Y ahora viene Gabriel con una filosofía optimista que grita al mundo: «Eh, chicos, creo que podemos conocer los hechos tal como son. Soy optimista».

Lo llamó Nuevo Realismo y se le ocurrió mientras tomaba un café en Nápoles con otro amigo filósofo llamado Maurizio Ferraris. Algunos críticos se rieron de este chico ingenuo y calificaron su libro de «simple» y de «filosofía para tontos». Lo que no esperaban es que pensadores como Umberto Eco, Hillary Puttnam y John Searle le dieran a Gabriel un espaldarazo de categoría mundial.

No limitarse a ver 'cosas'

¿Qué trae esta filosofía de nuevo? «Podemos reconocer la realidad de los productos humanos, la realidad de los gobiernos, de los pensamientos, del arte, del amor...». Es como entrar en un restaurante y no limitarse a ver solo cosas como toldos y mesas, sino también hechos como gente que se ama, sufre o dibuja.

Por eso, cuando se le pregunta a Gabriel si ha creado un sistema filosófico superando al de Kant, responde sin dudas: «Sí». Es un sistema para interpretar el mundo.

Un momento, ¿es que su libro sirve para encontrar sentido a la vida? «Sí. Muchas personas no ven el sentido en sus vidas porque creen que se necesita un sentido más profundo. Pero no hay un sentido más profundo que el sentido que damos a nuestra vida».

Entonces ¿cada uno debe de buscar su sentido en la vida porque no hay un sentido que abarque a todo? Y Gabriel exclama: «¡Exacto!».

¿Y Dios? ¿Dónde está Dios en su filosofía? «Dios es la idea de nuestra capacidad de entender cómo son las cosas y los hechos».

No me resisto a hacerle la última pregunta, la más trascendental de todas.


Profesor, ¿sigue haciendo skateboarding?

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