La verdadera historia del doping
de Maradona en EEUU '94
Infobae - sábado, 17 de
mayo de 2014
"No me drogué, me cortaron
las piernas", dijo Diego Maradona el 29 de junio de 1994. Tres días antes
Argentina había vencido a Nigeria por 2 a 1 en el segundo partido del Mundial
de Estados Unidos 94. En el medio, se detectó que su análisis de orina había
dado doping positivo por efedrina. La AFA retiró al "10" de la
competencia por pedido de la FIFA y puso fin a su carrera con la Selección.
En El último Maradona: cuando a
Diego le cortaron las piernas, Alejandro Wall y Andrés Burgo develan la
verdadera historia detrás de ese hecho y lo que ocurrió en esas 48 horas entre
Boston, lugar de concentración del conjunto nacional, y Dallas, donde jugaría
ante Bulgaria el último encuentro de la fase de grupos.
libro el ultimo maradona 1170.jpg
Desde ese día circularon
diferentes versiones sobre qué había consumido el futbolista; señalaban desde
gotas nasales hasta de un cóctel casero o un bloqueador para la cocaína.
También se instaló la idea del complot, sustentada en la particularidad de que
una enfermera retiró al futbolista de la cancha, algo inédito hasta ese
momento. Todo era falso, pero todavía muchos creen en algunas de esas versiones
que circularon en junio de 1994.
Maradona trabajaba con el
fisicoculturista Daniel Cerrini, con quien se sometió a un plan para bajar de
peso con suplementos dietarios; uno de ellos, el Ripped Fuel, contenía
efedrina, una de las sustancias prohibida por la FIFA. ¿Negligencia, descuido o
responsabilidad compartida? Esa es la pregunta que intenta responder El último
Maradona.
"Es el momento más triste
del deporte argentino", explicó Alejandro Wall a Infobae. "Del mundo
hay dos dopings emblemáticos: el de Ben Johnson en Seúl 88 y el de Maradona en
Estados Unidos 94. Uno es la disciplina más importante de los juegos olímpicos
(los 100 metros) y el otro porque es Diego", agregó.
Es el momento más triste del
deporte argentino
En el libro los autores cuentan
detalladamente y con un tono de policial de suspenso qué pasó en esos días,
reconstruyendo cómo fueron los meses previos en la preparación del
"10" y quiénes eran todos los implicados en el caso. "Desde el
comienzo uno espera que Maradona se salve", comentaron los autores sobre
la trama.
"Hay una cuestión de que las
cosas en el fútbol quedan en el vestuario, en la cancha o en el lugar donde se
reúnen los dirigentes. El fútbol es de todos y por eso tratamos de averiguar
qué pasó ahí, contar un poco más de un hecho que nos afectó a todos, que forma
parte de la historia del fútbol argentino y del cual sólo había mitos",
sostuvo Andrés Burgo.
Para Wall, a partir de este hecho
se podían contar otras cosas que están alrededor, sobre todo, cómo se teje el
poder en el futbol mundial y argentino. "Si bien contamos el hecho, el
libro es sobre el poder en el fútbol", indicó.
Maradona, la FIFA y Estados
Unidos
En aquel Mundial, Diego volvía al
fútbol luego de varios problemas personales y mostró su mejor nivel en los dos
primeros partidos –con un gol a Grecia incluido–, pero luego de que expresara
su simpatía por Fidel Castro, el Che Guevara y Cuba, mucho se dijo sobre un
posible complot en su contra.
Un ejemplo de eso es que Joseph
Blatter, entonces secretario general de la FIFA, hizo una contraprueba en un
laboratorio en Suiza para despejar las dudas sobre una supuesta conspiración
sobre el jugador. "Eso no se puede pensar con ningún otro
futbolista", explicó Wall.
"La FIFA primero le vio la
cara y luego decidió"
"Hay un error de Maradona,
inadmisible, falto de profesionalismo, que es el doping. Mucha gente empezó a
decir a partir de este hecho: 'Como jugador, un fenómeno; pero como persona, no
tanto'", indicó Burgo, para marcar que el análisis positivo agudizó una
división entre los defensores y detractores del "10".
Un punto central de la historia
es la postura de la FIFA, que forzó a la AFA a retirar al futbolista pero
recién le impuso una pena –de 15 meses– en agosto. "Es llamativo lo
elástico de las reglas de la FIFA: tenía cuáles eran las sustancias prohibidas
pero no especificaba el castigo, que podía ir de un partido a de por vida",
ejemplificó Wall.
"Ahí es donde se juega la
figura de Diego, la FIFA primero le vio la cara y luego tomó una
determinación", agregó.
Burgo destaca la postura del
entonces presidente de la FIFA, el brasileño Joao Havelange, quien en una
conferencia de prensa en esos días de 1994 dijo: "Este país gasta miles de
millones en combatir las drogas, cómo vamos a dejar pasar este caso".
"En realidad era un suplemento vitamínico de venta libre en ese momento en
Estados Unidos, no era una droga", manifestó el autor.
Veinte años no es nada
El 25 de junio Argentina se
enfrentará con Nigeria en el tercer partido del Grupo F en Porto Alegre, el
mismo día que en 1994 Maradona jugó su último partido en un Mundial ante el
mismo rival pero 20 años después.
"En 20 años todos fuimos
cambiando, los jugadores de esa época, los técnicos, los periodistas, los
hinchas, las personas. Lo que me sorprende es que el único que más o menos
sigue igual es (Julio) Grondona, o al menos sigue en el mismo cargo, es una
pintura del fútbol argentino", manifestó Burgo a Infobae.
Para Wall, que en 1994 era un
adolescente que lloró cuando Diego fue retirado del Mundial y sintió el mismo
golpe después cuando revisaba archivos, escribir el libro fue como revivir
todo. "Me había quedado con una gran idea de una conspiración, nada
específico, pero suponía que algunas cuestiones que habían sucedido las daba
por ciertas", dijo.
"Lo de la enfermera sacando
a Diego, algo que nunca habíamos visto, fue uno de los grandes mitos. Tenía esa
sospecha que me llevaba a pensar que algo atrás de todo esto había, y cuando
empezamos a investigar nos dimos cuenta de que no era así. Pero todavía hoy
cuando lo contás hay gente que no lo quiere creer", agregó.
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