Cinco tips para volver al trabajo
después de unas vacaciones
Forbes - martes, 29 de julio
de 2014
La imagen que tenemos de volver a
la oficina después de unas vacaciones, por lo general tiene muy poco en común
con la realidad. Mientras que muchos de nosotros esperamos sentarnos a nuestros
escritorios llenos de energía ilimitada y creatividad restaurada que impulsará
nuevos proyectos, lo que generalmente termina ocurriendo es que pasamos varias
horas (o días) dispersos, intentando procesar una montaña de correos
electrónicos y cerros de pendientes acumulados durante nuestra ausencia.
“Tienes que prepararte para que
se acumule lo mínimo posible mientras estés fuera”, dice Julie Morgenstern,
consultora de productividad y autora de Never Check Email In The Morning. “Una
vez que inviertes en ese proceso se convierte en un proceso automatizado. Cada
vez que salgo, ésta es mi biblia.”
¿Cómo puedes evitar la
aglomeración posvacaciones y aferrarte a esos bríos renovados?
1. Planea activamente para tu
regreso. Cuando se trata de hacer planes para estar fuera de la oficina, la
mayoría de la gente se concentra en organizarse para su partida. Evita el
desgaste que genera el regreso al prever tu retorno también.
Mientras que muchos de nosotros
tratamos de maximizar el tiempo de vacaciones volviendo a casa el domingo por
la noche, Laura Vanderkam, autora de 168 Hours: You Have More Time Than You
Think, sugiere considerar un retorno más holgado.
“Piensa en regresar desde el
sábado”, dice Vanderkam, haciendo hincapié en que deberás dedicar tiempo a
desempacar, comprar lo esencial para la semana y revisar el correo electrónico
sin sobresaltos, lo que puede disminuir el impacto del primer día de vuelta en
la oficina.
2. Ten una estrategia. No sólo
vuelvas a la oficina después de unas vacaciones sin un plan de ataque, a menos
que quieras ser arrollado.
“La tendencia –dice Vanderkam– es
tratar de compensar todas las reuniones perdidas. En lo posible, trata de
posponer eso para el segundo día o por la tarde, para tener algo de aire.”
Morgenstern sugiere que designes
tiempo para ponerte al corriente. “Designa un horario en la agenda para la
transición. No incluyas en la agenda nada en tu primer día en la oficina.”
3. Usa la contestadora a tu
favor. Tu respuesta automática fuera de la oficina tiene que ser directa
(deshazte de la frase “vacaciones muy necesarias”, por favor), servicial y
honesta, pero no tan honesta. Vanderkam recomienda extenderla hasta el periodo
de regularización posvacacional; tus compañeros de trabajo sabrán que estás
disponible, pero al menos la respuesta te ayudará a detener la ola de consultas
externas, o por lo menos disminuir la expectativa de una respuesta inmediata.
Vanderkam y Morgenstern coinciden
en que un mensaje de fuera de oficina debe incluir instrucciones de a quién
contactar de acuerdo con las contingencias. Morgenstern añade que puedes sugerir
a la gente recordarte qué es lo que necesita de ti, porque es posible que no
hayas podido leer sus correos previos.
“Todo el mundo que usa el correo
electrónico entiende el problema del volumen y que las cosas pueden quedar
sepultadas entre cientos de mails cuando alguien está ausente. En realidad no
es una sorpresa para nadie; sólo estás advirtiendo que puede ocurrir.”
4. Omite la lectura de tus
correos pendientes y márcalos como leídos (sólo para valientes). La sola idea
de perder el contenido de tu bandeja de entrada probablemente te provoque un
escalofrío, pero algunos argumentan que una purga de correo posvacacional puede
ser justo lo que necesitas para volver a la pista sin perder un día entero
poniéndote al corriente.
“Algunas personas echan un rápido
vistazo, buscan algo interesante y luego lo borran todo”, dice Vanderkam.
5. Debes tratar de ser
indispensable, pero darte cuenta de que no lo eres te hará un mejor empleado.
Vanderkam dice que la planeación y el regreso de las vacaciones son un
excelente momento para un ajuste de perspectiva profesional. Todos estamos
tratando de ser el miembro del equipo al que todos deberían acudir en busca de
consulta o ayuda, pero creer que la empresa realmente no puede funcionar sin
nosotros puede ser perjudicial en el largo plazo.
Vanderkam describe unas
vacaciones de cinco días que tomó una vez cuando creía que habría WiFi disponible
y descubrió que no fue así. Después de haber hecho todo lo posible a fin de
prepararse para su tiempo de descanso, se dio cuenta de que su única opción era
cambiar su visión de la necesidad de estar conectada.
“Ningún ejército me estaba
esperando –dice Vanderkam– para invadir un país. Me perdí algunas cosas, pero
pude disculparme cuando regresé. Me perdí un par de oportunidades, pero habrá
otras.”
Aprende a planificar para el
futuro, apóyate en tus compañeros de trabajo y entiende que a veces es
inevitable que incumplas esa solicitud de último minuto. Así serás mucho más
productivo cuando regreses.
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