EE.UU. financia grupos en
Venezuela pese a veda
Associated Press - viernes,
18 de julio de 2014
Casi cuatro años después de que
Venezuela sancionó una ley para prohibirle a Estados Unidos financiar grupos
que suelen criticar al gobierno socialista, estas organizaciones siguen
recibiendo millones de dólares, según reveló un análisis de la Associated
Press.
El Departamento de Estado y el
Fondo Nacional por la Democracia, una organización sin fines de lucro
financiada por el gobierno, enviaron alrededor de 7,6 millones de dólares a
organizaciones venezolanas el año pasado, de acuerdo con documentos públicos
revisados por la AP.
La cifra fue un 15% mayor a la
autorizada en 2009. Al año siguiente, el entonces presidente Hugo Chávez hizo
aprobar por la Asamblea Nacional la prohibición de que esos grupos reciban
fondos de Estados Unidos en nombre de la protección de la soberanía nacional.
En Washington, el Senado tiene en
estudio una proyecto de ley para elevar la ayuda del Departamento de Estado a
los grupos partidarios de la democracia en Venezuela de los actuales 5 millones
de dólares a 15 millones como parte del endurecimiento de la política frente a
Venezuela desde que el actual presidente Nicolás Maduro reprimió las protestas
contra el gobierno.
No está claro si el gobierno ha
sido incapaz de aplicar la ley sobre los fondos o simplemente no le interesa.
La ley de 2010 castiga a los infractores con multas del doble del dinero
recibido y les prohíbe ejercer cargos públicos. Los extranjeros en Venezuela
que dan esa clase de ayuda pueden ser deportados.
Marino Alvarado, director del
grupo defensor de los derechos humanos Provea, dijo que el objetivo de la ley
es transmitir un mensaje antiimperialista, pero políticamente es imposible de
aplicar. Venezuela, que da ayuda a distintos grupos en la región e incluso
Estados Unidos, podría ser acusada de hipocresía si tomara la medida extrema de
declarar ilegales a las organizaciones que reciben ayuda extranjera.
Durante ocho años, el gobierno de
Chávez proveyó combustible de calefacción a familias de 25 estados durante los
meses de invierno, según Citgo Corp., una subsidiaria estadounidense de la
petrolera venezolana. Caracas sustenta la débil economía cubana con petróleo a
bajo precio por un valor estimado de 3.500 millones de dólares anuales. También
provee de petróleo y gas a precios preferenciales a Nicaragua, Bolivia,
República Dominicana y otros países.
"El gobierno queda
entrampado", dijo Alvarado.
A pesar de la ley, muchos grupos
siguen aceptando fondos de Estados Unidos, pero la prohibición acentúa la
sensación de vulnerabilidad, dijo Luisa Torrealba, coordinadora del Instituto
Prensa y Sociedad, que vigila la intromisión del gobierno en la prensa y recibe
fondos de Estados Unidos.
"La situación nos vuelve a
todos temerosos y a veces pienso en otros caminos que pudiera haber
seguido", dijo Torrealba. "Pero el trabajo es tremendamente
importante. Es vital que documentemos todo lo que sucede para que el mundo lo
sepa".
Desde hace mucho Estados Unidos
usa la ayuda internacional para promover la libertad de palabra, los mercados
libres y otros valores mediante el fortalecimiento de la sociedad civil y sus
instituciones. El Fondo Nacional de la Democracia (NED por sus siglas en
inglés) omite los nombres de los destinatarios venezolanos de sus informes
anuales y desde 2010 el Departamento de Estado no identifica públicamente a los
grupos venezolanos que reciben fondos.
La vocera del NED Jane Riley dijo
que la agencia oculta los nombres de los destinatarios debido al "clima de
intimidación severa, que incluye amenazas de violencia física, campañas de odio
en los medios estatales y represalias legales".
La Asamblea Nacional venezolana
aprobó la prohibición de recibir ayuda del exterior al revelarse que el NED
había financiado al grupo Súmate, que en 2004 había organizado sin éxito una
campaña para revocar el mandato de Chávez.
Uno de los fundadores de Súmate
es María Corina Machado, una dirigente opositora despojada de sus fueros como
congresista y actualmente líder de protestas contra el gobierno. Este la ha
acusado de participar de un complot para asesinar a Maduro, algo que ella niega.
En Venezuela hay señales de que
el gobierno tomaría medidas para detener el flujo de dólares. En una
conferencia de prensa meses atrás, Maduro mencionó a Súmate y dijo "Aquí
hay una ley muy severa, que hay que reactivar. Vamos a reactivar las leyes severas
que hay, que no permiten y no deben permitir el financamiento externo". En
una columna de opinión en el diario New York Times, expresó su preocupación por
los millones de dólares que asigna Estados Unidos a la oposición.
A medida que continúa la financiación,
las relaciones bilaterales se han deteriorado, y Maduro con frecuencia habla de
relaciones entre la ayuda estadounidenses y las violentas protestas
antigubernamentales que cobraron al menos 43 vidas en meses anteriores. Los dos
países no tienen embajadores desde 2010, cuando Chávez rechazó al enviado
estadounidense.
A pesar de los ataques y amenazas
de represalias, muchas organizaciones siguen aceptando los fondos
estadounidenses.
Carlos Correa, cuyo grupo Espacio
Público vigila los ataques policiales a las protestas y alienta la libertad de
expresión, reconoce que ha recibido fondos, pero se niega a aclarar si
provienen del gobierno o grupos privados. Cuando se debatía la ley de prohibición
de 2010, aparecieron caricaturas que lo mostraban con una maleta llena de
dólares.
CEDICE Libertad, una institución
de estudios sobre el mercado, recibe fondos del NED canalizados a través del
Centro para la Empresa Privada Internacional, con sede en Washington.
Otras organizaciones políticas
han optado por no correr el riesgo de recibir ayuda estadounidense. Liderazgo y
Visión, una organización con sede en Caracas que aspira a educar a una nueva
generación de líderes democráticos, recibió su último subsidio del NED en 2010,
dijo la portavoz Naibet Soto.
Otros gobiernos izquierdistas
latinoamericanos también se oponen a la ayuda financiera de Estados Unidos a
grupos de la sociedad civil.
El año pasado, Bolivia expulsó a
la Agencia para la Ayuda Internacional (USAID), acusándola de tratar de socavar
el gobierno. Recientemente, Ecuador prohibió a USAID financiar proyectos en el
país. Y últimamente, las revelaciones de que Washington montó una red social
similar a Twitter en Cuba para socavar el apoyo a La Habana generaron nuevas
sospechas sobre la ayuda financiera estadounidense.
Las tensiones crecientes agudizan
los temores de los activistas que reciben fondos de Estados Unidos. Torrealba
ve escasas alternativas. Los donantes locales consideran que organizaciones
como la suya son demasiado políticas, y existen escasas alternativas
institucionales.
"No hay Rockefellers en
Venezuela", aseguró.
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