El juego de los Tronos no es para
cualquiera
INFONews - sábado, 26 de
julio de 2014
Como en Juego de Tronos, nosotros
mismos enfrentamos una situación de una complejidad política incomparable, y
especialmente sentimos la imperiosa urgencia de tener que hacer algo para
cambiar este desastre y empezar a hacerlo ya. Por cada segundo que pasa sin que
aspiremos a democratizar los lugares donde se decide lo importante, aumenta sin
cesar el enriquecimiento privado ilegítimo y el sufrimiento gratuito de la
gente corriente. Democratizar es sencillamente devolver a las personas la
capacidad para decidir sobre sus propias vidas, una capacidad que nos ha sido
robada y debe ser restituida."
La frase corresponde a un
adelanto del libro que Pablo Iglesias acaba de compilar bajo el título Ganar o
morir. Lecciones políticas en Juego de Tronos, la serie que hace furor desde
hace algunos años, basada en las novelas del estadounidense George R. R. Martin
y que detalla las impiadosas guerras dinásticas entre las familias
"principales" por el control del poder en el continente de Poniente.
Iglesias se catapultó como líder
de un sector en España que reniega de los partidos que gobernaron el país desde
el retorno democrático –socialistas y "populares"– a los que acusa de
comandar un sistema de castas que se reparten los cargos y lucran para sus
propios bolsillos a espaldas del pueblo. Con esa crítica furibunda a lo que
llama el "Régimen de 1978" llegó al Parlamento europeo en mayo pasado
y aspira a construir una nueva opción para alcanzar La Moncloa más temprano que
tarde.
En estos días, la realidad no
hizo más que corroborar los argumentos de Iglesias y del partido que pergeñó,
Podemos. Es que el gobierno de Mariano Rajoy sacó a subasta el Catalunya Banc,
la ex Caixa Catalunya quebrada en 2011 y a la que el estado le inyectó fondos
por 12,6 mil millones de euros para que no se fuera a pique definitivamente.
Con el argumento de que "nada de lo que deba ser privado quedará en manos
del Estado", como dijera algún ex funcionario menemista, se sacó a la
venta el paquete nacionalizado. ¿La mejor oferta? Del BBVA, que prometió 1100
millones de euros, bastante más que sus competidores inmediatos pero muy por
debajo de los 2500 millones de patrimonio neto que mantiene la entidad. Con lo
cual la sociedad española pierde 11,6 mil millones, el equivalente a los
recortes en sanidad y educación que forzó el PP para reducir el déficit
presupuestario.
El problema financiero no se
reduce sólo a España, ya que por estas horas el dueño de un banco portugués fue
detenido en el marco de una investigación por blanqueo de capitales. Ricardo
Salgado dirigió el banco Espirito Santo –por la familia propietaria– en los
últimos 22 años y aparece en medio del escándalo por el giro de fondos provenientes
de la institución hacia negocios oscuros tanto en Portugal como en Estados
Unidos. Para evitar una corrida, las autoridades económicas habían decretado
hace diez días un corralito para sus clientes.
Ese nuevo escenario que reclama
Iglesias para España es el mismo por el que los países de esta parte del mundo
bregan, con suerte dispar, desde hace diez años. La creación de instancias
paralelas y hasta opuestas a los organismos que desde el fin de la Segunda
Guerra mundial vienen gobernando el planeta tuvo un notorio avance desde la
llegada de Hugo Chávez, Lula da Silva y Néstor Kirchner al poder, a principios
del milenio.
La derecha regional, que para
sobrevivir no tiene otra que alinearse con los "poderes constituidos"
–léase el establishment proestadounidense– intenta por todos los medios poner
freno a estos avances. Lo logró en parte con la creación de la Alianza del
Pacífico. Pero se le escapa con la Unasur, Celac y también con los BRICS, que
tienen una pata asentada en Brasil. Un golpe fuerte contra la unidad fue el
derrocamiento del paraguayo Fernando Lugo. Y otro muy poderoso, de
consecuencias aún impredecibles, es la arremetida de los fondos buitres contra
Argentina en tribunales neoyorquinos. Un juicio punitivo contra la rebeldía de
una nación que se opone a los poderes establecidos. Con lo que despierta
afinidades y simpatías muy proclives a fomentar esos nuevos escenarios de los
que se hablaba.
Es interesante detectar a quiénes
incomoda la posición que sostiene el gobierno argentino, sobre todo fronteras
adentro. Más allá de que algunos puedan ser socios locales de los buitres, lo
que les preocupa no es tanto una cuestión de plata –si esperaron una década
para llegar hasta acá bien pueden aguardar otros diez años– sino de obediencia
a la ley dictada por el amo. Fue claro el semanario británico The Economist al
comparar a la Argentina con el uruguayo Luis Suárez. A ambos los acusan de no
querer respetar las reglas. La cuestión es ¿reglas dictadas por quién y en qué
contexto? De eso se trata el Juego de los Tronos.
La que fue más clara quizás haya
sido la diputada Elisa Carrió. Luego de protestar ante la posibilidad de caer
en default, la chaqueña despotricó contra la "malvinización" de la
pelea con los holdouts. Según su óptica, la Argentina debería mostrarse sumisa
a los cánones para lograr mejores condiciones, algo que la realidad desde el
menemato a esta parte se demostró falso de toda falsedad.
Se entiende que la ex radical
tenga prurito en formar parte de un país al que se pueda abochornar por ser un
deudor. Que incluso se avergüence de que los argentinos seamos de lo peor de la
cuadra por la supuesta despreocupación de funcionarios y consejeros ante
semejante catástrofe."
Pero si estos pudorosos críticos
buscaran información histórica descubrirían que ningún país estuvo a salvo de
crisis como la que asolaron Argentina en el 2001 –y sus consecuencias actuales–
y que además, el país ni siquiera es el que más veces pasó por crisis
financieras de esta magnitud.
Así lo refleja una producción de
la BBC firmada por Mark Sietz con el explícito título de "¿Cuáles son los
peores deudores de la historia?" En esta lista figura en primer lugar
España, con 14 defaults, seguida por Venezuela, Ecuador con 11 y, Brasil con
10.
Entre los peores que la Argentina,
que computa siete reestructuraciones, están Francia, Alemania, México y Chile,
entre otros. Con siete "convocatorias de acreedores" figuran también
Portugal, Colombia y Uruguay, mientras que Estados Unidos, Rusia y Grecia
aparecen con seis, junto con el desaparecido imperio austrohúngaro.
Podría recordarse que a las
crisis de Alemania se les suma la situación de Prusia, Hesse,
Schleswig-Holstein y Westfalia, que se integraron al Reich a fines del siglo
XIX. Por otro lado, Berlín terminó de pagar las indemnizaciones de la Primera
Guerra Mundial, establecidas en el tratado de Versailles, el 3 de octubre de
2010. Cierto que esa es otra historia. Pero por lo que parece, para Lilita
Carrió mantiene su vigencia, porque la legisladora arremetió contra la visita
del presidente ruso Vladimir Putin, a quien califica como "el más perverso
de los líderes mundiales" y lo acusó de estar desarrollando "una
estrategia de dominación de todo Occidente". Es que, para Carrió,
"volver a cometer el error de la segunda guerra sería trágico, hoy debemos
conducir a la Argentina a la paz".
Para la derecha gorila, la única
explicación para la pérdida de influencia del país desde la década del 40 sería
el persistente populismo peronista pero, sobre todo, haber mantenido la
neutralidad con la Alemania nazi, lo que según esta visión del mundo, hizo
perder los favores del imperio, que desde entonces apoya el desarrollo del
Brasil, que envió un batallón para combatir en Europa. Algo así piensa la
derecha brasileña, que ya prometió en boca de dos de sus candidatos, Eduardo
Campos y Aécio Neves, que en caso de ganar las elecciones de octubre romperán
con el "eje Mercosur-Unasur" para acercarse a la AP.
"Podemos elegirnos a
nosotros mismos como buenos al modo de Ned Stark (el Señor de Invernalia en la
serie, según describe Iglesias), o como la Khaleesi (Daenerys Targaryen, la
heredera de la Casa Targaryen en busca recuperar el trono perdido), podemos
aspirar a que todos puedan tener una vida que merezca la pena ser vivida."
De eso se trata.
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