Grondona, del barrio a la cima
del fútbol
Associated Press - miércoles,
30 de julio de 2014
Julio Grondona comenzó como
dirigente de un club de barrio hasta convertirse en uno de los hombres más
poderosos del fútbol mundial.
Grondona, quien falleció el
miércoles a los 82 años, ejerció la presidencia de la Asociación del Fútbol
Argentino (AFA) desde 1979, y la vicepresidencia de la FIFA a partir de 1988.
Lo más notable es que Grondona se
erigió como uno de los hombres fuertes del fútbol mundial sin hablar una sola
palabra en inglés, algo de lo cual se jactaba.
Hasta su muerte, fue hombre de
confianza del titular de la FIFA Joseph Blatter, compartió reuniones con Michel
Platini, Franz Beckenbauer y con decenas de dirigentes de todo el mundo, y sin
embargo solo manejaba un idioma: el español.
A Grondona, esa limitación
idiomática jamás le preocupó.
"Hablo sólo español, cierto,
pero tengo una ventaja sobre el resto de los políglotas: hablo muy bien el
idioma del fútbol", dijo Grondona en una entrevista. "Y ese idioma,
no todos lo saben hablar".
Estudió hasta tercer año en la
Universidad de Ingeniería pero debió abandonar la carrera por una enfermedad de
su padre, del que heredó un negocio para materiales de construcción que
conservaba hasta su muerte.
Grondona inició su carrera como
dirigente del fútbol en 1957 cuando fue uno de los fundadores de Arsenal de
Sarandí, un equipo de un barrio de Buenos Aires que presidió durante casi dos
décadas. Se alejó de Arsenal en 1976, año en que asumió la presidencia de
Independiente, club del cual era reconocido simpatizante y al que presidió
hasta 1979.
Abandonó la presidencia de
Independiente en 1979 para tomar las riendas de la AFA, la organización que
dirigió por nueve mandatos consecutivos. Su última reelección fue en octubre de
2011, en una votación que estuvo precedida por denuncias de fraude y lavado de dinero,
así como por un escándalo en las puertas de la entidad protagonizado por un
rival del veterano dirigente.
Su reelección se produjo pese una
denuncia penal por fraude y lavado de dinero presentada en su contra por el
empresario Carlos Avila, ex presidente de Torneos y Competencias, una
subsidiaria del conglomerado de medios Grupo Clarín que poseía los derechos de
la transmisión por cable del fútbol argentino hasta que la AFA rompió el
contrato en 2009.
Avila entregó ante la justicia
balances de supuestas cuentas bancarias en Suiza a nombre de Grondona, de sus
familiares y de un ex colaborador ya fallecido por un monto total de 30
millones de dólares. También una filmación que grabó con una cámara oculta en
la que el presidente de la AFA cuenta detalles sobre operaciones poco claras
vinculadas al negocio del fútbol.
La filmación se difundió un día
antes de la votación. Grondona respondió con una demanda por extorsión,
coacción y amenazas, un pleito que seguía en curso hasta su muerte.
Ávila fue el precursor en el
negocio de la televisación de partidos del fútbol argentino a fines de la
década de 1980. Años después cedió su participación en el negocio al Grupo
Clarín.
En la filmación, Grondona le
reprochó a Avila que no se lo haya vendido a él y también se quejó de que los
directivos del Grupo Clarín no lo hicieron partícipe del negocio del cable.
Hábil negociador, el lema
preferido de Grondona era "Todo pasa", frase que hasta tenía
estampada en su anillo que llevaba desde hace décadas.
Durante su gestión al frente de
la AFA, Argentina tuvo a dos de los jugadores más talentosos en la historia del
fútbol mundial: Diego Maradona y Lionel Messi.
Con Messi mantuvo cordiales
relaciones, pero con Maradona alternó etapas buenas y malas.
Maradona se disgustó al extremo
con Grondona cuando el dirigente decidió no renovarle su contrato como técnico
de la selección tras el Mundial de Sudáfrica en 2010, en el que Argentina fue
eliminada en los cuartos de final.
Hace unos meses durante el
Mundial de Brasil, ese enfrentamiento se agudizó cuando Maradona lo calificó de
"perverso", después que Grondona se habría burlado de él diciendo que
le traía mala suerte a la selección de Argentina.
Durante ese Mundial, Grondona
también se vio involucrado en un escándalo por denuncia de reventas de entradas
que tenían el sello de la AFA y el nombre de su hijo Humberto, quien negó tener
cualquier vínculo con la reventa.
Bajo su mandato, Argentina conquistó
la Copa del Mundo en México 1986, cuando Maradona fue la gran figura; además de
las copas de América de Chile 1991 y Ecuador 1993; las medallas de oro
olímpicas en Atenas 2004 y Beijing 2008 y seis torneos mundiales Sub20.
Grondona solía recordar que uno
de los momentos más difíciles los vivió en 1973 cuando fue secuestrado su hijo
Humberto. Durante nueve días, Grondona se encargó de negociar con los
secuestradores el pago de un rescate y la liberación.
Además de ser vicepresidente de
la FIFA, Grondona fue presidente de la Comisión y Finanzas de ese organismo.
A pesar de todo, no usaba
computadora ni calculadora.
"De tecnología, nada y
tampoco tengo interés en aprender, es tarde para mí; las cuentas las hago a
mano", dijo Grondona en una entrevista en septiembre de 2011 en la revista
SoHo.
Por ese entonces, el dirigente
reconoció que no iba al cine desde 1957 cuando vio el filme "Lo que el
viento se llevó".
"Ah, sí, y después vi el
estreno de 'Héroes''', se corrigió Grondona en alusión a un documental sobre el
Mundial de 1986.
En general, Grondona no tenía
asistentes que le atendiesen el teléfono.
"Si me llamás y no quiero
hablar te digo que no quiero hablar y listo", recordó Grondona. "Si
me insultás, te saludo, y si me felicitás, te agradezco".
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