¿Cómo ser el mejor director de
negocio?
Forbes - miércoles, 16 de
julio de 2014
La organización debe trabajar
para el negocio y no el negocio para la organización.
En mis años de experiencia
trabajando con compañías que han pasado de ser medianas a grandes, e incluso
hasta reconocidas multinacionales, he identificado que para llegar a ser un
buen líder hay una clave que parecería muy obvia pero que muchos parecen dejar
a un lado después de un tiempo: un ejecutivo debe tener en la mira,
independientemente de su puesto actual, la orientación del negocio de la
empresa, es decir, ¿qué es lo que realmente genera rentabilidad para la
empresa?, y ¿cómo podemos hacer que siga creciendo?
Organización vs. negocio
Además de velar por la
organización se debe ver por el negocio. Muchas veces, un ejecutivopuede crear
una burocracia que vela por sus propios intereses, dejando en segundo plano la
contribución al objetivo global de la empresa. Hasta se llegan a crear esquemas
organizacionales que dañan este objetivo. La organización debe trabajar para el
negocio y no el negocio para la organización. Cuando sucede lo segundo estamos
creando una burocracia que destruye valor.
La meta siempre debe ser sacar el
negocio adelante. Si éste crece, la organización lo seguirá, pero difícilmente
este proceso sucederá al revés.
Preactividad vs. proactividad
Un ejecutivo debe entender su
función en términos de cómo está aportando al negocio y de la posición de la
empresa en el mercado. Con base en esto debe descifrar qué tipo de ventajas
competitivas puede agregar e identificar lo que otros no estén haciendo o que
no hagan eficientemente. La mayoría de la gente en la empresa está enfocada en
sus acciones; casi nadie en lo que sucede en el exterior. Buscar esa
información, traerla a la empresa, identificando tendencias, mejores prácticas,
etcétera, es una de las principales aportaciones que debe hacer un director
general.
Esta actitud traerá a la mesa
constante información de la empresa frente al mercado y sus competidores,
convirtiendo al ejecutivo en un recurso clave en la organización al fomentar la
propensión al cambio, a la innovación y al desarrollo de mejoras constantes en
la empresa.
Mejoras locales vs. mejoras
globales
Un director de negocio entiende
la realidad de una organización, en donde la mejora real de la empresa no se
limita al punto de vista local de cada área. De hecho, hay acciones que pueden
ser vistas como ineficientes por un área, pero que tienen un impacto positivo
en el objetivo global de la empresa. En otras palabras, la optimización local
no asegura el éxito global, y por esto existe una disposición a subordinarse o
suboptimizarse. ¡Cuidado con esto! La visión siempre debe ir más arriba.
Autoridad vs. influencia
Un excelente director basa su
labor en el entendimiento del negocio y de su función, en movilizar a su
personal para contribuir aprovechando al máximo sus habilidades y conocimientos
con otras áreas a través de la persuasión y la negociación.
Un buen líder ejerce una
influencia positiva; no impone su autoridad.
El ejecutivo, emprendedor, mentor
o cualquier rol que juegue en una organización debe recordar que una empresa no
es un agregado de individuos actuando en forma separada, sino un conjunto de
personas trabajando por un mismo fin, en que la calidad de su interdependencia,
y no tanto la ejecución de cada tarea en forma aislada, es determinante en el
objetivo al que todos queremos llegar.
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