Despierta a tu empresa, la bella
durmiente
Forbes - miércoles, 16 de
abril de 2014
Nuevos riesgos aparecen después
de los 3 primeros años de operación. Si crees que ya cruzaste la línea de la
sobrevivencia, despierta a tu empresa y encuentra los retos y oportunidades que
se avecinan.
“En tiempos de cambios profundos,
los que saben aprender heredarán la tierra, en tanto que los que creen saberlo
todo se encontrarán bellamente dotados para manejar un mundo que ya no existe
más”.
Muchas empresas, sobre todo las
PyMEs y los negocios familiares, albergan una falsa creencia, y es la
siguiente: si logras sobrevivir a los tres años de operación, estás a salvo de
problemas económicos; tu negocio prosperará. Algunos otros negocios quizá no
van tan lejos, pero prácticamente todos esperan que, a estas alturas, ya haya
utilidades. Sin embargo, cada etapa trae nuevos retos, y a los tres años se
cierne uno que es igual de riesgoso que los anteriores: el estancamiento.
En mi experiencia, 3 de cada 10
empresarios en México postergan la transformación corporativa de su empresa. Un
cambio en la estrategia de negocio implica readaptarse a las necesidades del
mercado, observar los posibles avances tecnológicos y adelantarse a las crisis.
Pareciera que esto suena a que el
director o dueño del negocio necesita ser psíquico, pero, más que hablar de
magia, se trata de estar al tanto del entorno en el que se desenvuelve la
empresa. Realmente, ¿qué tanto despegamos la mirada de la computadora, para
atisbar las tormentas que se avecinan?
FODA: un mapa estratégico
Un punto de partida esencial para
evitar el estancamiento y estar al corriente del entorno es el ya famoso
análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). Esta
herramienta nos ayudará a reaccionar más rápido y a tomar decisiones de manera
más eficiente.
El análisis FODA se puede aplicar
a la vida corporativa para hacer un diagnóstico del negocio y sus servicios. He
aquí sus componentes:
Es importante mencionar que las
fuerzas y las debilidades se refieren a factores que existen dentro del
negocio, mientras que las amenazas y las oportunidades describen situaciones
externas, de las que la empresa no tiene control. Al hacer este análisis, es
posible poner los problemas en perspectiva y puntualizar qué falta por hacer.
Es recomendable aplicar el análisis FODA también en los competidores. Es de
suma importancia también que este análisis se convierta en una actividad
constante de la empresa, y construir así el hábito de estar atentos a los
cambios en el panorama empresarial.
Los ojos en la meta
En mi experiencia, cuando los
dueños no invierten en hacer más eficiente su proceso de toma de decisiones,
son propensos a las siguientes situaciones: gastos desmedidos y faltos control,
aumento en los costos de operación, fraudes, contingencias que afectan el
presupuesto, proyecciones de negocios erróneas, información financiera
deficiente, una carga fiscal excesiva y falta de dirección.
Otra área en la que se refleja la
poca planificación es Recursos Humanos. Algunas empresas pequeñas ahorcan su
presupuesto con una plantilla costosa, y sus controles son laxos. Esto genera
un alto nivel de rotación de personal y, en consecuencia, se generan mayores
costos.
Es cierto que existen ciertas
dificultades al momento de implementar cambios: resistencia por parte de los
empleados; la aparición de gastos adicionales al innovar los activos de la
empresa; incluso apego sentimental a ciertas políticas establecidas por los
jefes anteriores. Pero, a la larga, un buen cambio podría evitar problemas y
asegurar la supervivencia del negocio.
Tengamos presente una cosa muy
importante: el tiempo que el dueño tarde en implementar acciones para adaptarse
a una nueva situación puede constituir la diferencia entre la vida y la muerte
del negocio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario