Poca azúcar en la sangre aumenta
la ira y la agresividad hacia el cónyuge
AFP - martes, 15 de abril
de 2014
Los niveles bajos de azúcar en la
sangre hacen que, en un matrimonio, cada integrante sienta más ira hacia el
otro, y también aumentan el riesgo de agresividad, según un estudio publicado
el lunes en Estados Unidos.
El estudio demuestra como el
simple hecho de tener hambre, resultado de bajos niveles de glucosa, puede ser
un factor de tensión en las parejas, provocando discusiones e incluso
violencia, explicó Brad Bushman, psicólogo de la Universidad de Ohio y
principal autor del trabajo publicado en las Actas de la Academia de Ciencias
de EEUU (PNAS) del 14 al 18 de abril.
La investigación fue realizada
entre 107 parejas casadas durante 21 días. Para medir la ira, los
investigadores dieron a cada participante un muñeco vudú -que se supone
representaba al cónyuge- y 51 alfileres.
Al final del día, cada uno de los
cónyuges clavaba un cierto número de alfileres en su muñeco, según el grado de
cólera que sintiera hacia su pareja. Al mismo tiempo, cada cónyuge debe medir
su nivel de glucosa en la sangre antes del desayuno y antes de ir a la cama.
Los resultados mostraron que,
cuanto menor era el nivel de azúcar, mayor era la cantidad de alfileres
clavados en el muñeco. El vínculo entre glicemia y cólera persistió incluso
entre las parejas que se declaraban satisfechas de su unión.
Al final de los 21 días, se les
pidió a las parejas que se sometieran a una segunda prueba: presionar un botón
tan fuerte como les fuera posible cuando un punto rojo apareciera en la
pantalla de un ordenador. El ganador de cada pareja tuvo la oportunidad de
someter entonces a su cónyuge a un ruido fuerte, y decidir la intensidad y
duración.
Los resultados mostraron que
quienes tenían un grado de glucosa más bajo, se inclinaban por sonidos más
fuertes y duraderos. Un tercer análisis reveló que aquellos que clavaron más
agujas son quienes sometieron a sus parejas a los peores ruidos.
Este fenómeno se explica por el
hecho de que la glucosa es el principal combustible del cerebro y el
autocontrol necesario para manejar la ira y los impulsos agresivos requiere
mucha energía, según los autores.
"El cerebro representa el 2%
de nuestro peso, pero consume el 20% de las calorías", sostuvo Bushman,
recomendando a las parejas que, antes de una discusión difícil, estén seguros
de que no tienen hambre.
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