Un médico argentino ayudó a 'La
Pulga' Messi a devenir en 'gigante' del fútbol mundial
AFP - viernes, 2 de mayo de
2014
"Quedate tranquilo, un día
vas a ser más alto que Maradona, no sé si mejor pero sí más alto",
prometió el endocrinólogo argentino Diego Schwarzstein a un pequeño y anónimo
Lionel Messi cuando en 1998 le diagnosticó una enfermedad que ponía en riesgo
su sueño de ser futbolista de primera.
Aquel paciente al que detectó
"un déficit parcial de hormona del crecimiento" era chiquito, reservado
y prometía con el balón, afirma Schwarzstein sobre el niño que recibió a los 9
años midiendo 1,27 metros, y que hoy ostenta 1,69 de altura, con 26 años
bautizado en gloria.
"Hoy mide dos centímetros
más que Maradona, y además ¡es mejor!", confirmó el médico a la AFP en su
consultorio de Rosario, la tercera ciudad de Argentina, donde nació la leyenda
de Lionel Messi, capitán del seleccionado albiceleste y máximo anotador
histórico en un solo torneo de la Liga Española y de la historia del club FC Barcelona.
El médico cuenta que solo era
posible romper el hielo con Messi preguntándole algo sobre su deporte favorito.
"Tenía muy claro que quería jugar al fútbol. Su pregunta era si iba a
crecer como para jugar al fútbol".
"Y allí era que yo le decía,
'quedate tranquilo, un día vas a ser más alto que Maradona'", reveló el
médico rosarino que se especializó en endocrinología en Barcelona pero volvió a
su país cuando su paciente más famoso apenas jugaba con pelotas de cuna.
Schwarsztein recordó que hace
cinco años le dijo: "'¿Y viste que sos más alto que Maradona?' se rió,
pero cuando le dije que además era mejor, me paró y me dijo: 'No, no, el Diego
es el Diego'", cuenta que le corrigió Messi sobre quien era en aquel
momento su director técnico en la selección argentina.
- "Quiero crecer para
jugar" -
'La Pulga' era el sobrenombre de
Messi en la escuela y también en las infantiles de Newell's, uno de los dos
clubes más populares de Rosario, conocido como la cuna de exjugadores de la
selección argentina como Gabriel Batistuta y Jorge Valdano, y también el equipo
del doctor Schwarzstein.
En 1997 "yo veía a algunos
chicos con probable conflicto endocrinológico y cuando el cuerpo médico de
Newell's los detectaba me los derivaba a mi consultorio", dijo
Schwarzstein, de 50 años, amigo personal del Tata Martino, director técnico del
Barça.
"Desde Newell's me dijeron:
'Te vamos a mandar a un chico que es el mejor que tenemos en todas las
inferiores -entre unos 1.000 chicos-, pero es muy bajito'", le
advirtieron.
"Llegó Messi con 9 años a mi
consulta y después de varios meses de análisis engorrosos se detectó que había
un déficit de hormonas del crecimiento", diagnosticó Schwarzstein.
Según el doctor, este es un
"conflicto endocrinológico relativamente frecuente dentro de lo que son
las enfermedades infantiles no tradicionales, que afecta aproximadamente a uno
de cada 20.000 nacimientos".
"Un chico con este problema
crece menos de lo que corresponde, es imposible saber cuánto hubiera medido si
no se trataba. Lo que se sabe es que no iba a alcanzar la talla que debería
tener por su genética", aclaró.
El tratamiento consiste en
reponer la hormona del crecimiento en la cantidad exacta que falta durante la
etapa del crecimiento que termina a los 16 años.
"Cuando los chicos no crecen
les interesa ser altos por estética, por las minas (las mujeres) y él, Messi,
quería hacerlo por el fútbol", aseguró el médico.
"Él no se sentía mal, él
veía que de alguna manera la talla baja significaba una potencial limitación y
él la quería superar, él quería jugar en primera".
El médico asegura que estas
inyecciones no tienen efectos secundarios "y absolutamente ninguna
relación con las lesiones que sufrió el jugador".
- Crisis con final apoteósico -
La cura a la enfermedad de Messi
costaba 1.300 dólares al mes por inyecciones que el niño debía ponerse a diario
en su brazo o en su pierna. Y así lo hizo durante tres años en Argentina y
luego al emigrar a Barcelona.
El costo significaba una fortuna
para un obrero metalúrgico como era entonces su padre, Jorge Messi, y era una
angustia para su madre, Celia, pero lo cubría el seguro del trabajo paterno.
"Vino la crisis del año
2001, una de las tantas debacles sufrida en Argentina, y con ella se rompió el
sistema de red social. El padre de Leo tuvo problemas laborales y su
tratamiento, como el de tantos otros pacientes, perdió la cobertura", explicó
el médico al reafirmar que hizo cerca de un 70% del tratamiento que luego
completó gracias al Barcelona.
"Por ese tiempo Leo tenía la
incertidumbre, la angustia que suponía la posibilidad de tener que interrumpir
el tratamiento", dijo Schwarzstein, al apuntar que la suspensión de las
inyecciones de estas hormonas pone en peligro la efectividad.
Entre una fundación y la donación
de un laboratorio lograron continuar el tratamiento unos pocos meses más.
Dicen en Rosario que Newell's
abandonó a Messi, luego el niño prodigio del fútbol probó suerte con River muy
brevemente hasta que su padre se lo llevó a Barcelona con la idea de emigrar
como otros tantos miles de argentinos que ese año escapaban de una feroz crisis
social y económica.
"Luego lo que pasó en
Barcelona no lo sé bien, pero Messi continuó el tratamiento y el resto, es la
mejor historia del mejor futbolista argentino en el mundo", concluyó el
médico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario