En todo el mundo, trabajadores y
contestatarios salen a la calle el 1 de Mayo
AFP - jueves, 1 de mayo de
2014
El Día Internacional de los
Trabajadores se vio marcado el jueves por los choques entre manifestantes y
policía en Estambul y el desfile con tintes patrióticos celebrado en la Plaza
Roja de Moscú.
La policía turca impidió con un
despliegue masivo, cañones de agua y gases lacrimógenos la concentración de
manifestantes prevista en la plaza Taksim de Estambul, declarada zona prohibida
por las autoridades desde las masivas protestas de la oposición el año pasado.
Los choques se prolongaron
durante horas, con un saldo de 90 heridos, según el gobernador de Estambul, que
anunció 143 detenciones.
También se produjeron incidentes
en Ankara.
En Rusia la jornada tuvo un tono
totalmente distinto, marcado por la crisis en Ucrania y el pulso que sostiene
el gobierno de Vladimir Putin con su vecino y los países occidentales.
Más de 100.000 personas
desfilaron por la Plaza Roja, la primera vez desde 1991, un paso más en la
recuperación de las celebraciones al estilo de la Unión Soviética de parte del
régimen.
"Estoy orgulloso de mi
país", "Putin tiene razón" eran algunos de los lemas en las
pancartas de los manifestantes, acompañados de miles de banderas rusas.
La adhesión de los presentes al
gobierno fue total, y los discursos ensalzaron la decisión del gobierno sin
precedentes de anexionarse la península ucraniana de Crimea, tras unos
polémicos incidentes y un referéndum cuyo resultado no fue aceptado por la
comunidad internacional.
Según el dirigente de la
Federación de Sindicatos de Rusia, Mijail Chmakov, más de dos millones de
personas participaron en los desfiles en todo el país.
Unas 60.000 personas desfilaron
en Simferopol, capital de Crimea, con banderas y retratos del presidente ruso.
Por el contrario Kiev exhibió una
movilización escasa, con 2.000 a 3.000 personas que se reunieron para gritar en
favor de la unidad de Ucrania.
- Europeos contra la austeridad -
España, que empieza a salir
tímidamente del marasmo económico y sigue minada por un desempleo récord, salió
a la calle bajo el lema "Sin empleo de calidad no hay recuperación".
Miles de personas marcharon en
unas 70 ciudades españolas, donde los sindicatos denuncian una precarización
laboral.
En Francia, los sindicatos
protestaron contra el plan de recortes de 50.000 millones de euros anunciado
por el primer ministro, Manuel Valls.
A menos de un mes de las
elecciones europeas del 25 de mayo, el ultraderechista Frente Nacional presentó
su tradicional desfile como una "demostración de fuerza" para
confortar su dinámica en los sondeos, que lo colocan primero o segundo,
emparejado con la derechista UMP, en la oposición.
En Grecia decenas de miles de
personas se manifestaron contra la austeridad y por una Europa social,
recordando que la riqueza es "el fruto de los esfuerzos de los
trabajadores".
En Italia, donde el presidente
del Consejo, Matteo Renzi, prometió devolver la confianza a los italianos, que
salen apenas de más de dos años de recesión, estallaron enfrentamientos entre
la policía y los manifestantes en Turín (noroeste).
En Marruecos decenas de miles de
personas salieron a las calles, en particular en Rabat y Casablanca, para pedir
mejoras sociales al gobierno del primer ministro Abdelilá Benkiran, islamista,
a pesar de que había anunciado la víspera un aumento del salario mínimo.
Las celebraciones del 1 de mayo
se vieron perturbadas también en Camboya, donde los sindicatos llamaron a
apoyar a los obreros textiles en huelga en dos zonas económicas especiales
cerca de la frontera con Vietnam.
La mayoría de los trabajadores de
este sector vital para la economía camboyana, que da empleo a 650.000 personas,
ganan menos de 100 dólares mensuales.
En el emirato de Catar, donde no
se celebra oficialmente el 1 de mayo, el gobierno se declaró "comprometido
moralmente" con los derechos laborales de los extranjeros, que de forma
masiva son los que asumen la construcción de los estadios y edificios
relacionados con el Mundial de 2022.
- Latinoamericanos en marcha -
Los sindicatos peruanos
celebraron la fecha recorriendo las calles de Lima y exigiendo al gobierno y al
sector privado un aumento salarial y mejoras laborales.
En Chile, miles de personas
celebraron con una marcha en Santiago el Día Internacional de los Trabajadores,
que se vio manchada en el último momento por incidentes violentos aislados.
El presidente boliviano, Evo
Morales, decretó un incremento de un 20% del salario mínimo y encabezó una
marcha con varios miles de obreros e indígenas, en el marco de las
celebraciones por el Día de los Trabajadores.
En Venezuela, miles de
simpatizantes chavistas marchaban por Caracas para agradecer al presidente
socialista Nicolás Maduro un aumento del salario mínimo otorgado el martes,
mientras la oposición se concentró en otro sector de la capital para protestar
por la crisis económica.
Para mostrar su apoyo a su aliado
venezolano, Cuba dedicó su tradicional y multitudinario desfile bajo la
presidencia de Raúl Castro en La Habana a "la revolución bolivariana"
liderada por Maduro.
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