Diez ciudades donde florece la
agricultura urbana
BBC Mundo - jueves, 10 de
abril de 2014
En el centro o en la periferia,
10 ciudades latinoamericanas y del Caribe cultivan plantas y crían animales
para alimentación.
Y esto, según la Organización
para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO, por sus siglas
en inglés), supone una buena noticia.
En un informe que acaba de
difundir, la FAO observa un crecimiento de las prácticas urbanas de
agricultura.
El trabajo se basa en los
resultados de una encuesta llevada a cabo en 23 países y en los datos de 110
ciudades y municipios.
"Se estima que más de 800
millones de personas están involucradas en agricultura urbana y
periurbana", dijo Makiko Taguchi, agrónoma de FAO.
Taguchi explicó que en los países
industrializados, el cultivo en las ciudades se practica casi como un
"hobby". En los países en vías de desarrollo, en cambio, la
agricultura urbana surge de la necesidad.
Estas son, de norte a sur, las
ciudades "verdes" destacadas por la FAO que incluyen o fomentan la
agricultura doméstica y urbana como una forma sostenible de garantizar la
seguridad alimentaria.
La Habana
Forzados por el llamado período
especial, la crisis económica posterior a la caída de la Unión Soviétiva que
condujo al racionamiento de alimentos y a crecientes índices de malnutrición,
los habitantes de La Habana iniciaron la siembra de productos alimentarios en
cualquier espacio disponible, dice la FAO en su informe.
Pronto la agricultura urbana pasó
a ser una prioridad nacional.
En la actualidad, La Habana es la
reina de las ciudades "verdes": 90.000 residentes practican la
producción de alimentos, ya sea cultivando huertos caseros o trabajando en los
huertos y las granjas pecuarias comerciales de la ciudad.
La agricultura urbana y
periurbana suministró en 2013 alrededor de 6.700 toneladas de alimentos para
casi 300.000 personas en escuelas, centros de salud pública y hospitales.
Según la investigación de la FAO,
"La Habana ha agregado una palabra nueva —organopónicos, un sistema de
cultivo ecológico— al vocabulario de la agricultura urbana y se ha convertido
en pionera en la transición global hacia una agricultura sostenible que produce
'más con menos'".
Ciudad de México
El área metropolitana de la
Ciudad de México conforma una de las aglomeraciones urbanas más grandes del
mundo.
La mayor parte de la agricultura
del Distrito Federal de México puede calificarse como periurbana e incluso
suburbana. Pero aunque incipiente, la producción urbana de alimentos está
aumentando.
El gobierno del Distrito Federal
está promoviendo la agricultura sostenible en las zonas rurales y la producción
de alimentos en la propia ciudad.
Como ejemplo, se menciona el
Huerto Romita, un espacio comunitario situado en el corazón de la ciudad para la
producción de hortalizas orgánicas.
También menciona el informe
diversas iniciativas públicas y privadas para crear "azoteas verdes".
Entre ellas, un programa de la
Secretaría de Medio Ambiente ha ayudado a instalar camas de plantas suculentas
en más de 12.300m2 de azoteas, en escuelas, hospitales y museos.
Antigua y Barbudas
Aunque este país formado por dos
islas, Antigua y Barbuda, se clasifica como de "ingreso alto no
perteneciente a la OCDE", un estudio de 2007 reveló que el 28% de la
población del país vivía en condiciones de indigencia o pobreza o se encontraba
en riesgo de caer en ella.
Siete años más tarde, el programa
nacional de horticultura doméstica produce 280 toneladas de hortalizas
anualmente y se considera un factor clave para alcanzar el objetivo Hambre Cero
en el país caribeño.
Gracias a este programa, el 10%
de la población consume alimentos producidos en casa. La meta es cultivar 1.800
toneladas anuales de hortalizas en los patios de los ciudadanos.
Tegucigalpa
Honduras está entre los países
más pobres del mundo y tiene una de las tasas más elevadas de pobreza urbana de
la región de América Latina y el Caribe.
En la capital Tegucigalpa, con
1,2 millones de habitantes, casi la mitad del área urbana consiste en
asentamientos informales.
En 2009, se seleccionaron cuatro
de estos asentamientos para un proyecto pionero para crear huertos familiares
en los patios.
El impacto del proyecto, dice el
informe, ha permitido mejorar la nutrición familiar a las comunidades.
Como resultado, hay abundantes
cosechas de rábano, cilantro, lechuga y pepino y grandes ahorros en los gastos
alimentarios de las familias.
Managua
Nicaragua ha demostrado el
compromiso más firme con la agricultura urbana y periurbana entre los países centroamericanos,
dice el texto de la FAO.
Un programa del gobierno pretende
establecer 250.000 huertos domésticos en las ciudades de todo el país.
El plan es crear huertos
familiares y bancos comunitarios de semillas, brindar a los productores urbanos
pobres capacitación, acceso a insumos y asistencia, y desarrollar tecnologías
de riego para superar la escasez estacional de agua.
Las bases de este programa se
iniciaron en 2010 en dos de las áreas más pobres y más densamente pobladas de
Managua.
Allí, los participantes
aprendieron buenas prácticas hortícolas en centros de capacitación, que luego
aplicaron en sus patios, como el enriquecimiento del suelo con fertilizantes
obtenidos con la fermentación anaeróbica de desechos domésticos.
Muchas familias duplicaron el
consumo de hortalizas gracias a la producción sostenida.
Quito
En la capital ecuatoriana se
acordó en el año 2000 la primera declaración que llama a las ciudades de la
región a "comprometerse decididamente con la agricultura urbana".
Aunque la producción de alimentos
estaba extendida entonces en Quito gracias a las sucesivas oleadas de migrantes
indígenas andinos, no estaba contemplada por las autoridades municipales.
En barrios de la ciudad y en
asentamientos de laderas y barrancos, muchos de los nuevos habitantes de la
ciudad recurrían a la agricultura a pequeña escala para alimentar a sus
familias.
Pero tras 14 años y gracias a un
proyecto de agricultura urbana participativo en toda la ciudad, Quito es una de
las capitales más verdes de la región: según el último recuento tiene 140
huertos comunitarios, 800 huertos familiares y 128 huertos escolares.
El proyecto piloto se inició en
el barrio El Panecillo, una colina en pleno centro de la ciudad, según recoge
la investigación de la FAO.
Ahora, el programa municipal
proporciona a los vecinos de 32 parroquias de la ciudad semillas y plántulas,
insumos, materiales y formación.
Lima
De acuerdo al informe, la capital
de Perú se enfrenta a varios desafíos.
El río Rímac es la base de
suministro de agua para sus 9,6 millones de habitantes y se usa para irrigar
gran parte de sus 12.500 hectáreas de tierras agrícolas periurbanas.
Pero también es el principal
destino de eliminación de residuos. Además, con una población que aumenta en
casi 200.000 personas por año, hay más demanda de alimentos y más presión de la
expansión urbana sobre las tierras productivas.
Un proyecto propone reducir la
presión sobre los recursos hídricos y aumentar la producción de alimentos
depurando y reutilizando 300 millones de aguas residuales al año para irrigar
zonas verdes y áreas agrícolas.
En 2013, el gobierno peruano
inauguró la mayor planta de tratamiento de aguas de América del Sur, con
capacidad para tratar el 75% de los efluentes generados en el área municipal y
está construyendo otra planta para aunmentar la cobertura al 100 %, resalta la
FAO.
Reutilizando la mitad de sus
aguas residuales, Lima podría regar 28.000 hectáreas de parques y áreas verdes
y cerca de 10.800 hectáreas de terrenos agrícolas, según un estudio de la
Comisión Europea.
Además, el gobierno de Lima
Metropolitana puso en marcha un programa para promocionar la agricultura urbana
en los 43 distritos de la ciudad.
El Alto
A principios de los años 2000,
más del 70% de la población de esta ciudad boliviana vivía en situación de
pobreza y alrededor del 40% de los niños menores de 5 años estaban malnutridos
debido a un consumo extremamente bajo de proteínas animales, frutas y verduras.
La FAO y el gobierno municipal de
El Alto desarrollaron un proyecto para promover la producción de verduras
durante todo el año en huertos familiares.
Este plan de agricultura urbana
ha tenido un impacto duradero y positivo en los barrios más pobres de la ciudad
de 890.000 habitantes, asegura el organismo.
En un año, dice el informe, un
típico invernadero de adobe de El Alto produce seis cosechas de acelga y
rabanito y casi una tonelada de tomates.
Los horticultores ahorran U$60 al
mes en la compra de comida y tienen una ganancia de U$15 por la venta de
excedentes.
Belo Horizonte
Muchos de los planes ejecutados
como parte del Programa Hambre Cero se iniciaron en la década de 1990 en Belo
Horizonte, la tercera aglomeración urbana más poblada de Brasil tras Sao Paulo
y Río de Janeiro.
Entre ellos se incluyen los
proyectos de apoyo a la agricultura doméstica. Según la FAO, estas iniciativas
han logrado en los últimos seis años que baje de 50 a 30 millones el número de
personas que sufren inseguridad alimentaria en el país.
En Belo Horizonte, el programa de
agricultura urbana y periurbana de la Secretaría Municipal Adjunta de Seguridad
Alimentaria y Nutricional (SMASAN), en vigor desde 1998, ha creado 185 huertos
de hortalizas y 48 huertos frutícolas.
Hay huertos instalados en
escuelas y en centros preescolares, tres huertos totalmente comerciales y
huertos no comerciales establecidos en centros de salud y de servicios
sociales, residencias de ancianos, centros de acogida y otros servicios
públicos, según recoge el estudio de FAO.
Rosario
Con 1,35 millones de habitantes,
el área metropolitana de Rosario, junto al río Paraná, es la tercera ciudad de
Argentina y una de las más prósperas.
En 2002, y tras la debacle
económica de 2001, el gobierno municipal inició un programa de agricultura
urbana.
Desde entonces, esta práctica en
Rosario ha evolucionado paralelamente a la recuperación económica de Argentina.
Hoy en día, el número de
ciudadanos que practican la horticultura es de alrededor de 1.800, de los
cuales 250 son productores a tiempo completo organizados en la Red de Huerteras
y Huerteros.
La hortalizas que producen son
100% orgánicas y los horticultores cultivan sobre sustratos de compost de alto
rendimiento.
Desde 2004, la ciudad celebra
anualmente la Semana de la Agricultura Urbana y ha sido reconocida
internacionalmente como un ejemplo de la buena integración de la agricultura en
el desarrollo urbano.
Según el documento elaborado por
los expertos de Naciones Unidas, Rosario es una de las pocas grandes ciudades
de América del Sur que han incorporado plenamente la agricultura en su
planificación del uso del suelo y en las estrategias de desarrollo urbano.
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