La mayor colonia de pingüinos de
Magallanes, amenazada por el cambio climático
EFE - viernes, 4 de abril
de 2014
Punta Tombo, en la costa sur de
Argentina, recibe cada primavera austral a unas 200.000 parejas de pingüinos de
Magallanes para reproducirse, pero el cambio climático ha contribuido a diezmar
la población de la mayor colonia mundial de esta especie en las últimas décadas
y amenaza con reducirla aún más.
"El calentamiento global
afecta a muchas especies. En Punta Tombo lo que ocurre es que hay más lluvias o
llueve en momentos donde antes no llovía y si hay pichones en cuevas, se
inundan y los pichones pueden morir ahogados", explicó a Efe el subsecretario
de Conservación de áreas protegidas de la provincia de Chubut, Víctor Fratto.
Además de un aumento de las
precipitaciones, en la última década se han registrado también temperaturas
superiores a lo habitual en la época de reproducción, a fines de la primavera
austral.
"En algunos momentos de
máximo calor, los adultos van a bañarse y dejan desprotegido al pichón de los
depredadores", agregó Fatto.
Entre estos últimos figuran aves
como las gaviotas o las skúas, que se alimentan de los huevos y las crías.
El funcionario puntualizó que la
población de pingüinos en Punta Tombo "fluctúa en el tiempo" y se
trata de "cambios no perceptibles a la vista humana".
La voz de alarma la lanzaron los
investigadores estadounidenses Dee Boersma y Ginger A. Rebstock en la revista
científica en línea Plos One el pasado enero.
Tras estudiar Punta Tombo durante
27 años, los biólogos detectaron que fallecieron alrededor del 65 % de las
crías nacidas anualmente en esta reserva natural, situada unos 1.500 kilómetros
al sur de Buenos Aires.
Aunque la principal causa de
mortalidad fue el hambre (40 %), los cambios climáticos estuvieron detrás del 7
% de las muertes de crías de pingüinos de Magallanes, señaló el estudio.
Según el presidente de la Global
Penguin Society, Pablo Borboroglu, mientras algunas poblaciones de pingüinos
crecen en otros lugares del mundo, la población de Punta Tombo ha declinado un
24 % en el último cuarto de siglo.
Con el objetivo de preservar este
paraíso natural, que el año pasado atrajo a más de 170.000 turistas, el
Gobierno de Chubut busca ampliar la reserva de Punta Tombo, que en la
actualidad comprende unas 200 hectáreas, y crear una zona marina protegida al
norte del área de apareamiento.
"Se quieren proteger más de
400.000 hectáreas al norte de Punta Tombo para preservar esa zona en un momento
de gran vulnerabilidad, cuando los pichones tienen que comer cada veinticuatro
horas", explicó Fratto sobre los pingüinos recién nacidos.
Si en ese delicado período los
adultos no encuentran alimento cerca y tienen que alejarse, sus crías se mueren
de hambre.
En los primeros meses de vida,
los pichones dependen totalmente de los padres para su alimentación, para
aprender a nadar y para protegerse de los predadores.
El estatus de área protegida, que
podría aprobarse en unos meses, aumentaría la disponibilidad de alimento al
prohibir la pesca en la zona y permitiría reducir otras amenazas potenciales,
como el tráfico marítimo o los vertidos de petróleo.
Los pingüinos de Magallanes
recorren cada año miles de kilómetros: durante la primavera austral llegan a la
costa del sur argentino para anidar y a finales de verano, cuando las
temperaturas empiezan a declinar, huyen del frío hacia las aguas tibias del litoral
brasileño.
"Tombo es importante porque
es la más grande y exporta individuos a otras colonias, y este área marina
protege otras colonias y otro montón de aves marinas y mamíferos", afirmó
Borboroglu.
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