Mercados emergentes aún no están
a salvo
Forbes - jueves, 6 de marzo
de 2014
Ucrania, Venezuela, Argentina,
Turquía y Tailandia enfrentan escenarios complicados e inestabilidad. ¿Hasta
dónde les llevará la crisis que viven?
Los puntos de presión en los
mercados emergentes han venido en aumento desde principios de 2014, y varios países
emergentes han experimentado condiciones socio-políticas y económicas muy
difíciles.
Los sucesos han afectado
principalmente a pequeñas economías periféricas, como Ucrania, Venezuela,
Argentina, pero los trastornos económicos y políticos también generaron
inestabilidad en economías medianas, como las de Turquía y Tailandia. Las
circunstancias han obligado a varios de estos países a adoptar políticas que
deberían encaminarlos en la dirección correcta. Sin embargo, en algunos casos,
estas medidas posiblemente no sean suficientes y lleguen demasiado tarde.
A priori, la crisis política en
Ucraniaha cedido; el derramamiento de sangre ha concluido y el presidente
destituido, Viktor Yanukovych, ha abandonado Kiev. Lo que queda, es un déficit
por cuenta corriente superior al 8% del PIB, vencimientos significativos de la
deuda externa, y la suspensión del paquete de apoyo ruso de 15,000 millones de
dólares.
En lo que va del año, la moneda
local (la grivna) se devaluó más de un 13%, pues el banco central dejó de
apuntalar la moneda debido a la disminución de las reservas internacionales y
al retiro de depósitos bancarios por parte de los clientes. La actividad
económica se ve afectada y el desempleo entre los jóvenes es superior al 18%.
El fin de semana, las tropas
rusas asumieron posiciones clave en Crimea y amenazaron a su marina, lo que
ocasionó que una crisis económica en un país periférico se transformara en un
posible conflicto armado con consecuencias globales.
En nuestro caso base, las tropas
rusas se quedarán en Crimea y no se interrumpirá el flujo de gas de Rusia a
Europa a través de los ductos ucranianos. Bajo este escenario, las elecciones
anticipadas se llevarán a cabo en mayo y el FMI proveerá el financiamiento
necesario para evitar una cesación de pagos total por parte Ucrania, aunque se
espera que el FMI exija que el sector privado comparta la carga a través de una
restructuración de la deuda.
Los eventos de los últimos días
parecen indicar que nos encontramos dentro de nuestro escenario base, el
discurso ruso se ha vuelto más conciliador y la Unión Europea ha prometido un
paquete de ayuda de 11 mil millones de euros para estabilizar las finanzas de
Ucrania.
Sin embargo, la situación sigue
inestable y una variedad de factores podría descarrilar el progreso, incluyendo
las repercusiones de posibles sanciones económicas contra Rusia, una ruptura de
las negociaciones de Ucrania con el FMI, y la desestabilización política del
gobierno interino en Ucrania en el periodo previo a las elecciones.
En Venezuela, las autoridades
anunciaron la aplicación de una nueva ley cambiaria la semana pasada que acerca
al país a un régimen cambiario de libre flotación y una devaluación del tipo de
cambio oficial.
El gobierno posiblemente pueda
obtener beneficios fiscales de una devaluación implícita del bolívar. Sin
embargo, en el horizonte acechan brotes de tensión social, pues los
fundamentales económicos en el país siguen siendo muy débiles.
La popularidad del presidente
Nicolás Maduro continúa en declive, pero aún no se vislumbra una transición
política hacia un gobierno más favorable para el mercado. Mientras tanto, la
propensión del gobierno a gastar más de lo que recauda sigue siendo elevada, en
tanto la producción petrolera viene exhibiendo una tendencia descendente y la
escasez de bienes básicos aumenta a un ritmo alarmante. La devaluación del bolívar
mejorará los medios que tiene el gobierno para pagar su deuda externa.
El gobierno argentinotambién ha
tomado algunas medidas en la dirección correcta desde la devaluación del peso
en un 20% en enero. El banco central elevó las tasas de interés considerablemente,
aunque las tasas reales siguen siendo negativas. Se reconoció parcialmente el
problema de la inflación mediante el lanzamiento de un nuevo índice de precios.
El gobierno aceptó indemnizar a
Repsol con la suma de 5,000 millones de dólares por la expropiación en 2012 de
la participación mayoritaria que la empresa española tenía en la mayor empresa
de energía argentina (YPF). Las autoridades también solicitaron a los
agricultores dejar de acumular granos y vender el remanente de la cosecha del
año pasado.
Sin embargo, el problema del
déficit fiscal del gobierno central persiste, y las autoridades no han dado
muestra de querer resolverlo. El saldo primario del gobierno central ha venido
deteriorándose ininterrumpidamente desde 2009 y hoy día representa el 3% del
PIB.
Sin acceso a financiación
externa, es inevitable que se recurra a la emisión monetaria para cubrir el
déficit. En consecuencia, la inflación sigue siendo elevada, por lo tanto,
pueden resurgir las presiones sobre el tipo de cambio y los niveles de reservas
después del segundo trimestre, cuando concluya la estacionalidad favorable de
las exportaciones agrícolas.
La amenaza de impago técnico como
consecuencia de litigios con los acreedores que han quedado fuera del
intercambio también es muy grave.
Por otra parte, en Turquía las
tensiones políticas están a la luz, si bien la pelea por el momento se ha
trasladado de las calles a los tribunales. Una filmación dada a conocer el 24
de febrero presuntamente implicaba al Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan en
una maniobra de encubrimiento, en la que indicaba a su hijo que ocultara 41
millones de dólares a los investigadores de corrupción. Si bien la prueba que
aporta el video parece débil, las tensiones políticas en Turquía se pueden
intensificar en los días previos a las elecciones municipales del 30 de marzo,
donde se medirá cuánto daño han causado estos hechos a la popularidad de
Erdogan.
El mercado de divisas se ha
mantenido relativamente tranquilo en los últimos días como consecuencia de los
incrementos de tasas de interés a principios de 2014, pero las condiciones
económicas siguen siendo malas; el país
aún tiene que hacer frente a un déficit por cuenta corriente superior al 7% del
PIB en un momento en el que los capitales internacionales han comenzado a ser
más selectivos.
Finalmente, en Tailandia no
pudieron completarse las elecciones del 2 de febrero debido a trastornos, y se
ha fijado una segunda fecha en abril para quienes no pudieron llegar a votar.
La oposición está fomentando protestas para destituir al gobierno actual y
probablemente provocar una intervención militar.
En consecuencia, la situación
podría seguir siendo cambiante e incierta durante todo el año. La prolongada
incertidumbre política puede ser un obstáculo para la economía y la confianza
del mercado, pues afecta negativamente a la inversión extranjera y los ingresos
provenientes del turismo.
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