El banquero que salvó al mundo… más de una vez
Forbes - martes, 4 de marzo de 2014
William Rhodes ha participado en
negociaciones de deuda de gobierno y bancos. Evitó que varias crisis económicas
estallaran o se agudizaran alrededor del mundo, en su trayectoria en el sistema
financiero, atesoró lecciones que hoy resultan conocimiento valioso para
anticiparse y actuar ante los motivos de una nueva debacle.
En 1982, Jesús Silva Hérzog,
entonces secretario de Hacienda de México, desapareció durante una semana
entera en medio de un proceso de negociación con bancos estadounidenses. En ese
momento, el país atravesaba una crisis de deuda y estaba en riesgo de incumplir
pagos por 80,000 millones de dólares. La economía estaba lejos de la
estabilidad, el desempleo rozaba el 13% y la inflación anual alcanzaba 60%.
William Rhodes, quien
representaba Citibank en Estados Unidos, fue uno de los capitanes de la
negociación que ocurría en Nueva York. Él y los otros banqueros empezaron a
experimentar nerviosismo ante la ausencia del Secretario de Hacienda en las
reuniones, que resultaban definitorias para que México atravesara un
incumplimiento y estallara una verdadera crisis en los mercados.
“La lección aquí es que una
negociación no acaba hasta que se acaba. Hay que actuar cuando sea necesario.
Tomar un vuelo, levantar el teléfono y llegar al meollo del asunto”, señala el
banquero en su libro de lecciones de liderazgo.
William Rhodes tomó un avión
decidido a hablar con Silva Herzog, la alternativa a no hacerlo era esperar a
que México incumpliera y provocara una conmoción como no había ocurrido desde
la Gran Depresión. Una tercera parte de la deuda de México correspondía a los
bancos del comité presidido por Rhodes, las pérdidas podrían acercarse a 30,000
millones de dólares, eso sin contar que México podría desencadenar una ola de
impagos en América Latina, podría seguir Argentina y Brasil, el efecto dominó
sería desastroso.
Ya en el país, Rhodes llamó a la
oficina de Herzog, llamó a su casa, dejó mensajes y después de unos días Herzog
se comunicó: había tenido una operación de emergencia y estaba convaleciente.
No había querido que mercados supieran lo que le pasaba por miedo a las
repercusiones.
El gesto de Rhodes, de viajar y
buscar a Herzog demostró la voluntad de los bancos para la negociación. Para
diciembre de ese año, México había conseguido capital fresco para refinanciar
su deuda, la gran debacle había sido contenida.
El Banquero del Mundo
A 32 años de aquel incidente,
Rhodes regresó a México, un país con el que ha tenido una relación estrecha, su
participación en la negociación de la deuda en 1982 es sólo un fragmento de uno
de los capítulos de su libro Banquero del Mundo. Lecciones de liderazgo desde
el frente de las finanzas globales.
Su visita implica que los
principales hacedores de política económica hagan un hueco en sus agendas.
Cuando Rhodes platica con Forbes México ha pasado antes por la oficina de
Agustín Carstens a quien considera una figura clave para México; ha platicado
con Miguel Mancera Aguayo, y reconoce que este último es uno de los mejores
capitanes con los que ha contado el Banco de México, hace anotaciones puntuales
de sus impresiones del país, dice que México ha capitalizado las oportunidades
y tiene ventajas por las reformas emprendidas, lo hace en un español impecable,
con un ligero acento caribeño.
Su padre viajó por el mundo como
segundo a bordo y luego como capitán de barcos petroleros. Cuando Rhodes
estudiaba historia en la universidad decidió tomar el mismo rumbo y embarcarse
en una nave danesa, donde tuvo oportunidad de practicar diferentes idiomas, el
español uno de ellos. Ahora recopila en su libro que una de las características
del buen negociador es hablar el idioma y conocer la cultura de la contraparte
en la negociación.
Si bien las memorias de uno de
los banqueros son un tópico acertado para editar un libro, William Rodhes
afirma que el principal objetivo de su libro es poner en claro las lecciones
que las crisis le han dejado al mundo.
“Los países desarrollados
pensaron que no tenían ya nada que aprender de América Latina y la última
crisis es fruto de no aprender de los errores que habían sido cometidos y
remediados en economías emergentes, el propio FMI olvida a veces el origen
histórico de las crisis”, señala en entrevista.
William Rodhes negoció la deuda
Nicaragüense en el tiempo del levantamiento sandinista, él, con su postura de
experto en finanzas, y su contraparte armada hasta los dientes. Uruguay,
Argentina, Brasil, China, Rodhes fue piedra angular de las negociaciones de
deuda en estos países.
Las próximas crisis
En marzo de 2007, William Rodhes
advirtió que las hipotecas subprime serían un problema serio. La comunidad
financiera le respondió que era muy pronto para pensar que algo así podría
pasar, mientras lo hacían, el mundo se encaminaba a la crisis financiera más
pronunciada desde la Gran Depresión, que detonó precisamente en el mercado
hipotecario.
Ahora, El Banquero del Mundo,
advierte que la mayor amenaza para el sistema financiero es que al parecer “los
países no aprenden y no implementan cambios en la estrategia de funcionamiento
de instituciones financieras”.
Señala que uno de los retos está
relacionado con la cultura del riesgo de las instituciones financieras y con la
necesidad de que las autoridades mantengan la habilidad de hacer el trabajo de
regulación y castigar a quienes no cumplan.
“Hay que poner atención en la
liquidez que ha quedado en los mercados tras la crisis financiera, pues puede
generar desequilibrios y ahora, con la tecnología, los mercados están más
conectados, reaccionan más rápido y se incrementa el riesgo de contagio entre
las economías, si las autoridades y el sistema bancario no ponen atención a las
lecciones históricas, las crisis tenderán a repetirse con una frecuencia cada
vez mayor”, añade.
Algunas de las lecciones de
William Rhodes para ser un buen líder y negociador
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