Inclusión financiera, clave para
prevenir crisis
Forbes - febrero de 2014
Los beneficios de la inclusión
financiera son innumerables: facilita la dispersión de los apoyos que el
Gobierno transfiere a los ciudadanos, reduce considerablemente el costo de las
transacciones, hace que nuestra economía sea más eficiente, segura y
transparente.
La reciente reunión del Foro
Económico Mundial en Davos, Suiza, tuvo como tema central las repercusiones que
en la sociedad, los negocios y la política traerá un mundo que sigue
reacomodándose en respuesta a las crisis financieras.
Para muchos, la lección más
importante de este episodio es que siempre será más conveniente regresar a los
principios básicos y más aún en los temas financieros, ahora es muy relevante
contar con un sistema cada vez más incluyente donde un creciente porcentaje de
la población mundial tenga acceso a sistemas formales, seguros y accesibles no
sólo de ahorro sino también de financiamiento.
Se calcula que más de la mitad de
la población adulta del mundo, cerca de 2,500 millones de personas, está al
margen del sistema financiero, por lo que su inclusión a este sistema debería
ser el principio básico para cualquier país, ya que con el tiempo, un
ecosistema de pagos beneficia a todos los participantes, desde el gobierno, los
negocios y hasta las propias familias. El contar con medios de pago
electrónicos no solamente es la manera más eficiente de reducir progresivamente
el uso del efectivo, sino que además es el primer punto de contacto para muchas
personas con un sistema transparente, eficiente y que reduce la posibilidad de
malversación de los recursos.
La inclusión financiera es un
tema crucial que ha logrado alinear los objetivos de los gobiernos
convirtiéndose en muchos casos en una política de estado, lo cual es una
prioridad para organismos financieros regionales e internacionales, y,
claramente, para el Gobierno de México. Asimismo, la inclusión financiera es
una oportunidad para la iniciativa privada de contribuir al desarrollo de un
país, de una región o del mundo. Los
beneficios de la inclusión financiera son innumerables, entre los más
relevantes se pueden destacar los siguientes: facilita la dispersión de los
apoyos que el Gobierno transfiere a los ciudadanos, reduce considerablemente el
costo de las transacciones, hace que nuestra economía sea más eficiente, segura
y transparente; facilita la interacción de los ciudadanos y las empresas con el
Gobierno, entre muchas otras. Pero el valor más trascendente, es que el uso de
medios de pago electrónicos es un camino probado y eficiente para que cada vez
más personas abandonen la pobreza, pues al fomentar la inclusión financiera se
empodera a los ciudadanos menos favorecidos con herramientas para administrar
sus flujos y recibir remesas a menores costos en beneficio de sus ingresos y
generar un historial financiero que posteriormente los haga sujetos de recibir
créditos de instituciones formales.
Justo en el marco de Davos se
firmó una alianza entre MasterCard y el Banco Interamericano de Desarrollo para
trabajar en conjunto en el análisis e implementación de estrategias que
aceleren la inclusión financiera en Latinoamérica.
Este acuerdo, permitirá realizar
estudios y contar con la asesoría de expertos en la materia.
Lo más relevante es que
constituye un paso más en la tan importante transición a la utilización de
medios de pago electrónicos mencionados anteriormente.
La suma de nuestra experiencia y
nuestros casos de éxito en términos de inclusión financiera darán como
resultado modelos de aplicación inmediata y eficiente en beneficio de todos los
que aún no forman parte del ecosistema financiero en América Latina.
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