Estudian variedad de patatas suramericanas
para conservar su sostenibilidad
EFE - febrero
de 2014
Mientras que en América del Norte
se cultiva una pequeña variedad de patatas, las casi cinco mil variedades del
tubérculo que existen en Suramérica ofrecen vías para la sostenibilidad de ese
producto alimenticio, según un estudio presentado hoy.
El geógrafo Karl Zimmerer, de la
Universidad estatal de Pennsylvania, presentó sus conclusiones en un simposio
sobre biodiversidad en la agricultura durante la reunión anual de la Asociación
Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) que se lleva a cabo en
Chicago.
"En Estados Unidos
dependemos, primordialmente, de diez o doce tipos de patatas", señaló
Zimmerer.
"De hecho usamos mayormente
de cinco a ocho variedades", añadió.
La patata (Solanum tuberosum) es
el cuarto cultivo alimenticio mundial.
"Mientras tanto en América del
Sur pueden encontrarse hasta setenta y cuatro tipos diferentes de patatas en un
solo campo", agregó.
"Las plantaciones, los
túberos y los paisajes son, visualmente, asombrosos", dijo Zimmerer.
"A la gente en Perú, por
ejemplo, le gusta comer patatas y piensan que las suyas son muy superiores a
las que tenemos aquí en lo que se refiere a sabor, textura y color",
indicó el investigador. "Quieren preservar su alta diversidad agrícola y
nosotros queremos que la preserven por las ventajas nutritivas, ecológicas y
otros aspectos de la conservación", enfatizó.
Según el investigador hay entre
cuatro mil y cinco mil variedades de patata en Chile, Colombia, el norte de
Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Zimmerer señaló el papel
importante que en el estudio han tenido los taxonomistas expertos en patata con
una larga historia de extensos trabajos en el terreno.
"Un ejemplo es Alberto Salas
quien tiene más de sesenta años de experiencia y un vasto conocimiento de la
geografía y la biodiversidad agrícola", añadió.
"Salas es un peruano que ha
trabajado en Chile y en Venezuela y tiene un conocimiento extraordinario de las
áreas principales donde se ubican los tipos diversos de patatas", señaló
Zimmerer.
Mientras que muchos de los
expertos consultados por Zimmerer están radicados en las áreas de cultivo,
otros provienen de Europa y América del Norte y para compilar la base de datos
el investigador usa dos enfoques.
A quienes se sienten cómodos
trabajando con computadoras, Zimmerer les pide que marquen en mapas de Google
Earth las regiones de biodiversidad agrícola concentrada, y para quienes no
gustan de usar computadoras, las mismas tareas se les encarga en mapas de
papel.
Una vez que las áreas de mayor
biodiversidad se han colocado en el mapa electrónico se añaden más datos como
la elevación, las características socioeconómicas de la población y el tipo de
terrenos.
"Los campesinos locales, en
general, identifican sus patatas por sus propiedades y usos culinarios, como
las mejores para hacer harina, o para la sopa, o para secado al frío",
explicó.
"Algo interesante es que los
usos culinarios corresponden a las elevaciones donde se cultivan las patatas:
las patatas para sopa tienen la elevación más baja, las patatas para harina se
cultivan en elevaciones medias, y en lo más alto se cultivan las patatas para
congelar", añadió.
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