Argentina y un sueño dorado
El 28 de agosto de 2004, en Atenas, la selección argentina saldó una deuda con la historia al coronarse por primera vez como campeona olímpica de fútbol. Aquel equipo, dirigido por Marcelo Bielsa, dio cátedra de la mano de un intratable Carlos Tevez y se impuso en una reñida final a su similar paraguayo.
Pero los tiempos han cambiado al igual que las exigencias. Con el flamante oro en su cuello, la Albiceleste acudirá a China con la misión de repetir el suceso y, de paso, privar a sus rivales brasileños de conseguir el único título que le falta a sus vitrinas. Y para lograrlo, el entrenador Sergio Batista cuenta con una generación dorada de futbolistas que se pondrán a prueba por primera vez en el amistoso del próximo 6 de febrero ante la selección de Guatemala.
Sergio Batista, el elegido
Mucho se especulaba sobre quién sería el entrenador del equipo olímpico en Pekín. En 2004 lo había sido Marcelo Bielsa, seleccionador mayor que ahora entrena a la selección chilena. Sin embargo, en esta oportunidad, la responsabilidad recayó sobre el flamante director técnico del combinado Sub-20, Sergio Batista.
"Cuando le marqué el gol a Alemania en la final disputada en el Azteca, me fui a arrodillar a un costado del campo. Cuando levanté la vista, el primero que llegó a abrazarme fue Batista. Con su pelo largo y esa barba, con los brazos abiertos, era como ver a Jesús", recuerda Jorge Burruchaga sobre el tanto decisivo en la final de la Copa Mundial de la FIFA México 1986.
Pues bien, aquel volante central de buen manejo y encargado de ordenar técnicamente al campeón del mundo en 1986, intentará hacer lo mismo en 2008 desde el banquillo. "Es un orgullo entrenar al seleccionado Sub-23, más sabiendo que el equipo ya ganó el oro en 2004. Si hace cuatro meses me decían que iba a tener esta oportunidad no lo creía. Ahora es el momento de demostrar que estoy capacitado", explica el ex futbolista de Argentinos Juniors, River Plate y la selección argentina.
¿Un equipo de los sueños?
El primer guiño para el entrenador llegó por parte de Juan Román Riquelme, quien manifestó públicamente su deseo de estar presente en China. Batista recogió el mensaje y fue más allá: "Ahora es difícil asegurarlo porque faltan unos meses pero, si el torneo se iniciara hoy, llevaría como refuerzos a Román, (Javier) Mascherano y (Martín) Demichelis. Riquelme me encanta, Mascherano aporta el equilibrio necesario en el medio y Martín nos daría experiencia en la última línea", se ilusiona.
Pero eso no es todo. El estratega también convocó para el primer amistoso del próximo 6 de febrero a Ever Banega, Fernando Gago, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero, Pablo Zabaleta y nada menos que Lionel Messi. El Pulga, sin embargo, no viajará por expreso pedido del FC Barcelona, que teme por una nueva lesión. "Entendemos la postura del equipo y la respetamos sin problemas. Conocemos a Lio y sabemos lo que puede rendir", explicó Batista, quien es consciente de la presión que implica contar con tantas figuras en un mismo plantel.
"No tenemos que pensar en esas cosas que dirán los medios. Sólo debemos preocuparnos por armar un buen plantel y elegir bien. Por suerte Argentina tiene una gran cantidad de jugadores jóvenes de calidad, como la base del equipo campeón Sub-20 en Canadá. En eso no tenemos de qué preocuparnos", se ilusiona quien, de a poco, quiere meterse en la historia y dejar con las manos vacías a Brasil. A juzgar por sus jugadores, tiene con qué...
El 28 de agosto de 2004, en Atenas, la selección argentina saldó una deuda con la historia al coronarse por primera vez como campeona olímpica de fútbol. Aquel equipo, dirigido por Marcelo Bielsa, dio cátedra de la mano de un intratable Carlos Tevez y se impuso en una reñida final a su similar paraguayo.
Pero los tiempos han cambiado al igual que las exigencias. Con el flamante oro en su cuello, la Albiceleste acudirá a China con la misión de repetir el suceso y, de paso, privar a sus rivales brasileños de conseguir el único título que le falta a sus vitrinas. Y para lograrlo, el entrenador Sergio Batista cuenta con una generación dorada de futbolistas que se pondrán a prueba por primera vez en el amistoso del próximo 6 de febrero ante la selección de Guatemala.
Sergio Batista, el elegido
Mucho se especulaba sobre quién sería el entrenador del equipo olímpico en Pekín. En 2004 lo había sido Marcelo Bielsa, seleccionador mayor que ahora entrena a la selección chilena. Sin embargo, en esta oportunidad, la responsabilidad recayó sobre el flamante director técnico del combinado Sub-20, Sergio Batista.
"Cuando le marqué el gol a Alemania en la final disputada en el Azteca, me fui a arrodillar a un costado del campo. Cuando levanté la vista, el primero que llegó a abrazarme fue Batista. Con su pelo largo y esa barba, con los brazos abiertos, era como ver a Jesús", recuerda Jorge Burruchaga sobre el tanto decisivo en la final de la Copa Mundial de la FIFA México 1986.
Pues bien, aquel volante central de buen manejo y encargado de ordenar técnicamente al campeón del mundo en 1986, intentará hacer lo mismo en 2008 desde el banquillo. "Es un orgullo entrenar al seleccionado Sub-23, más sabiendo que el equipo ya ganó el oro en 2004. Si hace cuatro meses me decían que iba a tener esta oportunidad no lo creía. Ahora es el momento de demostrar que estoy capacitado", explica el ex futbolista de Argentinos Juniors, River Plate y la selección argentina.
¿Un equipo de los sueños?
El primer guiño para el entrenador llegó por parte de Juan Román Riquelme, quien manifestó públicamente su deseo de estar presente en China. Batista recogió el mensaje y fue más allá: "Ahora es difícil asegurarlo porque faltan unos meses pero, si el torneo se iniciara hoy, llevaría como refuerzos a Román, (Javier) Mascherano y (Martín) Demichelis. Riquelme me encanta, Mascherano aporta el equilibrio necesario en el medio y Martín nos daría experiencia en la última línea", se ilusiona.
Pero eso no es todo. El estratega también convocó para el primer amistoso del próximo 6 de febrero a Ever Banega, Fernando Gago, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero, Pablo Zabaleta y nada menos que Lionel Messi. El Pulga, sin embargo, no viajará por expreso pedido del FC Barcelona, que teme por una nueva lesión. "Entendemos la postura del equipo y la respetamos sin problemas. Conocemos a Lio y sabemos lo que puede rendir", explicó Batista, quien es consciente de la presión que implica contar con tantas figuras en un mismo plantel.
"No tenemos que pensar en esas cosas que dirán los medios. Sólo debemos preocuparnos por armar un buen plantel y elegir bien. Por suerte Argentina tiene una gran cantidad de jugadores jóvenes de calidad, como la base del equipo campeón Sub-20 en Canadá. En eso no tenemos de qué preocuparnos", se ilusiona quien, de a poco, quiere meterse en la historia y dejar con las manos vacías a Brasil. A juzgar por sus jugadores, tiene con qué...
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