https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

viernes, 18 de enero de 2008

Leyenda

Muere leyenda del ajedrez

El ex campeón mundial de ajedrez, Bobby Fischer, falleció a los 64 años de edad en un hospital de Reykiavik, Islandia, país en el que estaba radicado desde 2005.

Se desconoce hasta el momento las causas de la muerte del polémico ajedrecista que renunciara a la ciudadanía de su país de origen, Estados Unidos, del que se convirtió en un fuerte crítico.
Nacido en Chicago y criado en Brooklyn, Nueva York, adquirió notoriedad cuando en 1972 acabó con el liderazgo soviético en el deporte ciencia, al derrotar a Boris Spassky.
Pero la revancha con su antiguo contrincante, en 1992, la que ganó y le representó más de tres millones de dólares, lo convirtió en prófugo de la justicia estadounidense.

Enroque final
En efecto, la partida tuvo lugar en Yugoslavia, contrariando las sanciones internacionales que había impuesto Washington a ese país.
A esto se sumaron demandas por supuesta evasión de impuestos.
Sus polémicas declaraciones sólo echaron más leña al fuego. "Son noticias maravillosas. Es hora de terminar con EE.UU.", dijo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Tres años más tarde estuvo detenido ocho meses en Japón donde sus autoridades estuvieron a punto de extraditarlo porque su pasaporte había expirado.
Pero el gobierno de Islandia apareció como su tabla de salvación, no sólo habilitándolo para residir en ese país, sino también otorgándole la ciudadanía islandesa.
En ese momento Fischer denunció que había sido víctima de un secuestro en Japón promovido por el presidente estadounidense George W. Bush y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi.

La Guerra Fría en blancas y negras

"En estos momentos de confrontaciones mundiales que se deben a sistemas ideológicos muy diferentes, el ajedrez puede y es capaz de aglutinar a gentes de países con sistemas políticos diferentes".

Esta frase, pronunciada por Ernesto "Che" Guevara -que además de las revoluciones amaba los avatares de este juego- nunca se hizo más patente como el 11 de julio de 1972 en un lugar frío y lejano llamado Reykjavik, en Islandia.
Robert James Fischer, de Estados Unidos, frente al campeón mundial, Boris Spassky, de la Unión Soviética, disputaban mucho más que un título de ajedrez. La Guerra Fría se materializaba en piezas blancas y negras.
Dos meses después, Bobby Fischer se convertía en el primer estadounidense en alcanzar el título de campeón mundial de ajedrez y con su triunfo rompía una hegemonía de 35 años.
Desde 1937 todos los campeones de ajedrez habían nacido en la Unión Soviética: Alekhine (luego nacionalizado francés), Botvínnik, Smyslov, Tal, Petrosián Y Spassky.
Pero Fischer tenía con qué desafiar años de dominio soviético. Nacido en Chicago en 1943, "Bobby" aprendió a jugar por sí mismo a los 6 años, con las instrucciones que venían en un pequeño juego que compró su madre.
A los 14 obtuvo el Campeonato de Ajedrez de EE.UU. y un año después se convirtió en gran maestro, el más joven en lograr ese honor hasta ese momento.
La final con Spassky fue el pico de su carrera y muchos piensan que también marcó el pico de popularidad mundial del ajedrez. El carisma de Fischer y la connotación política de la partida contribuyeron a que miles siguieran el duelo en Reykjavik.
Los clubes de ajedrez en todo el mundo recibieron cientos de aspirantes deseosos de aprender "el juego ciencia".
Tras la victoria, Fischer impuso tantas condiciones a la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para defender su título frente a Anatoli Karpov, que finalmente perdió su condición de campeón, no en el tablero, sino por decisión del organismo, y se retiró de la vida pública.
Cuando volvió a aparecer, lo hizo en uno de los lugares más convulsionados del planeta: Yugoslavia, 1992, Fischer acepta reeditar el duelo con Spassky, a pesar de las advertencias del gobierno estadounidense de que su participación en ese evento violaría las sanciones internacionales contra esa nación europea.
Gana la partida, más de US$3 millones y la inquina de las autoridades de su país. Inquina que ha ido creciendo con sus teorías sobre ser víctima de una persecución sionista y su alegría tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. "Son noticias maravillosas. Es hora de terminar con los EE.UU. de una buena vez por todas", dijo a una radio filipina tras los ataques.
Luego de ser detenido en Japón en 2004, Fischer logró evitar la extradición a su país gracias a que Islandia le ofreció la ciudadanía, debido a la fama de "Bobby" en esa nación tras el duelo de 1972.
Cuando su destino parecía más una celda que una isla en el Atlántico, Boris Spassky pidió que si encerraban a Fischer, lo pusieran a él en la misma prisión con un tablero de ajedrez.
Fischer dijo muchas frases en su vida, pero al estudiar su carrera y leer sobre la polémica que ha generado, uno recuerda la sentencia del ajedrecista ruso Víctor Korchnói:
"Ningún gran maestro es normal, lo único que difiere es su tipo de locura".

Bobby Fischer, jaque islandés

El ex campeón mundial de ajedrez, Bobby Fischer, solicitado en extradición por EE.UU., llegó a Islandia, país que le concedió la nacionalidad, procedente de Japón.

Fischer, de 62 años de edad, estuvo detenido en Japón durante ocho meses, por tratar de abandonar el país con un pasaporte que había expirado.
El ajedrecista es requerido por la justicia de su país de origen porque hace doce años jugó una partida de ajedrez en Yugoslavia, cuando Estados Unidos prohibía a sus ciudadanos viajar a ese país.

También se le acusa de evasión de impuestos.
El jueves, Fischer voló de Tokio a Dinamarca. Allí abordó un avión privado -alquilado por la televisión islandesa-, que lo condujo al que de ahora en adelante será su país.
Antes de salir, Fischer dijo que no había sido detenido sino "secuestrado" y que su secuestro había sido "cocinado" por George W. Bush y por el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi
De esta forma, Fischer regresó al lugar donde se escenificó su famosa partida por el título mundial contra el entonces soviético Boris Spassky.
El match se jugó en Reykiavik en 1972 en plena Guerra Fría, y ambos jugadores estuvieron bajo una enorme presión.
Con esa victoria, Fischer terminó con un dominio soviético de 35 años en el llamado juego ciencia.
Precisamente, el juego de 1992 en Yugoslavia por el que lo busca EE.UU., fue el duelo de revancha con Spassky.
Desde la partida de 1972, Bobby Fischer es un héroe en Islandia, donde el ajedrez es un juego muy popular.

kasparov: "El ascenso de Fischer fue un hito revolucionario en el ajedrez"


El ex campeón del mundo de ajedrez, el ruso Garry Kasparov, afirmó hoy que la carrera de Bobby Fischer "fue un hito revolucionario en el juego", tras conocer la noticia de la muerte del gran ajedrecista estadounidense.

"El ascenso de Fischer en el mundo del ajedrez durante la década de 1960 fue un hito revolucionario para este juego", dijo Kasparov. Y agregó que "la tragedia es que él dejó este mundo muy pronto, y su vida extravagante, así como sus declaraciones escandalosas, no contribuyeron a la popularidad del ajedrez".

"Sé que su muerte fue consecuencia de una insuficiencia renal", explicó Einar Einarsson, presidente del Comité de Ayuda a Fischer, que vivía asilado en Islandia desde 2005 para evitar su extradición a Estados Unidos.

"Por lo demás, Fischer no era de esas personas que intenta buscar asistencia médica porque no confiaba en la medicina occidental. Amaba la naturaleza y por eso también amaba a Islandia. Estaba muy contento de vivir en este país, pero se sentía un poco prisionero porque no le permitían viajar", añadió Einarsson.

REPORTAJE:

Los ajetreados años de Bobby Fischer

REPORTAJE MD Ficher, un genio en prisión. Perfil del ajedrecista publicado por Mundo Deportivo en marzo de 2005

Bobby Fischer, el genio que le dio al ajedrez resonancia mundial en la década de los setenta, cumple hoy 62 años en una celda de la cárcel de Ushiku, en Japón, donde lleva encerrado ocho meses. Sus amigos del comité de apoyo que propugna su libertad le han hecho un regalo muy especial, un billete de avión para salir de Japón, cuya validez expira a los tres meses. Y el gobierno de Islandia, donde se coronó campeón del mundo contra Boris Spassky (Reykjavik, 1972), ha decidido concederle un pasaporte y un permiso de residencia.

El problema lleva, según las autoridades estadounidenses, casi trece años arrastrándose. En 1992 Estados Unidos había sancionado a Yugoslavia durante la guerra de los Balcanes y Fischer acudió a Montenegro para disputar una partida de revancha contra Boris Spassky. El gobierno de su país le acusódeviolar las sanciones internacionales al acudir a esa partida. Y esta semana un diario japonés ha publicado que la fiscalía está estudiandounposible caso de evasión de impuestos del ajedrecista. El 5 de abril el juez debe decidir si acepta el caso. Desde que fue detenido en el mesde julio en el aeropuerto Narita de Tokio –viajaba con un pasaporte que las autoridades 'yanquis' habían revocado y, por tanto, era inválido–, Fischerharenegado de su ciudadanía estadounidense y asegura que va a contraer matrimonio con su novia japonesa, Miyoko Watai. Alega que jamás le llegó la comunicación de revocación de su pasaporte y asegura que está siendo perseguido por motivos políticos. Si Fischer es encausado, Japón estaría obligado a extraditarlo en virtud de un tratado bilateral. De ser juzgado en Estados Unidos puede ser condenado a diez años de prisión. Tantolos oficiales japoneses de inmigración como los de la embajada estadounidense en Tokio, han rehusado hacer comentarios sobre este caso.

Su vida ha sido una incógnita durante largos años, en los que realizó esporádicas apariciones para volver a esfumarse. Errático, viajero impenitente, fue detenido cuando se dirigía a Filipinas, donde había residido en los últimos años. En una de sus últimas apariones defendió los atentados del 11-S.

Aislado en una celda Los abogados del ajedrecista argumentan que Japón no tiene derecho a retenerle, especialmente ahora que Islandia se ha mostrado dispuesta a acogerle. "No debería haber problema para que salga del país. Estamos pidiendo al gobierno su liberación lo más pronto posible", ha dicho el letrado Takeshi Ohashi.La abogada Masako Suzuki, que también defiende a Fischer, ha declarado que están dispuestos a denunciar a los servicios de inmigración y al ministerio de Justicia japonés si las autoridades de ese país siguen dilatando la excarcelación. Siete componentes del comité de apoyo a Bobby Fischer se han trasladadoa Tokioytienen previstas dos entrevistas con él antes del fin de semana. Fischer está aislado en una celda después de que golpease a un funcionario porque se negó a tomar los huevos escalfados que le trajo de desayuno y Gudmundur Thorarinsson, ex diputado islandés y miembro del comité de apoyo, ha comentado que se queja de jaquecas y vértigos causados por el estrés del confinamiento. "Estamos hablando del mayor genio del ajedrez que jamás ha existido.Tiene un pasaporte islandés y permiso para vivir en este país. Creemos que el problema está resuelto", asegura Thorarinsson. Campaña de boicot El comité de apoyo a Fischer está decidido a que sea excarcelado. John Bosnitch, su portavoz,ha anunciado que están decididos a poner en marcha una campaña de desprestigio contra la candidatura japonesa a ser miembro permanente del consejo de seguridad de la ONU, la prioridad número uno de la diplomacia nipona en estos momentos. Por ello están luchando también los gobiernos de Alemania, India y Brasil. Hasta ahora lo sonlos cinco países que son miembros desde 1945, Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia.

Si el fin de semana Fischer no está en libertad, el comité iniciará la campaña de boicot a la candidatura japonesa. "Solicitaremos a personalidades eminentes del mundo para que se declaren en favor de Fischer y para que escriban a la ONU para preguntar si Japónes dignode sermiembrodel consejo de seguridad", ha advertido Bosnitch

DATOS-

Informaciones sobre el ex campeón de ajedrez Bobby Fischer


El ex campeón mundial de ajedrez Bobby Fischer murió en Islandia a los 64 años, se informó el viernes.

A continuación, algunos datos sobre el genial ajedrecista estadounidense:

* Fischer, nacido en Chicago, fue el primer y único campeón mundial de ajedrez de Estados Unidos, y muchos aún lo ven como el mayor talento natural de la historia de la disciplina.

* Su partido de 1972 por el título mundial con Boris Spassky, de la Unión Soviética, en Reikiavik, se convirtió en un emblema de la confrontación de la Guerra Fría entre las superpotencias. Fischer ganó convincentemente, por 12-1/2 a 8-1/2 puntos.

* Cuando el malhumorado y excéntrico Fischer no logró defender su corona en Manila en 1975, las autoridades mundiales del ajedrez se la otorgaron a su rival, el ruso Anatoly Karpov.

* Fischer cayó en desgracia ante las autoridades estadounidenses en 1992, al jugar una revancha contra Spassky en Yugoslavia, en un momento en que el país era objeto de sanciones económicas por la guerra de Belgrado con las repúblicas disidentes.

* Fischer desapareció luego del partido, y sólo se lo volvió a ver luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001, a Estados Unidos. En una entrevista con una estación radial filipina, elogió los atentados y dijo que quería ver a Estados Unidos "aniquilado."

* En el 2005 se le otorgó la ciudadanía islandesa, tras pasar ocho meses detenido en Japón, combatiendo un pedido de extradición de Estados Unidos.

FISCHER Y SPASSKY SE ENFRENTARON POR EL TÍTULO MUNDIAL EN 1972

Bobby Fischer, un campo de fuerza
Bobby Fischer contra Boris Spassky. Algo más que el título mundial estaba en juego

Hace poco más de tres años, La Fábrica editó un libro exquisito titulado Campos de Fuerza. El autor del ensayo, George Steiner, relata con minuciosidad casi neurótica el histórico enfrentamiento que mantuvieron Bobby Fischer y Boris Spassky por el título mundial de ajedrez en 1972. Las miradas de todo el mundo estaban puestas en la capital de Islandia, Reykiavik, donde se celebraba el torneo.

Cuando uno escribe todo el mundo quiere decir, literalmente, todo el mundo. El enfrentamiento Fischer/Spassky era un enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética. En plena Guerra Fría. El estadounidense podía romper la hegemonía de los soviéticos en el mundo del ajedrez. Y eso significaba, en cierta medida, el triunfo del capitalismo sobre el comunismo. ¿En un tablero de ajedrez? Así era. Así fue.

En aquellos días de agosto del 72 no sólo se acumularon partidas magistrales, sino episodios inverosímiles y apasionantes. Fischer empezó perdiendo. Su neurosis, su paranoia -quizá preludios de su locura final- lo llevaron a no presentarse o a abandonar los primeros enfrentamientos. En una ocasión lo tuvieron que ir a busca al aeropuerto de Reykiavik, donde pretendía coger un avión para volver a Estados Unidos y dejar sus piezas definitivamente congeladas.

Hablaba Fischer de espionaje de los comunistas, de que empleaban todo tipo de técnicas para descentrarlo... Hay que leer el ensayo de Steiner para conocer de dónde venía Fischer, cómo se había convertido en el campeón de ajedrez más joven de todos los tiempos, cómo su magia sobre el tablero desconcertaba a los rigurosos, solventes y, acaso, previsibles soviéticos. Hay que devorar ese lujo de libro para entender quién era Fischer, qué se jugaba en aquéllas fechas y qué supuso el enfrentamiento del siglo.

Los expertos en ajedrez tendrán muchas más cosas que decir. Mucho más certeras, pero pocos discreparán si uno escribe que aquel fue el duelo, aquel fue el momento de la historia del ajedrez al que todos los aficionados -por torpes que sean con aperturas, peones o alfiles- vuelven una y otra vez.

Años después, Fischer perdió el sentido. Fischer desapareció y en pleno conflicto de los Balcanes volvió para reeditar su enfrentamiento con Spassky. Una pantomima. Fue, por ese acto, perseguido por Estados Unidos, que entonces había decretado un bloqueo a la ex Yugoslavia. Fischer, transgresor, provocador, loco, se saltó las normas dictadas por Washington y cayó en desgracia. Un poco más. El genio, en busca y captura. Es fácil pensar ahora que entonces aceptó sentarse contra Spassky más para retar a las autoridades estadounidenses que para recordar el cruel enfrenamiento de 1972.

Fischer (Chicago, 1943) ha muerto en Islandia. En el país que lo acogió -cuando el mundo lo admiraba y empezaba a despreciarlo por loco- en los últimos meses de su vida. Vivía en la indigencia, en su mundo de 64 escaques blancos y negros. En realidad Fischer había muerto mucho tiempo atrás, ocultándose en identidades falsas y, cuentan, jugando partidas en Internet sin dar nunca su nombre. Dicen que seguía creando, que seguía moviendo las fichas contra toda lógica. Decir que era el más grande es otra de esas afirmaciones gratuitas que, hoy, uno se da el placer de defender.

No hay comentarios: