El siglo XXI es el siglo de la comunicación. Internet se ha colado en nuestros hogares de manera silenciosa, la televisión digital es una realidad, la publicidad nos sorprende con formatos cada vez más atrevidos, la CNN está tan presente como las cadenas locales, los formatos below the line han ganando un gran terreno… ¿Alguien puede dudar de la gran revolución que está sufriendo el panorama de la comunicación? No parece probable pero… ¿está preparado el profesional de la comunicación actual para este reto?
Resumen:
• La comunicación evoluciona a un ritmo tan rápido que, en ocasiones, al profesional le es difícil adaptarse.
• Los nuevos formatos multimedia son ya una realidad que exigen una nueva forma de pensar y entender la creatividad.
• Ya no se puede hablar de parcelas aisladas dentro de las agencias de publicidad, tendemos a una comunicación publicitaria integral.
• La creatividad sin estrategia carece de valor, pero la estrategia sin creatividad puede dejar pasar de largo grandes oportunidades.
• En la actualidad los planers sirven de bisagra entre creatividad y estrategia, en un futuro no muy lejano esta figura tenderá a desaparecer porque la estrategia impregnará todo lo que se vaya a hacer en comunicación.
¿Cuáles son las claves del éxito para la comunicación del siglo XXI?
Responder a esta pregunta es bastante complicado, pero todos los que, de una u otra forma, nos movemos en el mundo de la comunicación deberíamos reflexionar a menudo sobre ella. Y no porque vayamos a encontrar la respuesta, sino porque con esa reflexión continua iremos construyendo el presente de la comunicación que, en el fondo, es ese futuro que nunca llega.
Los nuevos formatos multimedia están cambiando la forma en que las agencias de comunicación publicitaria se enfrentan al desarrollo de sus campañas. Atrás quedaron los tiempos en que las agencias especializadas en comunicación interactivas diseñaban sus campañas online al margen de toda la estrategia offline del anunciante. Afortunadamente hoy casi todos entendemos que las respuestas de comunicación ante los problemas de nuestros clientes deben ser respuestas integrales y que el uso de los formatos digitales se debe incorporar en la difusión de los mensajes en cualquier otro medio o soporte.
Gracias a esta reflexión evidente, las agencias se han empezado a organizar de otro modo. Porque la principal clave de todo esto reside, precisamente, en cambiar las estructuras organizativas. Sólo cuando deje de existir un departamento especializado en Comunicación Digital dentro de la agencia y se trate a ésta como a una igual, habremos conseguido dar con la clave del éxito. De momento, ya es interesante ver trabajar en una misma mesa a creativos y estrategas provenientes de ambos mundos, pero es preciso dar un paso más y que, por ejemplo, el Director Creativo del área multimedia pase a ser, simplemente, el Director Creativo.
¿Y esto qué significa?
Pues, a grandes rasgos, que el publicitario del futuro debe ser un comunicador integral. Y debe entender la comunicación integral como algo que va más allá del concepto de comunicación global o multidisciplinar. De hecho, aúna ambos conceptos en otro nuevo y más completo. No se trata sólo de entender la comunicación desde una perspectiva amplia. Tampoco hablamos de un profesional capaz de desarrollar su trabajo tanto desde el lado de la agencia como desde el del anunciante. El publicitario integral es todo eso y algo más. Se trata de un profesional capaz de moverse cómodamente en cualquier formato, por novedoso que sea, y tener siempre un pensamiento estratégico en aquello que transmite. En definitiva se trata de un profesional autosuficiente capaz de acercarse a cualquier ámbito de la publicidad desde una perspectiva multidisciplinar y, al mismo tiempo, muy especializada.
Y en este contexto, ¿cómo debe ser, en nuestra opinión, el nuevo profesional de la publicidad? Pues debería responder a un perfil similar al que describimos a continuación:
Un profesional de la comunicación multireflexivo. Capaz de responder a las necesidades del día a día, y que a la vez sea reflexivo y visionario, para estar un paso por delante de lo que suceda.
Un profesional de la comunicación multicreativo y conceptual. Con una constante capacidad para crear e innovar en nuevos escenarios. En la esfera del mundo publicitario capaz de diseñar de forma imaginativa los conceptos a comunicar.
Un profesional de la comunicación multilingüe. Porque la nueva era de los medios de comunicación global augura un profesional con dominio de más de un idioma, capaz de desenvolverse sin problemas en varias lenguas facilitando su movilidad internacional.
Un profesional de la comunicación con empleabilidad multiforme. Con capacidad para trabajar integralmente en el campo audiovisual, en el publicitario o en el periodístico. Casi con una triple formación. Multifuncional, multimediático y multidisciplinar.
Un profesional de la comunicación multitecnológico. Porque las necesidades tecnológicas de esta nueva era alientan a la creación de un “tecnoprofesional” con una capacidad estratégica tecnológica muy avanzada.
Un profesional de la comunicación multivanguardista. Que se adelante y se adapte al entorno en un sólo proceso. Que sea capaz de vislumbrar el futuro y de dirigirse conscientemente a él. Con grandes dosis de flexibilidad profesional. Potencialmente dinámico y activo.
Un profesional de la comunicación con una percepción multisensiorial. Porque la nueva sociedad demanda un profesional humano que combine con inteligencia parámetros de pensamiento racional y emocional. Que mire, que escuche, que considere al receptor de sus mensajes como protagonista.
No parece pues una tarea fácil la de formar al nuevo comunicador integral, pero desde la Universidad debemos ser conscientes de esta problemática y rediseñar nuestros planes de estudios para adaptarlos a los nuevos tiempos. El nuevo escenario que nos abre Bolonia y la Convergencia Europea debe ser la oportunidad que todos estamos buscando para conseguirlo.
Y en este contexto, ¿cómo debe ser, en nuestra opinión, el nuevo profesional de la publicidad? Pues debería responder a un perfil similar al que describimos a continuación:
Un profesional de la comunicación multireflexivo. Capaz de responder a las necesidades del día a día, y que a la vez sea reflexivo y visionario, para estar un paso por delante de lo que suceda.
Un profesional de la comunicación multicreativo y conceptual. Con una constante capacidad para crear e innovar en nuevos escenarios. En la esfera del mundo publicitario capaz de diseñar de forma imaginativa los conceptos a comunicar.
Un profesional de la comunicación multilingüe. Porque la nueva era de los medios de comunicación global augura un profesional con dominio de más de un idioma, capaz de desenvolverse sin problemas en varias lenguas facilitando su movilidad internacional.
Un profesional de la comunicación con empleabilidad multiforme. Con capacidad para trabajar integralmente en el campo audiovisual, en el publicitario o en el periodístico. Casi con una triple formación. Multifuncional, multimediático y multidisciplinar.
Un profesional de la comunicación multitecnológico. Porque las necesidades tecnológicas de esta nueva era alientan a la creación de un “tecnoprofesional” con una capacidad estratégica tecnológica muy avanzada.
Un profesional de la comunicación multivanguardista. Que se adelante y se adapte al entorno en un sólo proceso. Que sea capaz de vislumbrar el futuro y de dirigirse conscientemente a él. Con grandes dosis de flexibilidad profesional. Potencialmente dinámico y activo.
Un profesional de la comunicación con una percepción multisensiorial. Porque la nueva sociedad demanda un profesional humano que combine con inteligencia parámetros de pensamiento racional y emocional. Que mire, que escuche, que considere al receptor de sus mensajes como protagonista.
No parece pues una tarea fácil la de formar al nuevo comunicador integral, pero desde la Universidad debemos ser conscientes de esta problemática y rediseñar nuestros planes de estudios para adaptarlos a los nuevos tiempos. El nuevo escenario que nos abre Bolonia y la Convergencia Europea debe ser la oportunidad que todos estamos buscando para conseguirlo.
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