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domingo, 14 de agosto de 2016

petróleo

 El petróleo crea un nuevo milmillonario en Texas


The  wall street journal -domingo, 14 de agosto de 2016  
AUSTIN, Texas—Cuando buscaba inversionistas para financiar la perforación del primer pozo de petróleo de su compañía, Bryan Sheffield ofreció un retorno bastante estándar del 20%. Y luego apostó a que podía mejorar ese porcentaje si perforaba en una capa más profunda de la roca.

La apuesta, hecha hace aproximadamente siete años, dio sus frutos, y los doctores, los buscadores de fortuna y los operadores amigos que había dejado atrás en su Chicago natal y que invirtieron US$1.200 millones en West Texas terminaron ganando un 60%.

A su inversionistas actuales les va todavía mejor: las acciones de Parsley Energy Inc. se han más que duplicado en el último año, para situarse entre las principales compañías de exploración y producción de Estados Unidos.

A los 38 años de edad, las acciones de Parsley han hecho de Sheffield, miembro de la tercera generación de una familia de petroleros, uno de los milmillonarios más jóvenes del negocio de la energía en momentos en que la caída de los precios del crudo ha llevado a la quiebra a más de 85 productores de energía de América del Norte, borrado las ganancias de gigantes del sector y castigando a los inversionistas.

Con un valor bursátil de aproximadamente US$5.400 millones, Parsley posee las cualidades que los inversionistas han estado buscando en medio de la caída de los precios del petróleo: opera en la prolífica Cuenca Pérmica del oeste de Texas, tiene relativamente poca deuda y cubre de manera agresiva su producción al fijar los precios por encima de los del mercado.

“Ellos pueden crecer cuando otros que también podrían tener muy buenos activos no pueden justificar el crecimiento con el petróleo a US$40”, dijo Sam Burwell, analista de Canaccord Genuity Group Inc.
Dado que los precios del crudo comenzaron a caer en 2014, Parsley y sus competidores en la cuenca, incluyendo Diamondback Energy Inc., Concho Resources Inc. y Pioneer Natural Resources Co., que está dirigida por el padre de Sheffield, Scott Sheffield, han vendido acciones por miles de millones de dólares para realizar adquisiciones y mantener la perforación. Los inversionistas apuestan a que ellos no sólo sobrevivirán la mayor crisis del petróleo de las últimas décadas, sino que también competirán con los países de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo por las cuotas del mercado mundial.

“No vemos un mundo en el que se pueda equilibrar la ecuación de la oferta sin el Pérmico”, dijo Brian Bradshaw, copresidente de inversiones de un fondo de cobertura fundado por el famoso petrolero T. Boone Pickens. Bradshaw ha comprado acciones de productores del Pérmico, incluyendo Parseley y Pioneer. “El mundo tiene que tener su petróleo”.

Parsley tiene sus desafíos. La competencia se ha recalentado en la región con la llegada de productores que acuden de lugares donde la perforación no es rentable a los actuales bajos precios del petróleo, lo que podría hacer más difícil mantener el crecimiento.

Sheffield, quien se describe a sí mismo como un estudiante mediocre que se salió del negocio de tasas de interés, dice que gran parte de su éxito se lo debe a su familia. Puso a su empresa el apellido de su difunto abuelo materno, Joe Parsley, que dio origen a la dinastía familiar con cientos de pozos pequeños pero de constante producción en el oeste de Texas. El padre de Sheffield fue uno de los primeros en utilizar nueva tecnología de perforación en los polvorientos yacimientos a los que Parsley había apostado y que se convirtieron en un elemento clave para la marea de petróleo estadounidense que se ha puesto al tope de los mercados globales y que está transformando la política global. De 64 años de edad, Sheffield padre ha dicho que se retirará como presidente ejecutivo de Pioneer a finales de este año.

Bryan Sheffield, al igual que sus otros cuatro hermanos, nunca había pensado en el negocio del petróleo. Pero después de lidiar con las operaciones de dinero, primero en Chicago y luego en Gibraltar, aceptó la oferta de su abuelo para manejar alrededor de 110 pozos viejos en Midland, Texas.

En una entrevista en los cuarteles generales de Parsley en el centro de Austin, Bryan Sheffield dijo que no le atraía la idea de volver a Texas, pero que su padre lo convenció de que era una oportunidad para iniciar su propia empresa petrolera. El problema era que Bryan sabía muy poco sobre el negocio. Pioneer poseía una participación en los antiguos pozos, por lo que su padre le ofreció un curso rápido.

Parsley abrió en agosto de 2008, cuando la crisis financiera derrumbaba los precios del petróleo. Con efectivo proveniente del trabajo operativo de los antiguos pozos, Parsley arrendó tierras de perforación, con la ayuda de un fichero que su abuelo había confeccionado para catalogar sus vínculos con los propietarios locales.

Haber empezado en una depresión fue “una bendición disfrazada” porque por un lado abarató arriendos, equipos de perforación y personal, y por el otro hizo que otros productores se retiraran, dijo Paul Treadwell, el primero de varios empleados de Pioneer reclutados por Sheffield hijo para Parsley. Estos robos de personal crearon breves tensiones entre las empresas, dijeron padre e hijo.

Los antepasados de Sheffield también construyeron su imperio durante recesiones. En la de 1980, su abuelo Parsley sedujo a los inversionistas con recortes de impuestos asociados con la exploración de energía; una vez que los inversionistas lograron lo que querían, les compró las sociedades de perforación. Scott Sheffield acumuló campos pérmicos hasta aproximadamente el tamaño del estado de Rhode Island, acaparando yacimientos que las compañías petroleras más grandes abandonaban en favor de perspectivas lejanas. “Todo el mundo en la ciudad en finales de los años 80 y los 90 pensaba que mi padre estaba loco”, dijo Bryan Sheffield.

En el momento en Parsley perforó su primer pozo, Sheffield padre había convencido a Wall Street del potencial del Pérmico. El éxito del primer pozo ayudó a Bryan a recaudar dinero con facilidad. Pronto Wall Street llamó a su puerta. Al principio, Bryan se resistió al cortejo financiero. Pero dijo que finalmente cedió a las constantes advertencias de su padre sobre endeudarse demasiado, una lección que su padre aprendió cuando tuvo problemas en una recesión con una deuda heredada a través de una fusión con una firma dirigida por Pickens.

“Lo veo en Navidad y le digo, ‘¿cómo está tu apalancamiento, hijo?’”, dijo Sheffield. Con el tiempo, Sheffield hijo vendió una pequeña participación de la firma privada NGP por alrededor de US$75 millones para pagar deudas de Parsley. El efectivo no llegó muy lejos, y en el segundo trimestre de 2014 Parsley salió a bolsa para recaudar más.


La oferta pública inicial fue una de las más grandes jamás hecha por una productora de petróleo. Los US$925 millones conseguidos fortalecieron el balance de Parsley justo antes de que los precios del crudo comenzaran a caer a mediados de ese año. Cuando la operación de salida a bolsa se estaba cerrando, Rob Santangelo, un banquero de Credit Suisse Group AG que condujo la colocación de las acciones, llamó por teléfono a Parsley en Texas para darle la noticia: “Su nieto está a punto de convertirse en un milmillonario”.

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