Secreto

El pequeño secreto de Surinam

La prácticamente desconocida Surinam, una de las selecciones más modestas de la CONCACAF, procedente de un país situado en el extremo más nororiental de Sudamérica, guarda un pequeño secreto: su cantera produce talentos capaces de rivalizar incluso con los dos gigantes de la zona, México y Estados Unidos.

Clarence Seedorf, Edgar Davids, Ruud Gullit, Jimmy Floyd Hasselbaink, Frank Rijkaard, Aron Winter y Romeo Castelen, el Diamante de Surinam, son algunos de los astros del fútbol nacidos en la tórrida república ecuatorial o bien unidos a ella por lazos de parentesco. Aparte de esas grandes figuras, en las ligas profesionales holandesas juegan actualmente unos 150 surinameses de menor renombre. Sin embargo, para desgracia del seleccionador de Surinam, Kenneth Jaliens, ninguno de esos profesionales afincados en el extranjero puede jugar en el combinado nacional.

"Los jugadores con posibilidades de despuntar en el fútbol suelen irse pronto del país", comenta Jaliens, cuyo tío es el defensa del AZ Kew Jaliens, internacional con Holanda y nacido en Surinam. "Si te marchas de aquí y te vas a Holanda, ya no puedes jugar con nuestra selección. Se trata de una medida que responde a una decisión política y es una pena".

Ciertamente es una pena para una nación con menos de 500.000 habitantes, la más pequeña en extensión de Sudamérica, que siente auténtica pasión por el fútbol. Si Surinam, al igual que las Antillas Holandesas y el Caribe, pudiera echar mano de los muchos futbolistas originarios del país que juegan profesionalmente en Europa, dejaría de ser una mera comparsa en la zona de la CONCACAF, donde compite para librarse algún día del sempiterno fracaso que caracteriza sus participaciones en la fase de clasificación.

Muchos analistas opinan que Surinam, sin tantos obstáculos, podría convertirse en una potencia futbolística de la Zona Norte, Centroamericana y Caribeña.

Desde siempre, Surinam ha sufrido de la indiferencia general, y no sólo desde el punto de vista futbolístico. La República de Surinam (cuyo nombre se escribe también Suriname o incluso Surinán en español) es una antigua colonia holandesa, poblada en el transcurrir de los siglos con esclavos africanos llevados a la zona para trabajar principalmente en las plantaciones de cacao y café. El país, que consiguió una autonomía limitada en la década de 1950 y la independencia en los años setenta del siglo pasado, es actualmente un crisol de culturas, lenguas y religiones, y uno de esos territorios que muy pocas personas son capaces de identificar en un mapamundi.

Los ciudadanos de este estado continental y tercermundista, de talante más caribeño que sudamericano, suelen emigrar a los Países Bajos tras la promesa de una vida con más salidas y oportunidades.

Sin retorno
Mientras lo mejorcito de su juventud sigue surcando el océano con destino al Viejo Continente en busca de gloria y fortuna, Surinam se queda anclada en el grupo de los países más atrasados futbolísticamente hablando. Privados de esa posibilidad de convocar a sus jóvenes emigrantes que tienen las otras naciones caribeñas con sus futbolistas diseminados, pongamos por caso, por Inglaterra o Escocia, la selección nacional de Surinam y su entrenador, Kenneth Jaliens, se ven obligados a echar mano de los jugadores que integran los clubes de aficionados del país. La mayoría de los componentes del combinado nacional proceden de equipos como el SV Robinhood o el SV Transvaal, éste último famoso en la zona porque tiene el honor de ser el único club surinamés que ha conquistado la Copa de Campeones de la CONCACAF (1973 y 1981).

"Esperemos que esto cambie en el futuro", ha declarado Jaliens a FIFA.com. "Pero hasta que eso ocurra, tendremos que hacer todo lo que podamos con los jugadores que hay disponibles. Y, además, algunos son realmente buenos".

Uno de los nombres más famosos de la A-Selektie es Giovanni Drenthe, hermano pequeño del veloz y polivalente carrilero del Real Madrid Royston Drenthe. También se espera mucho del goleador Orlando Grootfaam y de un hombre afincado en Trinidad y Tobago, Lorenzo Wiebers.

Mientras las canteras de las ligas de aficionados, con su escasa organización, sigan siendo las únicas fuentes en las que pueda beber su selección nacional, Surinam no parece tener muchas posibilidades de llegar lejos en la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010. Sin embargo, dado el enorme talento en bruto de que dispone, es muy probable que se anote una victoria en la primera ronda contra Montserrat, otra eterna colista del Caribe.

"No nos queda más opción que enfrentarnos a Montserrat con un juego veloz y mentalidad de ataque", comenta Jaliens sobre la eliminatoria a partido único que se disputará en Trinidad y Tobago el 26 de marzo.

Jaliens sólo puede entrenar a sus pupilos tres veces por semana, puesto que todos ellos están ocupados con sus respectivos trabajos y compromisos con sus clubes. Pese a todo, el técnico ve una luz al final del túnel y confía en que su equipo sea capaz de concertar una cita en la segunda ronda con su vecina Guyana (que sí puede aprovecharse de sus profesionales en el extranjero).

El año pasado, Guyana disfrutó de una racha de 14 partidos sin conocer la derrota y actualmente se encuentra en la mejor forma de toda su historia. Cuando estas dos selecciones se vieron las caras en la fase preliminar de la Copa del Caribe 2007, la Selektie-A cayó derrotada por 5-0. Pese a todo, la esperanza es lo último que pierde Jaliens: "Si nos imponemos a Montserrat, creo que también podremos batir a Guyana. ¿Por qué no?".