30 Promesas: ¿cómo alcanzar el éxito
con un emprendimiento social?
FORBES- 25 de Febrero de 2016
El siglo XXI ha sido el escenario de la
expansión para los emprendedores sociales. Tener un negocio rentable y
satisfacer una necesidad de la sociedad siempre será, para muchos, un ideal al
emprender.
De acuerdo con el reporte
Emprendimiento social en México y Centroamérica. Tendencia y recomendaciones,
elaborado por Ashoka y publicado en 2015, mientras que en 2009 sólo 14% de los
proyectos presentados en México cumplieron con los requisitos de la Fundación,
en 2014 el 55% de ellos lo lograron.
Para Ashoka existen cuatro
factores que pueden explicar el incremento de emprendedores sociales en México:
La relación entre la población y
el acceso al mercado.
Una economía cada vez más
sofisticada que busca resolver problemas sociales básicos.
La ineficiencia gubernamental y
la frustración de la población.
Los apoyos del Instituto Nacional
del Emprendedor (Inadem).
Lo cierto es que cada vez se
observan más historias de emprendimiento social exitoso en el ecosistema
mexicano, sobre todo porque cada vez hay más conciencia de las áreas de
oportunidad que sectores como salud y medio ambiente representan en el país.
A propósito de la salud
Benjamín Rojas es director
general y cofundador de UHMA Salud, empresa dedicada a ofrecer programas de
salud para las empresas y una de las 30 Promesas de los Negocios Forbes 2016.
Desde muy joven, Benjamín sintió
la vocación de hacer un cambio en la salud de los mexicanos: a los 16 años fue
voluntario de la Cruz Roja y posteriormente, en 1999, fundó HU Manos Médicas,
una asociación civil dedicada a atender a personas en estado de marginalidad y
que lo hizo acreedor al Premio Nacional de la Juventud 2002.
Otro caso es el de Marco Antonio
Álvarez, cofundador de Meridia, empresa que nace a partir de la experiencia que
tuvo con su abuela, quien padeció Alzheimer. “Me di cuenta de la carencia de
soluciones que existían para ella, y fuimos testigos de cómo se deterioraba su
calidad de vida día a día”, describe.
Y es que en muchas ocasiones las
personas con discapacidad no encuentran la atención médica correcta, lo que
profundiza la enfermedad.
Hablando de discapacidad, también
se encuentra 123Mobilité, empresa que concatena este ideal de ser independiente
y rentable y apoyar el crecimiento de la sociedad. De acuerdo con su director
general y cofundador, Raúl Sergio López, él eligió emprender a los 33 años por
“superación personal y ayudar a la comunidad”.
La idea de que el negocio no está
peleado con el desarrollo social también está materializado en Plenlife, una
empresa que desarrolla productos nutricionales para adultos que padecen
diabetes, o son intolerantes a la lactosa o al gluten. Con su programa Masde1,
la empresa dona un bote de producto a personas en situación de marginalidad por
cada uno que sus clientes compran. Juan Pablo González, director general y
cofundador, es de los emprendedores innatos, pues inició su primer empresa a
los 17 años para pagarse sus estudios.
A favor del medio ambiente
Otro de los sectores muy
recurridos por los emprendedores sociales es el medio ambiente. Este es el caso
de tres emprendedores seleccionados en la categoría de emprendimiento social:
Grupo Ha, Basurama y PIIBR2.
Grupo Ha ofrece consultoría y
capacitación a empresas que trabajan con uno de los recursos más escasos que
tenemos en México: el agua potable. Su trabajo con empresas como Coca-Cola
busca generar conciencia de la importancia que tiene cuidar ese líquido vital.
De acuerdo con su director general y fundador, Luis Ernesto Marín, la empresa
pronto ofrecerá maestrías en línea enfocadas en temas relacionados con el
cuidado del agua.
Basurama es el ejemplo del éxito
que puede tener un giro en el negocio: orientada a la recolección y separación
de la basura, esta empresa cambió a los condominios como clientes y eligió a
los corporativos.
“Conseguimos dar servicio a cerca
de 10,000 casas, pero las mafias relacionadas con los pepenadores, altos costos
de recolección y nuestra estructura formal de empresa nos obligaron a voltear a
las empresas, que sí pagaban por el servicio de recolección de basura”, dice
Sergio Valencia, director general y fundador de Basurama.
Para Sergio, el mayor logro que
la empresa ha tenido es salvar más de 300,000 árboles implementando el sistema
Recycling Management.
PIIBR2 es una empresa pionera en
México en los fondos forestales. “En los últimos 12 años se han perdido casi
2.6 millones de hectáreas y en el mismo periodo se ha logrado sembrar casi
450,000 hectáreas con una tasa de sobrevivencia promedio de 6% a los cinco
años. Esto es lo que nos motivó a crear una empresa que se dedicara a tomar un
problema como los gases de efecto invernadero y convertirlos en árboles para
zonas desérticas, al principio como inversión para nuestros hijos y después
creció tanto la demanda de amigos y familiares que decidimos crear un bioparque
en Sonora de 3,500 hectáreas”, dice Gerardo Ríos, cofundador del proyecto.
No todos pueden ser sociales
De acuerdo con Ashoka, no todos
los proyectos lucrativos que apoyan el desarrollo social pueden considerarse
como emprendimiento social: el principal aspecto a tomar en cuenta es la
escalabilidad. La empresa debe seguir creciendo, ser rentable y mantener su propósito
social para ser considerada como social.
Ya lo dijo Bill Drayton, fundador
de Ashoka, al recibir el premio Príncipe de Asturias en 2011: “Los
emprendedores sociales no se conforman con dar un pez ni con enseñar a pescar.
No descansarán hasta haber revolucionado la industria pesquera.” Así es el
emprendimiento social: busca generar cambios en el ADN de la industria, ya sea
por vocación o por sensibilización, porque saben que siempre habrá un área de
oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario