Esto hace que a usted no le paguen tanto como quisiera
Finanzas Personales - miércoles, 17 de febrero de 2016
Más allá de la educación y la experiencia que puede tener, a la hora de
definir su salario pueden llegar a influir otros factores. Algunos de ellos,
incluso, bastante sorprendentes.
Una vez se termina la carrera
profesional, la idea es salir al mercado laboral y encontrar un buen empleo en
el que se pueda obtener una retribución económica “justa”, es decir, que esté
acorde con las habilidades que se tienen, la experiencia y el nivel de
educación que se adquirió.
Pero la verdad es que el mercado laboral no es
muy amable, especialmente con los recién egresados. Dependiendo de la profesión
y en algunas ocasiones también de la universidad, hay oportunidades que surgen
pero que parecieran no ofrecer un sueldo coherente que, al menos, ayude a
mantenerse y a pagar la cuota del crédito estudiantil.
Además, los salarios pueden diferir entre
personas que tienen el mismo título y cargos similares, ya sea por suerte, por
“palanca” o simplemente porque hay habilidades o cualidades que unas personas
tienen más desarrolladas que otras y eso les puede dar una ventaja a la hora de
desempeñarse en el trabajo.
Las típicas
El salario, en la teoría económica, es
definido por varios factores de producción de una empresa, tiempo y
productividad. Pero a esto también, en la vida real, se le añaden otro par de
características, como lo señala la empresa experta en temas de salarios, Pay
Scale: “un trabajo típico se divide en responsabilidades, criticidad,
complejidad y la disponibilidad en el mercado”.
No obstante, cabe destacar que cada empresa
también tiene sus propias políticas de remuneración, en las que pueden tener en
cuenta las habilidades únicas, capacidades de negociación y aportes a la
empresa para sumar unos pesos de más a la cifra final.
En sí, Payscale señala que estos son algunos
de los factores determinantes:
• Reputación de la organización: si la empresa
es destacada en la industria no solamente será reconocida por ofrecer buenos
salarios sino por buscar la manera de retener su talento humano.
• Oferta y demanda de profesionales: esto
depende del país y de las ciudades. Por lo general, profesiones como
licenciaturas o derecho suelen ofrecer al mercado una gran cantidad de
profesionales, por lo que entre más personas hayan los salarios pueden ser más
flexibles: “si la oferta es superior a la demanda, los rangos de salario
podrían ser muy amplios”, pero también puede suceder lo contrario.
• Experiencia y educación: quizás son los más
comunes a la hora de definir un salario: el número de años de experiencia y la
educación, pero a la vez pueden convertirse en un arma de doble filo al
mostrarlo como alguien “sobrecalificado”.
• “Pago por desempeño”: lo cual varía
dependiendo de la profesión y de su cargo. Entonces, entre más productivo sea,
quizás pueda tener una retribución económica mayor. Pero hay que tener en
cuenta que esto no siempre es una ley. Esto también está relacionado con el
mismo desempeño de la empresa: si le va bien y es de las que comparte las
ganancias, los empleados pueden obtener beneficios por ello.
• Costo de vida: o lo que tanto escucha en
noticias, “inflación”. En esto, ni la empresa ni usted tiene nada que ver.
Simplemente es la forma en la que se mueve la economía de un país y que ayuda a
definir los precios de las cosas, por lo que si ésta sube, su salario deberá
ser compensado para mantener su nivel de vida.
Las más extrañas
Pero después de todo lo básico, también hay
que resaltar que hay factores ajenos y quizás propios de cada persona que
pueden llegar a influir también en el salario como, por ejemplo, el ser
carismático o empático. Al respecto, CheatSheet elaboró una lista de unas
características que, aunque no lo crea, pueden llegar a intervenir a la hora de
definir su salario:
1. Ser zurdo: pueden llegar a ganar 9% menos
que las personas diestras según un estudio publicado en el Journal of Economic
Perspectives. Existen algunas teorías que establecen que las personas zurdas
tienden a tener problemas de comportamiento y esto, puede incidir en su capacidad
de aprendizaje analítico. Además, suelen desempeñarse mejor e tareas manuales
que son profesiones con ingresos más bajos en comparación. Cheat Sheet reporta
que “si la estructura del cerebro zurdos 'afecta a la acumulación de
conocimientos, esto puede reflejarse en los resultados del mercado de trabajo y
medidas de productividad", escribió Joshua Goodman, autor del estudio y
profesor de la Escuela Kennedy de Harvard.
2. Ser “bajito”: no sólo es una
desventaja para los hombres al momento de querer una relación amorosa, sino
también en el mercado laboral. La conclusión fue elaborada por un estudio de
La Asociación Psicológica Americana en el que
se señala que “las personas altas pueden tener una mayor autoestima y confianza
social que las personas más bajas. A su vez, otros pueden ver las personas
altas como más líderes y con autoridad”.
3. Tener un nombre largo: Un estudio de The
Ladders señala cómo esto también puede influir en el sueldo, ya que quienes
tienen nombres más cortos, suelen tener una mejor remuneración. Incluso, al
respecto, nuestra columnista Alejandra Corredor había analizado la situación en
su texto “La importancia de llamarse Ernesto… y no Jeison”.
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