La alta
gama también se aplica a productos poco convencionales
Emprendedores - 2016
La situación económica que hemos
atravesado ha reforzado el segmento del lujo. “Antes de la crisis, el mercado
estaba muy polarizado entre la gama alta y el low cost. La crisis ha
incrementado dicha polarización. La mayor parte de la clase media se ha
refugiado en el low cost, mientras que el lujo se ha ido reforzando en la parte
superior. Incluso hay un nuevo lujo más absoluto, que está creciendo en el estrato
superior. Además, la clase media-alta, que consumía un lujo accesible o una
alta gama, ahora compra mucho low cost y lo combina con productos de lujo. Por
ejemplo, compra un bolso o unos zapatos de una marca de lujo y luego viste de
Zara o H&M. Es un consumo one shot”, explica Susana Campuzano, directora
del Programa de Lujo de IE Business School. Y este es un posicionamiento que se
utiliza, no sólo para los clásicos mercados del lujo, sino también en todo tipo
de productos.
Un informe realizado por Bain
para Fondazione Altagamma señala que el mercado mundial del lujo movió el año
pasado 223.000 millones de euros, un 2,3% más que en el ejercicio anterior.
Aunque el ritmo de crecimiento se ha ralentizado, el sector acumula un
crecimiento del 45,8% desde 2009, a pesar del durísimo contexto económico. Para
Ignasi Guitart, colaborador académico del departamento de Dirección de
Marketing de ESADE, “la historia va por barrios. El parón de Brasil y la
política china de ‘tolerancia cero’ para la corrupción ha tenido mucho que ver.
El consumo europeo cae, mientras que América se mantiene. Y Asia-Pacifico es la
locomotora. Son turistas y consumen lujo cuando viajan a Europa”.
Un mercado en crecimento
Según Luxury Spain, la asociación
nacional del lujo, las empresas españolas del sector cerraron el último
ejercicio con una facturación en torno a 5.427 millones, con un incremento
interanual del 6,4%. Son cifras interesantes, pero nuestro país todavía es el
quinto mercado del lujo dentro de la Unión Europea, por detrás de Francia,
Italia, Alemania y Suiza. Hay que señalar que el 43,5% de las ventas proviene
de la exportación, que se suma al 32,5% que aportan las compras de turistas,
mientras que los compradores locales tan sólo aportan un 24% de la facturación.
“El consumo de marcas de lujo en
España es positivo y está en un buen momento gracias al turismo, que ha
aumentado en los últimos años. De hecho, en 2014 España recibió más turistas
que nunca”, reseña Cristina Martín, presidenta de la asociación.
Ventajas de este segmento...
Al calor de este mercado de lujo,
han surgido muchas apuestas que se sitúan un escalón por debajo de ese segmento
del alto lujo, coto cerrado para un ramillete de firmas tradicionales. Nos
referimos con una oferta premium, superpremium, trading up o de lujo accesible.
Es decir, que añaden cierto valor y sobresalen del segmento intermedio de
mercado. “Normalmente, se usa como referencia cuando se empieza a multiplicar
el precio del producto por tres o por cuatro respecto al precio básico en el mercado.
Y partir de ahí, en adelante”, puntualiza Campuzano. Aunque parte del halo
místico del superlujo se disipe, permanece el carácter emocional y de pequeño
placer. El mercado del lujo y la alta gama cuenta con interesantes ventajas.
No le afecta la crisis. El lujo
no sólo no se resiente con la crisis, sino que incluso se refuerza. Como
explica Colanesi, los productos y servicios de lujo responden al efecto Veblen.
Es decir, que el mercado rompe con las leyes clásicas de oferta y demanda. Al
incrementar el precio, también lo hace la demanda, ya que se percibe como un
bien aún más exclusivo.
Amplio margen. “Se obtiene un
margen bastante amplio. Sin embargo, hay que tener en cuenta la desventaja de
no poder tener tanto volumen de venta como con un producto dirigido a un
mercado de consumo. Lo que se gana en margen, se pierde en unidades, ya que se
tiene una distribución más exclusiva. Por eso, ahora se llevan conceptos de
trading up, como Starbucks, Victoria Secret o Häagen-Dazs, que venden un lujo
de tipo masivo”, explica Campuzano.
Muy sugerente. “Si hablamos de
premium y ultrapremium, hay muchísimas posibilidades de vender. Los primeros
niveles de necesidad en la base de la pirámide de Maslow están cubiertos en
nuestra sociedad. La autorrealización es muy importante, por lo que hay mucho
mercado para estas marcas. Podemos tener clientes de alto poder adquisitivo,
pero también compradores que hagan un esfuerzo para adquirir el producto para
un evento determinado”, indica Jean-Marc Colanesi, profesor de Estrategia de
Marca de ESIC.
Atractivo para la exportación. El
producto de gama alta suele venderse muy bien fuera de nuestro país, dando
estabilidad en situaciones de crisis. Las empresas que venden en el segmento
alto de mercado obtienen la mayor parte de sus ingresos de las ventas
internacionales. En el panorama internacional destacan especialmente como
consumidores de lujo China, Rusia, Oriente Próximo y algunos países asiáticos.
... y algunos inconvenientes
El lujo y la alta gama tienen
ciertas ventajas, pero no es un segmento fácil de abordar, puesto que nos
encontramos con algunos obstáculos.
Creación de marca... Es imposible
consolidarse como marca de lujo de un día para otro, ya que hay que conseguir
que lo que ofrecemos se convierta en objeto de deseo. “La mayor dificultad para
cualquier nuevo entrante en este mercado es la creación de un sueño, que es un
esfuerzo de largo plazo. Y no es sólo cuestión de tiempo, sino de hacer lo que
hay que hacer”, afirma Guitart. El mercado premium es más accesible, dando lugar
a la aparición de marcas que ofrecen productos o servicios que aportan un valor
añadido.
…y larga maduración. Jean-Marc
Colanesi señala que “si ponemos en marcha una empresa hoy, haciendo bien las
cosas, podríamos estar en el mercado del lujo dentro de 50 años. Si hablamos
del segmento premium, podríamos estar en menos de cinco años”. En opinión de
este experto, “los empresarios españoles quieren ganar dinero rápidamente. Les
falta la visión de desarrollo de una marca, que lleva tiempo”. Y esta
impaciencia choca con la maduración que requiere el lujo.
Difícil entrada al circuito.
Según explica Susana Campuzano, “el acceso a los canales del lujo es a través
de contactos. Puede que llames a un distribuidor para pedir cita y no te la
den”. A veces puede ser preciso ‘tirar de agenda’ para poder entrar. En este
sentido, las ferias internacionales son una buena forma de hacer networking.
Fuerte inversión. Además de hacer
un producto de máxima calidad, hay que revestirlo y presentarlo de la forma
adecuada. “Hay que invertir en diseño, materiales, distribuidores, etc. Mucha
gente desea hacer un producto bonito pero luego no quiere invertir. Si no se
invierte, no se puede entrar en los canales y circuitos del lujo. Lo primero
que pregunta un distribuidor es cómo se va a comunicar. El lujo es puro deseo,
un capricho. El producto tiene que estar bien presentado, pero también hay que
hacer publicidad y relaciones públicas, organizar actos y eventos… y todo eso
es dinero”, precisa la experta de IE Business School.
Máxima exigencia. “Hay un margen
alto, por lo que el cliente y el distribuidor no perdonan si no se mantiene el
nivel”, apunta Campuzano. La alta gama va aparejada a la excelencia, por lo que
lo que no cabe la posibilidad de relajarse. Debemos ser impecables y responder
siempre a las expectativas.
El filón de la gastronomía y
mucho más
Luxury Spain indica que los
productos de nicho y artesanales son artículos de lujo los más demandados,
especialmente en el segmento gourmet y de la belleza, que concentran el 55% del
negocio.
Gastronomía. Nuestro país se
distingue por la variedad y calidad de los productos gastronómicos. Jamones
Joselito lanzó hace poco una colección exclusiva con 90 meses de curación y
packaging diseñado por el arquitecto Rafael Moneo y Moneo Brock Studio. Y DeMaría
Guijuelo ha presentado packs especiales para mujeres que acaban de dar a luz,
en los que se acompaña el jamón de bellota cortado con obsequios como ropa de
bebé, peluche o un paquete de productos de belleza de la marca Alqvimia. En
aceite de oliva virgen destacan marcas como Castillo de Canena, con productos
de alta calidad y envases muy cuidados; o LA Organic, que ofrece aceite
ecológico. Todo ello sin olvidarnos del vasto mundo del vino o los quesos. Otra
propuesta interesante es la de Conservas Frinsa, que ha abierto una boutique en
la Milla de Oro madrileña. Además de conservas con un packaging especial, que
pueden ser un perfecto regalo, en la tienda se realizan showcookings y eventos.
También hay ejemplos de productos menos habituales en España. Chocolates
Pancracio elabora un producto de lujo, con originales envoltorios y estuches
orientados al regalo. Y Pastoret aúna tradición e innovación en la fabricación
de yogur premium.
Servicios. Hay oportunidades en
ámbitos como el de los concierge service, que ponen a disposición de los
clientes a un profesional encargado de realizar todo tipo de gestiones. También
están apareciendo empresas dedicadas a la organización de vestidores. Y en
actividades tradicionales, se puede apostar por la hiperespecialización, como
rehabilitación de casas de alto standing o jardinería en viviendas de lujo.
Turismo. Además de los servicios
premium (desplazamientos en limusina o vehículos de alta gama), hay
posibilidades en la organización de viajes personalizados.
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