Cuál es el costo de un ataque
digital a mi empresa
FORBES- 25 de Febrero de 2016
Se necesita empezar a incorporar
una cultura de seguridad desde la punta de la pirámide hasta la base. Es
imperante poder desarrollar una dinámica donde se pueda conjugar las
necesidades del negocio con prácticas seguras.
El año pasado estuvo marcado por
ataques informáticos a grandes cadenas de consumo masivo, de entretenimiento,
energía y hasta proveedores de seguridad. A nivel nacional, 2015 cerró con un
ataque a la cadena Liverpool que según se estima, le pudo costar más de 100
millones de pesos y sin contar el daño ocasionado por el robo de la información
de sus clientes.
En Estados Unidos, el caso que
más repercusión tuvo fue el hackeo a Sony en 2014, el cual fue catalogado como
uno de los más “destructivos” de la historia y tuvo un costo, solamente para
reparar el daño hecho, de 15 millones de
dólares. A esta lista se agregan empresas como JP Morgan, Target, Home Depot,
Neiman Marcus, Dropbox y la tienda de aplicaciones de Apple, entre otras.
En lo que refiere a los ataques a
los proveedores de seguridad, encontramos casos en empresas como BitDefender,
Kaspersky Lab y The Hacking Team, este último causó una gran repercusión debido
a que los atacantes publicaron la lista de sus clientes, que incluían
diferentes gobiernos en diferentes países. Aunque no se descarta que el resto
de los fabricantes estén bajo un ataque continúo.
Debemos recordar que vivimos en
la sociedad del conocimiento, donde el valor diferencial de las organizaciones
radica en las ideas y en la información, que en la mayoría de los casos, viven
en entornos digitales.
Este escenario plantea dos formas
en los cuales una empresa puede ser atacadas: externa, ya sea por un ataque
informático, con sus múltiples metodologías, incluida lo que se conoce como
ingeniería social; e interna, por medio del enemigo interno. Este personaje es
una persona que por diferentes motivaciones como pueden ser monetarias, rencor
o espionaje, entre las principales, roba información sensible de la empresa;
como pueden ser cartera de clientes, base de datos o hasta información
confidencial.
Independientemente si esté
dejando o no la organización. En este punto juega un rol fundamental las
políticas de permisos y escalabilidad que tiene cada empleado de una compañía.
Sin embargo, en cualquiera de las
dos situaciones el problema básico es el exceso de confianza por parte de la
dirección. Lo que significa que no se han tomado las medidas necesarias de
seguridad para cuidar el activo más valioso que tienen las empresas, sus datos
sensibles. Aunque tampoco debe perderse de vista la pérdida monetaria, según
Symantec, en México el año pasado se perdieron cerca de 101.4 mil millones de
pesos debido al cibercrimen. Lo que quiere decir los directores deben
involucrarse también en las políticas y estrategias de seguridad corporativa,
al mismo tiempo que profesionalizan el área.
Se debe tener presente que la
seguridad de una empresa es una de las principales causas del despido o
renuncia de los CEO. Basta ver cómo evolucionaron los casos mencionados tanto
en México o Estados Unidos. Por esta razón la dirección necesita empezar a
incorporar una cultura de seguridad desde la punta de la pirámide hasta la
base. Es imperante poder desarrollar una dinámica donde se pueda conjugar las
necesidades del negocio con prácticas seguras.
Estamos hablando que se debe
desarrollar un Security Dev Ops, es decir, un conjunto de técnicas que buscan
reducir la cantidad de errores para tener una protección proactiva. “Los enfoques
de Security DevOps permiten que los responsables de Desarrollo, Operaciones y
Seguridad, tengan un ámbito común de trabajo para acelerar de forma segura los
entregables de tecnología que permitan ganar agilidad al negocio sin resignar
sustentabilidad”, señala Marcelo Lozano, Consultor de Seguridad y Analista. Al
mismo tiempo que se elimina la brecha comunicacional entre la dirección y el
responsable de la seguridad de la empresa (CISO por su siglas en inglés).
Debido a esta brecha de
comunicación es que se están dejando puertas abiertas al enemigo interno o
externo de la organización. Según las estadísticas de Kaspersky Lab de 2015, el
riesgo de infección para los dispositivos de los usuarios por medio de Internet
es de (24.3%) y el tipo de características más comunes encontradas en el
malware son: Web Inject (Inyecta código malicioso en páginas auténticas
localmente en el equipo del usuario, lo que permite el robo de información y la
automatización de transacciones fraudulentas) con el 45% de los casos; Capture
Screenshot (Hace capturas de pantalla de los equipos de los usuarios) que
representa el 21% de la muestra; Form Grabbing (Roba las credenciales de los
usuarios antes de que sean enviados al sitio del banco), 18% y URL Spoofing (Se
usa en ataques de phishing) con el 16%.
Se debe comprender que “seguridad
digital” no es solamente contar con un antivirus de calidad, es decir, que no
sea gratuito. Se necesita contar con la infraestructura necesaria, desde un
servidor hasta un endpoint, como una laptop o un Smartphone diseñado para
garantizar la seguridad y privacidad. Como también contar con un sistema de
doble identificación para garantizar la identidad de quien accede a la
información o al dispositivo. Estamos hablando de un conjunto de aplicaciones,
buenas prácticas e infraestructura que construyan una seguridad robusta.
La industria del engaño
Aquí es donde entra en juego la
ingeniería social. Esta metodología consiste en desarrollar un ataque mediante
el cual el usuario acceda al código malicioso por su propia voluntad. Ya sea
por un correo electrónico con una liga maliciosa, la duplicación de una página
para robar registros, entre otras tantas formas de engaño. Esto con el objetivo
de entrar al sistema corporativo para empezar a escalar en los permisos hasta
llegar a la información deseada. De esta forma se genera una puerta de entrada
por la cual los cibercriminales y hackers pueden sustraer lo que quieran.
Por estas razones es que la
dirección debe comprender que si bien puede tener una infraestructura robusta,
nunca será lo suficientemente segura, si cuenta con un empleado sin educar en
cuanto a la seguridad digital, tiene un talón de Aquiles. Aquí es donde las
compañías, sobre todo las pequeñas y medianas empresas, deben empezar a
trabajar por un lado en la educación de sus colaboradores y por el otro en
adquirir la tecnología y especialistas adecuados para profesionalizar el área.
En la actualidad los criminales
tienen la ventaja del factor sorpresa, la cual aprovechan para quebrar la
seguridad corporativa. Por esto es necesario que el ejecutivo de seguridad
forme parte de la dirección de una empresa para; por un lado desarrollar
programas de educación continua de los empleados y, por el otro, desarrolle
herramientas de análisis de patrones de comportamiento para detectar cualquier
conducta fuera de lo normal.
Se debe tener presente, que según
cifras de la compañía Silent Circle, el 75% de los negocios hoy son ejecutados
desde dispositivos móviles, el 66% de las empresas permiten a sus empleados
utilizar sus dispositivos móviles personales para efectos laborales, como el
BYOD y el 78% de responsables de TI dentro de las organizaciones afirman que
los empleados no siguen las políticas de sistemas de las compañías.
“Estos números son relevantes
para entender en nivel de impacto ya que muchas de nuestras empresas en México
no estarán en condiciones de asumir un costo de ésta naturaleza lo que nos
lleva a trabajar en conjunto y poder tener una estrategia integral que minimice
el impacto”, destaca Federico Polakoff, Director General de Silent Circle para
Latinoamérica.
“La estrategia eficaz de seguridad
debe involucrar personas, procesos y tecnología. El líder de seguridad tiene
que desarrollar relaciones y entender las áreas de negocios, sus objetivos y
cómo las informaciones son producidas y circulan entre departamentos, clientes
y proveedores. Todo eso para tener visibilidad, traer mejores prácticas y
permitir un ambiente íntegro y seguro para los datos, operaciones y usuarios”,
agrega Vladimir Amarante, Director Latin America Technical Sales & Services
de Symantec.
Por lo tanto, la seguridad debe
ser parte de la dirección para empezar a involucrarse en la estrategia de
seguridad de su organización y el negocio. En muchos casos los cibercriminales
acceden a información sensible por medio de los empleados y escalan sus
privilegios hasta tomar el control del sistema. Es necesario dejar de estar a
merced de los ataques informáticos y robos para dejar de ser parte de las
estadísticas y focalizarse en lo que importa, el negocio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario