Qualcomm quiere bajarse de la
montaña rusa del smartphone
Forbes- 15 de Febrero de 2016
La compañía diseña la mayoría de
los chips que alimentan los teléfonos inteligentes Android de gama alta, pero
ese negocio se desacelera cada vez más. Éste es el plan de su CEO para salvar a
la compañía.
Steve Mollenkopf tuvo en 2015 uno
de esos años no uno no desea volver a vivir en mucho tiempo. El CEO de
Qualcomm, la firma que de semiconductores con sede en San Diego que desarrolla
la tecnología sobre la que corre la mayoría de los teléfonos inteligentes de
gama alta, perdió a Samsung como cliente ese año, tuvo dificultades para
recaudar los derechos de licencia de los gigantes de la telefonía chinos, lidió
con rumores de sobrecalentamiento en su línea de procesadores de gama más alta
y escapó –por poco– a un intento de escindir la empresa, una propuesta empujada
por el fondo de cobertura activista Jana Partners. Los ingresos para el año
cayeron 5% a 25,300 millones de dólares (mdd), y las utilidades se redujeron
34% a 5,300 millones.
Desde que Mollenkopf relevó en el
cargo de CEO hace dos años a Paul Jacobs, hijo del cofundador de Qualcomm Irwin
Jacobs, las acciones han perdido casi 32%, llevándose con ellas más de 42,000
mdd en valor de la compañía, y la mayor parte de esa pérdida ocurrió durante el
último año. “La empresa tiene 31 años, y yo he estado aquí 21 de ellos”, dice
Mollenkopf, reclinándose en la silla de su oficina en un típico día soleado en
San Diego a finales del año pasado. “Durante los primeros 29 años, ha habido un
crecimiento casi infinito en el negocio de teléfonos móviles. Ese mercado ha
dominado en verdad nuestro negocio.”
Pero ahora el mercado ya no crece
como antes. Los volúmenes de la industria crecieron 13% el año pasado, una
marcada desaceleración frente al 24% de 2014. Todos los fabricantes de
teléfonos Android de gama alta (es decir: los mayores clientes de Qualcomm) como
Samsung, LG, Sony y HTC enfrentaron desaceleraciones graves, y la única empresa
que tiene ganancias sustanciales en sus teléfonos inteligentes es Apple, que
compra a Qualcomm componentes menos costosos para sus equipos.
Los altibajos son parte de la historia
de Qualcomm. Cada vez que la tecnología inalámbrica ha dado un salto
generacional –de lo analógico a lo digital, y luego del 3G al LTE– Qualcomm se
ha subido a esa lucrativa ola gracias a que sus patentes cubren gran parte de
la propiedad intelectual clave detrás de esa etapa de la tecnología celular.
Mollenkopf supervisó los aspectos cruciales de muchas de estas transiciones.
Lideró el negocio de chips durante el lanzamiento del 4G y fue presidente y
director de operaciones cuando la compañía lanzó sus procesadores Snapdragon.
“La gente decía que Qualcomm era una empresa de un solo producto”, dice
Mollenkopf. “Creo que demostramos que estaban equivocados.” Pero después de
cada transición, a menudo Qualcomm pierde impulso. La siguiente gran transición,
la del LTE a la quinta generación inalámbrica (5G), no se concretará sino hasta
2020.
Qualcomm parece estar ganando de
vuelta algunos negocios de Samsung en ciertos mercados con la próxima versión
de Snapdragon, pero el daño ya está hecho. Cuando abandonó a Qualcomm, Samsung
demostró que era perfectamente capaz de fabricar su propio chip para
smartphones de gama alta para los mercados occidentales. “Qualcomm tiene las
mejores chips móviles en el mundo, pero la diferencia con la competencia es
cada vez más estrecha”, dice la analista de Bernstein Research Stacy Rasgon.
Mollenkopf, a quien sus colegas
consideran “cerebral” y “profesoral”, ha tomado algunas medidas para bajar a
Qualcomm de la montaña rusa de los teléfonos inteligentes. Ha enfocado a sus ejecutivos
en nuevos mercados: Anand Chandrasekher en servidores, Patrick Little en
automotriz y Raj Talluri en drones y dispositivos conectados a Internet, como
focos, termostatos y relojes. La división de chips móviles también recibió su
propia remodelación: Mollenkopf se deshizo de la confusa estructura de
copresidencia y promovió a Cristiano Amon como presidente único a finales del
año pasado –y degradó a Murthy Renduchintala, quien rápidamente fue robado por
Intel para una nueva e importante posición ejecutiva.
Hace 10 años, el CEO de Qualcomm
podía contar con los dedos de manos y pies los clientes que importaban –tal vez
un par de decenas de fabricantes de teléfonos móviles y compañías de redes de
telecomunicaciones–. En estos días, Mollenkopf tiene que hablar con los CEOs en
todas las categorías principales de productos de consumo. “Tenemos la
tecnología que esas empresas necesitan, sólo tenemos que encontrar la manera de
atender a esas 15 industrias diferentes que buscan aprovecharlas”, dice Mollenkopf.
“No es distinto a la milicia, necesitas un gran ejército para perseguir a las
fuerzas en tierra, y necesitas submarinos y barcos para enfocarte en nuevos
mercados. Eso es básicamente lo que estoy haciendo con la empresa.”
En 2014, la venta de chips fuera
de la industria de la telefonía dejó a Qualcomm ingresos por alrededor de 1,000
mdd, o 5% de su negocio de semiconductores (que genera aproximadamente dos
tercios de sus ingresos totales). Mollenkopf espera que esa participación se
eleve a 10% este año, o 1,700 mdd. El segmento automotriz ha comenzado a dar
frutos con el anuncio de que los modelos 2017 de Audi vendrán equipados con
chips de Qualcomm para alimentar sus sistemas de infotainment.
Pero ninguno de estos nuevos
mercados puede entregar volúmenes similares a los del smartphone. La industria
del automóvil vendió 80 millones de vehículos en todo el mundo en 2014, en
comparación con los 1,500 millones de teléfonos vendidos. Los drones fueron una
industria de 400,000 unidades en 2015, según investigación de mercado de la
CEA.
A Rasgon aún le preocupa que el
equipo ejecutivo viva en la negación. La dirección ha guiado sus estimaciones
de ganancias por debajo del consenso de Wall Street en 11 de los últimos 12
trimestres. La industria global de semiconductores se está desacelerando y
consolidando, y la mayoría de los competidores de Qualcomm ha logrado
rápidamente comprar su camino al crecimiento. La industria de los
semiconducotres reportó 145,000 mdd en fusiones y adquisiciones en 2015, frente
a los 46,000 millones del año previo, según Dealogic. Algunos de los más
grandes incluyen una fusión de 40 mdd entre NXP y Freescale, la compra de Avago
Technologies por parte de Broadcom por 38,000 mdd, y la adquisición de Altera
por parte de Intel en una transacción valuada en 16,700 mdd.
¿Y Qualcomm? Pagó 2,400 mdd en
agosto por CSR, un líder del mercado de chips de radio Bluetooth para autos.
“Hasta hace poco, el director de Qualcomm había estado ajeno a la naturaleza de
la situación”, dice Rasgon. “Steve y toda la dirección se tardaron en reconocer
los cambios estructurales en el mercado. Engordaron, callaron y fueron
felices.” Con el precio de las acciones en 45 dólares, Rasgon todavía no está
segura de que hayan tocado fondo.
Qualcomm se toma más en serio las
adquisiciones, y ha contratado a Brian Modoff de Deutsche Bank Securities para
dirigir el departamento de Fusiones y Adquisiciones que reporta directamente a Mollenkopf. Pero es probable
que Modoff descubra que ya no queda una gran cantidad de jugosos objetivos de
adquisición.
“Nuestra cultura es una de
cambios y exploración”, dice Mollenkopf. “En nuestra historia de 30 años, éstos
probablemente se encuentran entre los problemas más difíciles que hemos tenido
que resolver. Dicho esto, creo que hemos logrado superarlos.”
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