¿Llegó la gran subida del oro?
FORBES lunes,
8 de febrero de 2016
Al ser el extintor de deudas por
excelencia y un pago en sí mismo, el oro será el “gran gigante de pie” cuando
la burbuja de la deuda estalle. La razón es sencilla: es imposible expandir el
crédito para siempre.
Desde diciembre de 2015 el oro ha
comenzado un rally (alza) que al corte de la semana pasada alcanzó el 10 por
ciento de ganancia. Por supuesto, así como cuando hay caídas las notas se
“venden” con titulares como “el oro pierde su brillo” o “el metal precioso deja
de ser refugio seguro”, ahora prolifera el optimismo. Pero como decimos en este
espacio, dicho optimismo es un pésimo consejero.
Sí, es cierto que el bull market
(mercado alcista) de largo plazo en el oro aún sigue vigente. Es decir, que los
fundamentos que predisponen un alza de su “precio” (medido en divisa fíat) no
solo no han empeorado, sino que son más sólidos que nunca. En este espacio
hemos abordado con amplitud este tema, del cual, la razón fundamental que apoya
el valor del oro es su demanda permanente en un clima de expansión –exponencial
y permanente- de la deuda en el planeta. Lo anterior sin contar que se espera
una caída en la producción.
Al ser el extintor de deudas por
excelencia y un pago en sí mismo, el oro será el “gran gigante de pie” cuando la
burbuja de la deuda estalle. La razón es sencilla: es imposible expandir el
crédito para siempre, pues tarde o temprano las deudas se tienen que pagar.
Nada importa si se trata del “todopoderoso” dólar. Este experimento con dinero
de papel fallará como el 100% de los intentos anteriores a lo largo de la
historia.
En este sentido, el desplome de
precios que ha tenido el rey de los metales en términos de dólares a partir de
septiembre de 2011 –cuando tocó su máximo histórico de 1,923.70 dólares la onza
troy-, es solo una sana corrección (baja) temporal.
Eso sí, lo mismo podemos decir
del rebote iniciado en diciembre. No lo compramos porque lo consideramos de
corta duración. Seguimos esperando niveles de ganga cercanos a mil dólares o
menos.
Para esto nos basamos en los
indicadores exclusivos de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, la Base y la
Cobase del oro y la plata. Ambos comparan la diferencia que hay entre el precio
al contado o “spot” y el del contrato de futuros activo (el que tiene el
Interés Abierto más elevado).
Base y cobase nos permiten medir
la abundancia o “escasez” que hay de metal físico en el mercado, pues al ser el
oro la más abundante de todas las materias primas –en términos de su razón de
existencias/producción-, no debería escasear jamás. Siempre hay oro disponible
en las manos del público inversor. No se consume como el trigo ni se quema como
el gas o el petróleo. Cada onza extraída se acumula, se suma a las ya
existentes.
Aquí le he dado cuenta de que
desde la crisis de 2008-2009, el oro y la plata han oscilado entre la
abundancia y la escasez. La mayor parte del tiempo han permanecido en esta
última condición y ello constituye una anomalía por las razones aquí
explicadas. Si existe es porque los tenedores de oro y plata se resisten a
vender en físico.
Sin embargo, con las recientes
alzas iniciadas a finales del año pasado, la base y la cobase han vuelto a
terreno de abundancia. Esto indica por un lado que hay algunos inversores que
han caído en la tentación de regresar a vender su metal y realizar una ganancia
en divisa. A esto se suma el interés de otros por especular en el mercado de
futuros apostando a que el precio subirá ante el entorno de debilidad económica
global (abundancia de oro papel).
En este contexto, desde mediados
de enero la cobase –el mejor indicador de abundancia o escasez física-, se ha
desplomado ya a terreno negativo (abundancia). No hay más backwardation (cuando
el precio spot es más alto que el del contrato de futuros activo), sino
contango (lo opuesto). Si hay abundancia, lejos de indicar que el precio
seguirá subiendo es una señal bajista no solo en el oro, sino también en la
plata. La cobase en ésta también ya volvió a ser negativa (Cobase en líneas
rojas en gráfico cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com).
De manera que la recomendación de
acumular ambos metales preciosos monetarios sigue vigente, pero debe hacerse de
manera periódica –mensual, por ejemplo- para obtener al final un adecuado nivel
de precio promedio sea que suba o baje.
El atractivo del oro va más allá
de la especulación con su “precio” en divisa. Es el refugio ideal para el
patrimonio a largo plazo, un seguro. Que no se pierda de vista.
Guillermo Barba-Economista de la
Escuela Austríaca y periodista mexicano, autor del blog Inteligencia Financiera
Global. Experto en mercados de oro y plata y comentarista de TV en Proyecto 40
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