La pasión detrás de los nuevos
desarrollos
FORBES- 25 de abril de 2017
Las coyunturas se encuentran
sobre la mesa y mucha gente las está tomando con justa razón; viene un tiempo
de invertir y varios están considerando a los campos de golf.
En las últimas décadas, nos hemos
dado cuenta de la gran cantidad de construcciones de campos de golf en México
los cuales se están confeccionando, sobre todo, en sus destinos turísticos
internacionales.
Es importante mencionar que el
fenómeno de los nuevos campos conlleva resultados tanto positivos como
negativos. Existe una apertura en nuestro país para las empresas que le
apuestan a los desarrollos y complejos golfísticos, gracias a que se han dado
oportunidades como los créditos y las sociedades entre inversionistas
optimistas en recientes años.
Las coyunturas se encuentran
sobre la mesa y mucha gente las está tomando con justa razón; viene un tiempo
de invertir y varios están considerando a los campos de golf, ya que es un imán
fuerte para una comunidad maestra con real-estate.
Dentro de estas situaciones,
algunos clientes han optado por mirar hacia adentro, buscar alternativas en la
arquitectura de golf nacional y un tanto en las firmas mundiales que bien
sabemos agrega nombre y branding a un nuevo campo.
Es aquí donde se presenta una
incertidumbre sobre el llamado boom y demanda de nuevos espacios en los cuales
existen dos posibilidades; van a haber muy buenos campos, pero también varios
con deficiencias.
Se sabe de muchos proyectos que
están fuera de límites, donde las reglas oficiales o guías internacionales no
se cumplen y el espacio dentro del plan maestro es mal o sub-utilizado.
Estas nuevas oportunidades de
construir deben significar una responsabilidad muy fuerte para los arquitectos
y diseñadores. Los que nos dedicamos a esto, estamos ante el gran reto de poner
las cosas en claro para los clientes y decirles hasta que alcances puede llegar
su proyecto. Sin crear falsas expectativas o forzar números por cumplir con
metas establecidas por un financiero.
Para esto debemos tomar en cuenta
los beneficios naturales de los que resulta la creación de un campo en cuanto a
espacio -parte que mucha gente no contempla porque al final lo que manda es la
calidad de vida que se adquiere- y las cuestiones que se generan como turismo,
comercio, etc.
El arquitecto necesita sentir el
espacio y el suelo ya que tenemos la responsabilidad de imponer nuestras
creencias en un sitio natural que no necesariamente se presta al 100%. En la
topografía uno puede imponer y mover cerros, pero no se trata de abusar, sino
de explorar y aprovechar al máximo cada rincón del terreno, respetándolo y
realzándolo. Se debe tratar de no alterar el entorno natural y al mismo tiempo
ofrecer la mejor solución y proporción entre la zona residencial, comercial y
el golf.
Como arquitectos, debemos estar
conscientes del entorno y de las necesidades del cliente y crear un negocio
próspero en producto inmobiliario, ofreciendo lotes y vistas clave y premium
que solo surgen con la experiencia, el conocimiento y la astucia de un buen
equipo de arquitectos. Nos debe apasionar el generar un proyecto rentable para
nuestros clientes, obvio bajo un esquema armónico con la naturaleza.
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